Transferencia nuclear de células de una especie a otra, para lograr células embrionarias
( Creces, 2006 )

La idea de crear un embrión inter-especie, que incluya a la especie humana, a algunos los hace tiritar. Pero para los científicos que buscan modelar genéticamente células embrionarias, el aprovechar óvulos de animales para reprogramar células humanas, lo ven como una alternativa posible, dado la escasez y dificultad para conseguir óvulos humanos. Embriones de esta naturaleza tendrían la ventaja de no poder desarrollarse más allá de las primeras divisiones celulares, por lo que no habría nada que temer.

En una reunión reciente en Toronto, Chang-Kyu Lee de la Universidad Nacional de Seúl y sus colaboradores, afirmaron haber tenido éxito en la transferencia nuclear de células somáticas de ratón a óvulos de vaca previamente enucleados. Algunos asistentes comentaron que era interesante, pero que para creer en ello, era necesario esperar que otros también tuvieran éxitos en experiencias similares, ya que hasta ahora muchos habían fracasado.

En 1998 la empresa Advance Cell Thecnology de Worcester, Massachusetts, anunció que habían usado óvulos bovinos para reprogramar células somáticas humanas, pero que las células resultantes las habían descartado sin caracterizarlas (Science, Noviembre 20, 1998, p. 1390). Más tarde, en el año 2003, Hui Zhen Sheng y sus colegas de la Second Medical University de Shanghai, publicaron en la revista china "Cell Research" que habían logrado células embrionarias insertando células humanas en óvulos de conejas. Después de esto, ningún otro grupo de investigadores ha comunicado haber tenido éxito en este tipo de quimeras.

Como Lee describió en la reunión de Toronto, él y su equipo habían extraído el DNA de óvulos de vaca y luego inyectaron en ellos el contenido de células somáticas de ratón, usando finalmente sustancias químicas para que se iniciara el desarrollo hacia embriones. El proceso no fue eficiente, pero lograron tres blastocitos y de allí se derivó una línea de células embrionarias. Al cultivarse, éstas parecían comportarse como células normales de ratas, llegando incluso a formar varios tipos de tejidos en la placa de cultivo. Cuando posteriormente los investigadores combinaron las células con embriones de ratas intactos, lograron ratas quiméricas con piel de dos colores. También Lee afirmo que después de tener el trabajo listo, él y sus colaboradores habían logrado dos líneas de células más.

Otros dudaron de los resultados, ya que pensando que la quimera creada en esta forma debería tener la mayor parte de sus mitocondrias provenientes del óvulo de la vaca, lo que era muy probable que estas fueran incompatibles con el DNA nuclear de la célula clonada. La mitocondria (el organelo celular que produce la energía de las células), lleva su propio DNA y lo heredan dentro del citoplasma de óvulo. Pero Lee contra argumentó que en su experimento el problema parecía solucionarse solo. Las células embrionarias derivadas contenían mitocondrias provenientes del óvulo de la vaca como también de las células somáticas de la rata. Pero en la medida que las células se desarrollaban en el cultivo, las mitocondrias de la rata prevalecían y la proveniente del óvulo de la vaca parecía desaparecer.

En todo caso, el mismo Lee señala que algunas combinaciones de células provenientes de diferentes especies, funcionaban mejor que otras. Así por ejemplo, a ellos les había sido imposible lograr que células somáticas de ratas tuvieran éxito al introducirlas en óvulos enucleados de cerdas, "por lo que es muy posible que existan dificultades al introducir células somáticas humanas en óvulos de vaca", señalo Lee.



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