Décimo aniversario de la clonación de un mamífero
( Creces, 2007 )
Mucho se ha avanzado durante diez años, habiendo sido posible llegar a clonar 16 especies diferentes de mamíferos. Sin embargo los rendimientos continúan siendo bajos ya que se desconoce la regulación del proceso y el rol de potenciales genes que lo gatillan y controlan el proceso.
Ya han transcurrido diez años del día en que la noticia impactó al mundo, anunciándose que la oveja Dolly era el resultado de una clonación a partir de una célula de la ubre de otra oveja adulta y que ambas en definitiva eran genéticamente idénticas (La clonación de un mamífero).
En esa fecha lan Wilmut, Keith Campell y sus colaboradores tomaron una célula de una oveja, le extrajeron su núcleo y lo transfirieron a un óvulo de otra oveja adulta, a la que previamente le habían extraído su propio núcleo. Allí comenzó a multiplicarse y cuando ya existía un número adecuado, transfirieron el embrión al útero de una tercera oveja, donde el zigoto se anidó, y continuó su desarrollo, terminando con el nacimiento a la famosa oveja Dolly.
Desde entonces el experimento se ha tratado de repetir con diversos otros mamíferos, logrando éxitos con 16 especies diferentes: lobos, carneros, gatos africanos salvajes, perros, ovejas, mulas, gatos domésticos, búfalo, conejos, caballos, vacas, cerdos, ratas y hurón. Sin embargo a pesar de numerosos esfuerzos, no ha sido posible llegar a clonar monos, los primos hermanos del hombre (Clonar un mono es imposible).
Numerosos investigadores han estado tratando de entender mejor el proceso, pero con poco éxito, ya que aún quedan muchas preguntas sin resolver. Es un hecho que el procedimiento no siempre es exitoso y en general se puede afirmar que menos del 10% de los embriones transferidos al útero de una tercera oveja terminan en un clon saludable.
Lo que si es un hecho, es que a una célula ya diferenciada, independiente de qué tejido se ha originado, se la puede forzar a des-diferenciarse, e iniciar el ciclo de división celular, e inducir la proliferación y en definitiva llegar a formar un nuevo individuo. Sin embargo no ha sido posible llegar a conocer los mecanismos en juego durante esta transformación. Tampoco ha sido posible individualizar "el gene" o "los genes" que inducen el proceso de vuelta atrás, a célula inmadura, y así reiniciar la formación de otro individuo desde sus primeras etapas. Lo que también es cierto, es que el proceso no es estable y por el contrario en cualquiera etapa tiende a des-regularse, lo que se evidencia en la aparición de anomalías del desarrollo, como son las malformaciones, o incluso en la muerte del embrión.
Clonación y telómeros
Cuando se clonó por primera vez la oveja Dolly, muchos se preguntaron cuánto tiempo iba ésta a sobrevivir. Se había clonado a partir de una célula madura que en el tejido original ya se había dividido varias veces y todo hacía pensar que por ello ya tenía fijada una determinada edad. Es decir, que al nacer ya tenía la edad de la madre. Pareció que así se confirmaba, ya que Dolly falleció prematuramente, comprobando además que en los cromosomas de sus células, los telómeros eran más cortos, lo que correspondía a la edad de la célula que le dio origen (La expectativa de vida y los telómeros).
Normalmente en los extremos de los cromosomas de cada una de las células del organismo existen los llamados telómeros que son trozos de DNA que parecen ser importantes para proteger el DNA mitocondrial durante la división celular. Estos telómeros se acortan con cada división de la célula, de modo que la determinación de su tamaño da una idea de la edad de la misma (La expectativa de vida y los telómeros).
Sin embargo posteriores investigaciones han demostrado que en ciertos animales clonados, los telómeros pueden tener una longitud normal (“Los vacunos clonados tienen los telómeros más largos”), o incluso ser más largos que los del animal donante que originó el clon, sin que estas se transformen en células tumorales, que se caracterizan porque sus telómeros no se acortan con las sucesivas divisiones celulares (José Cibelli: A Decade of Cloning Mystique. Science, vol. 316, pág. 990, 2007).
Para el futuro
En realidad los diez años no han corrido en vano ya que se ha logrado la clonación en muchas otras especies de mamíferos, aún cuando falta explicarse como funciona el sistema, que permite reprogramar una célula somática madura y transformarla en una célula toti- potencial, capaz de generar un nuevo animal. Sin embargo algo ya se sospecha de algunos genes específicos necesarios en el proceso.
Si esto se llegara a definir, tendría una gran trascendencia, ya que podría llegar a ser posible generar células humanas que posteriormente podrían utilizarse con objetivos terapéuticos.