Pero también tuvo un lado positivo, ya que a él se atribuye la construcción de algunos grandes monumentos, como el Segundo Templo Judío de Jerusalén y la Fortaleza de Masada en la cumbre del cerro y una serie de construcciones administrativas. De acuerdo al historiador del siglo primero Josephus, que observó la procesión funeraria de Herodes, sus restos se habrían sepultado en Herodium, un centro administrativo, construido por él mismo. En base a este dato histórico, los arqueólogos han estado tratando de ubicar el sitio exacto de su tumba, lo que no ha sido fácil dado que la mayor parte de estas construcciones fueron destruidas durante el posterior levantamiento judío contra Roma.

Ahora Ehud Netzer ha ubicado algo semejante a una tumba a la que se accede por una larga escalera, lo que coincide con lo descrito por el historiador Josephus. Los que esperaban encontrar allí muchas riquezas, salieron defraudados, ya que lo probable es que esta tumba haya sido visitada anteriormente. Sólo se encontró los restos de un sarcófago.