Los meteoritos de hierro explican el inicio de la vida
( Creces, 2006 )

Uno de los ingredientes esenciales para que la vida fuera posible en la Tierra debe haber llegado en los meteoritos de hierro. Estos meteoritos debieron simplemente haber reaccionado con el agua, para liberar fósforo, un elemento crucial en el desarrollo de la vida en las células.

Hace 4 mil millones de años, llovieron sobre la Tierra los meteoritos ricos en carbón y por ello pudieron suministrar aparte de carbón, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno necesario para que se iniciara la vida. Pero esos mismos meteoritos son bajos en fósforo, que es el quinto elemento más importante en las células vivas, ya que es un componente vital del DNA y del Adenosín Trifosfato (ATP), la molécula clave en el transporte de la energía. Hasta ahora ha sido un gran misterio el cómo se obtuvo el fósforo necesario, ya que en la naturaleza el elemento es relativamente raro (Los Orígenes de la Vida).

Las rocas en la Tierra contienen fósforo, principalmente en la forma de fosfatos, en el cual cada átomo de fósforo esta unido a cuatro átomos de oxígeno. Pero para convertir el fosfato en trifosfato, como se encuentra en el ATP, requiere de tanta energía, que no habría podido suceder a la temperatura de la Tierra, aún en sus etapas de formación primitivas.

Ahora Dante Lauretta, de la Universidad de Arizona en Tucson ha comprobado que el trifosfato pudo haber venido formando parte del mineral rico en fósforo, llamado "schribersite", que se ha encontrado en los meteoritos de hierro. Con anterioridad se había demostrado que la corrosión de los minerales metálicos en los meteoritos, puede concentrar el fósforo en su superficie. Ahora Lauretta ha simulado lo que hubiera sucedido a este mineral en la atmósfera primitiva de la Tierra, poniendo dentro de un container schribersite sintético, junto a agua pura.

En la medida que el mineral reacciona con el agua, se forma una variedad de compuestos químicamente activos de fósforo, incluyendo P207, un difosfato precursor de ATP. La reacción también libera hidrógeno, indicando que el fósforo elemental en el mineral ha reaccionado con el agua. Los investigadores presentaron sus resultados en la reunión de la Sociedad Americana de Química en Philadelphia (Agosto 2004).

"Aun cuando la reacción produce sólo trazas de trifosfato, el hecho de que haya producido difosfato, ya es un gran paso", dice Matt Pasek, que trabaja con Lauretta. Las células vivas almacenan la energía convirtiendo el difosfato a trifosfato de ATP. Revirtiendo el proceso, ellas pueden liberar la energía cuando se requiere (New Scientist, Septiembre 4 del 2004, pág. 9).

Lauretta sigue adelante con su trabajo, ahora tratando de ver si los reales meteoritos de hierro producen difosfato y trifosfato.

Si los meteoritos de hierro llegan a ser parte del recipiente significaría que para que se desarrollara la vida en el sistema planetario, deberían haberse formado y quebrados muchos de los planetecimales (pequeños planetas), y de allí haber nacido meteoritos de hierro, como los que debieron haber llegado a la Tierra.



0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada