¿ Se puede hablar de una epidemia de obesidad en Chile y el mundo ?
( Creces, 2006 )
Las cifras sobre esta realidad permiten sacar una serie de conclusiones. Algunas de ellas muy alarmantes.
En Chile, al igual que en muchos otros países del mundo, se ha observado un cambio en la situación de salud de la población, con un incremento notable de la obesidad, sedentarismo y enfermedades vinculadas a los estilos de vida y la alimentación.
Así por ejemplo en los últimos 10 años la prevalencia de obesidad en EE.UU. aumentó de 23 a 31% y de sobrepeso de 56 a 65%. En algunos grupos de la población (mayores de 40 años, mujeres, población de origen hispano o negra) la prevalencia de sobrepeso supera el 80%.
En España, uno de cada dos adultos tiene sobrepeso y la obesidad se ha duplicado en los niños de 6 a 12 años. Esos resultados sitúan a España en cuarto lugar en Europa en prevalencia de obesidad y se deben al paulatino abandono de la dieta mediterránea y aumento del sedentarismo.
Chile no es una excepción, ya que el exceso de peso ha ido en aumento en todas las edades. La prevalencia de obesidad es de 7% en los menores de 6 años, aumenta a 17% en escolares de primer año básico y supera el 25% en adultos y adultos mayores. Si se considera el sobrepeso, más de la mitad de la población se encuentra en esta condición. Se estima que actualmente existen 3,4 millones de personas obesas en el país, las que superarán los 4 millones al año 2010, de continuar la tendencia actual. La mayor incidencia se da en los bajos niveles socio económicos.
La obesidad determina diversos riesgos biológicos, psicológicos y sociales, los que se manifiestan a corto, mediano y largo plazo. Es un factor de riesgo para muchas enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos cánceres, los cuales constituyen las principales causas de enfermedad y muerte en nuestro país. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud, el 34% de los mayores de 17 años presentan hipertensión arterial, el 35 hipercolesterolemia, el 16% pre diabetss y el 55% un riesgo cardiovascular alto o muy alto. Todo ello con prevalencia creciente a mayor edad..
Los costos de la obesidad para la familia, la sociedad y los sistemas de salud son cuantiosos, no sólo relacionándolos con las muertes y la carga de enfermedades, sino con la calidad de vida de la población.
Según estimaciones de la OMS, la erradicación de la obesidad reduciría en 60% la prevalencia de diabetes, en 20% la enfermedad coronaria y los accidentes vasculares y casi en 30% la hipertensión arterial. Estimaciones similares muestran que la práctica de actividad física moderada en toda la población reduciría en 30% las muertes por enfermedad coronaria, 25% por diabetes y cáncer de colon, 12% por cáncer de mamas, 15% por accidente vascular cerebral y 10% por fractura de cadera.
La pobreza, la desigualdad de oportunidades y de acceso a bienes y servicios son algunos determinantes de estas patologías, con una prevalencia significativamente mayor de diabetes, hipertensión y obesidad en personas con baja escolaridad respecto a aquellas con educación universitaria.
El principal desafío que enfrenta el país es conseguir un cambio conductual de la sociedad y de los individuos, que permita disminuir la carga de estas enfermedades y corregir las inequidades relacionadas con pobreza y género.
El Ministerio de Salud ha planteado la promoción de la salud como una de sus prioridades, centrando recientemente sus esfuerzos en la “Estrategia Global contra la Obesidad (EGO-CHILE)", que convoca a sectores públicos y privados a impulsar iniciativas que contribuyan a controlar este grave problema. La experiencia exitosa de Finlandia y Noruega indican que este camino es posible en la medida que exista una amplia participación de toda la sociedad, incluyendo al sector salud y educación, industria, medios de comunicación, sociedades científicas, instituciones académicas y obviamente a la propia comunidad, donde el autocuidado de la salud es una responsabilidad fundamental.
Dr. Eduardo Átalah.
Departamento de Nutrición
Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Artículo publicado en "El Mercurio".