La clonación de un mamífero
( Publicado en Revista Creces, Abril 1997 )

La noticia ha conmovido al mundo: fue posible, a partir de una célula de un mamífero, reconstituir un organismo entero exactamente igual al donante de la célula. Tal se logró con una oveja que se ha llamado Dolly, genéticamente idéntica a la oveja a la cual se le extrajo la célula. Se logró así un mellizo exactamente igual, pero nacido con una diferencia de seis años con respecto al otro.

Este proceso es lo que se ha llamado "CLONACION", una palabra que usan los científicos para referirse al proceso de creación de organismos idénticos, a partir ya sea de células, genes o moléculas provenientes de un solo padre. En la naturaleza este proceso de multiplicación sin fertilización, se realiza normalmente en los organismos unicelulares. Así, por ejemplo, las bacterias se reproducen sólo por división celular, siendo todas y cada una de ellas genéticamente idénticas.

Pero este caso es completamente distinto, ya que se trata de un organismo multicelular, que para su multiplicación requiere de fertilización. El nacimiento de Dolly impactó a la comunidad, pero no tanto a los científicos del área biológica, que ya tenían numerosos antecedentes que permitían afirmar que el proceso no estaba en la categoría de "ciencia ficción" y que era perfectamente posible.

El enorme avance de la genética de los últimos años ya había permitido saber que todos los procesos celulares están ordenados por los genes que se encuentra en el interior del núcleo de cada célula. Desde hace ya algunos años se ha logrado saber que de allí parte la información para que a través de distintos procesos bioquímicos, una célula crezca, se diferencie, se desarrolle, se divida y también para que muera. Ya incluso muchos de los genes (que en el hombre son aproximadamente 100.000), han sido individualizados y en algunos se conoce su función.
También se sabía que cada célula de un organismo, guarda en el interior de su núcleo la información total, como para que a partir de ella se llegara a generar un organismo completo. Ya sea esta una célula de la mucosa intestinal, de la piel, del hígado o de cualquier otro órgano, todas y cada una de ellas guardan esa misma información.

Normalmente no la utilizan en su totalidad, ya que no todas son necesarias para desarrollar la función del órgano a que forman parte. Así, por ejemplo, en una célula del hígado están activos sólo los genes que son necesarios para que esta célula desempeñe su función. El resto está silencioso.

Sólo faltaba saber como lograr que una célula determinada volviera atrás y pusiera en función todo el proceso, desde un principio. Muchos piensan que esto era difícil y que iba a demorar aún muchos años antes que se pudiera conocer y controlar el proceso. No fue así, y ya se consiguió el primer mamífero clonado.


¿Cual fue el procedimiento?

En condiciones normales de fertilización, un espermio aporta su núcleo con 23 cromosomas. Estos se funden en un sólo núcleo (23 pares de cromosomas) y luego las células comienzan a dividirse y multiplicarse, de modo que de allí en adelante, cada una de las nuevas células queda con 23 pares de cromosomas: 23 cromosomas del padre y 23 cromosomas de la madre. El resultado es un individuo cuya información genética de cada célula, proviene en partes iguales del padre y de la madre. Es así como el individuo resultante tiene características de uno y otro.

En este caso el proceso consistió en tomar una célula de una oveja, cuyo núcleo contienen 23 pares de cromosomas y transferirlo a un óvulo de la misma especie, al que previamente se le había extraído su núcleo que tenía sólo 23 cromosomas. De este modo, el óvulo quedó con 23 pares de cromosomas. De allí en adelante, al comenzar a multiplicarse las células, cada una quedó con 23 pares de cromosomas, pero todos provenientes de la misma célula original que se extrajo de una oveja.

El siguiente paso consistió en lo que ya se conocía: colocar este óvulo en un útero de una tercera oveja y esperar que allí se anidara. Así fue y las células al multiplicarse formaron un embrión y luego un feto. El resultado final se conoció por todos los medios de comunicación.

No cabe duda que si el proceso se logró en una oveja, el puede repetirse con cualquier otro animal, incluso el ho


Proyecciones futuras

Sin duda que este nuevo avance de la biología plantea tremendos problemas éticos, morales y religiosos, cuyos resultados finales son impredecibles. La primera reacción es legislar para prohibir que la clonación se realice con seres humanos. Pero ¿se cumplen las leyes? ¿Cómo impedir, por ejemplo, que si un matrimonio perdió un hijo por algún accidente, no hagan todo lo posible para reemplazarlo por uno exactamente igual? Podría guardarse una célula de él y repetir todo el proceso, insertando más tarde su núcleo en un óvulo de la misma madre, para posteriormente anidarlo en su mismo útero. Nadie tendría conocimiento de ello, y el hijo que nacería sería exactamente igual que el perdido.

El procedimiento hoy día pudo ser laborioso, pero no cabe ninguna duda que en el futuro se va a simplificar y rutinizar.

Y sin que haya perdido ningún hijo, ¿no podría por ejemplo, un matrimonio decidir tener un hijo o una hija exactamente igual al padre o exactamente igual a la madre? Tampoco nadie lo sabría. Más aún, en matrimonios que se sabe que el padre y o la madre es portadora de un gene anómalo, causante de una grave enfermedad genética que destruye el cerebro del hijo (como la fenilquetonuria u otras), es muy probable que decidan tener un embarazo sin fertilización, y que siendo este igual al padre o la madre, no tenga el riesgo de presentar la enfermedad.

Horroriza pensar que alguien que necesite un trasplante de un órgano, mande fabricar un hijo que sea exactamente igual y que por lo tanto no tenga riesgo de rechazo. Es muy probable que, en el futuro, pueda extraerse un órgano de un recién nacido o un feto donado, para posteriormente hacerlo crecer y desarrollarse "in vitro", hasta lograr el tamaño adecuado para emplazar al dañado. No cuesta hacer volar la imaginación, para pensar que algún día cercano se pueda llegar a esta u otras aberraciones.


¿Cuales son los beneficios posibles?

Los investigadores que lograron la clonación de Dolly no eran médicos, sino veterinarios, y según ellos mismos sostuvieron en una entrevista, lo realizaron porque veían en este procedimiento enormes ventajas en la producción pecuaria. Si una vaca es gran productora de leche, sería muy conveniente tener muchas iguales a la misma. Lo mismo podría pensarse para cualquier otra cualidad en cualquier otro animal.

Hoy la selección se hace guardando el semen del toro adecuado, para que fecunde el óvulo también de la vaca adecuada. O se usan yeguas de mala calidad para implantar un embrión ya fecundado por los espermios de un potro y un óvulo adecuado. Mucho más fácil sería buscar el animal conveniente, extraerle cuantas células se quieran, ponerlas cada una dentro del respectivo óvulo y anidarlas en el útero de una madre subrrogante. Su cría tendría los mismos atributos que el donante de las células.

También es posible que, más adelante, esta misma metodología llegue a hacer posible lograr el desarrollo de órganos a partir de una célula de un determinado donante. En tal caso, se solucionaría el problema de los trasplantes de órganos. En fin, los beneficios pueden ser muchos, pero también muchísimas las aberraciones posibles.


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