La energía geotérmica
( Creces, 2009 )

El aprovechamiento del calor proveniente del interior de la Tierra, puede ser una solución a la crisis energética. Es una fuente inagotables y de suministro constante. Los países con actividad volcánica son los más privilegiados: Irlanda, Japón, Nueva Zelandia, y sobre todo Chile, donde se ubica el 10% de los volcanes del mundo. Ello indica que la fuente de calor está cerca de la superficie y es más fácilmente aprovechable.

A primera vista pareciera que la energía geotérmica reúne todos los requisitos necesarios: es inagotable y entrega un suministro continuado de una energía absolutamente limpia. Su aprovechamiento es una realidad, ya que se han logrado desarrollar tecnologías que hacen posible su utilización a un costo razonable. El proceso consiste en fracturar rocas calientes del subsuelo, e inyectar agua para que circule entre ellas. Posteriormente ésta se bombea a la superficie, donde pasa por un intercambiador de calor con lo que se mueve una turbina que genera electricidad.

Existen numerosos proyectos en estudio o que se están ya implementando. La primera planta comercial ya está funcionando en Landau, Alemania, (2007) produciendo 22 gigawatts-hora de electricidad por año. En Solulz, Francia, ya opera otra desde el año 2008. Se trata de una planta piloto que produce 1.5 megawatts. En Crob Schonebeck, Alemania, comenzará a operar una nueva a comienzos del próximo año. Otra planta piloto en el sur de Australia comenzará a operar también en el año 2009.

Mientras tanto, el Departamento de Energía de Estados Unidos, ya ha invertido 5 millones de dólares en una perforación geotérmica en Reno, Nevada, y comienza a inyectar agua para luego bombearla a la superficie. Un informe reciente del Massachusetts Institute of Technology (2007), estima que sólo en ese país, existe suficiente energía geotérmica como para satisfacer 2000 veces las necesidades futuras.

Para Chile, donde no se encuentra petróleo ni carbón, la energía geotérmica parece como una posibilidad real. La ubicación geográfica en el cordón de fuego del Pacífico, el que causa los sismos y concentra al 10% de los volcanes del mundo, permite ir a la segura en las excavaciones. Ya se han ubicado 20 áreas en sectores cordilleranos, desde el volcán Tacora en la Región de Arica y Parinacota, hasta Sollipulli en la Región de la Araucanía (fig 1) El Ministerio de Minería ya ha comenzado a licitar estas áreas para comenzar las excavaciones, y piensa que en la actualidad, el sistema eléctrico puede llegar a producir 13 mil Megawatts.


Donde perforar

El perforar es costoso y se calcula que representa el 60% de la inversión. Por ello es importante saber dónde se va a perforar. Hasta ahora se está guiando por los lugares donde espontáneamente aflora el agua caliente, "Es equivalente a lo que sucedía con el petróleo en el año 1800". Cuando se vaya generalizando el uso de esta energía, se irá perfeccionando la tecnología necesaria para la ubicación de las fuentes más aprovechables y de mejor uso. En las zonas de volcanes se puede ir a la segura, ya que ellos indican que el calor está cerca de la superficie. Ya se ha establecido que para encontrar rocas calientes, con temperaturas entre 150 y 250 grados, hay que perforar hasta 3 o más kilómetros. En la medida que se hace necesario perforar a mayor profundidad necesariamente se incrementa el costo, de modo que ya a los 9 kilómetros, estos suben sobre 100 millones de dólares.

Pero también están surgiendo innovaciones tecnológicas que podrían hacer el proyecto más eficiente. Una posibilidad es reemplazar el agua que se inyecta, por anhídrido de carbónico (CO2) "supercrítico", a una temperatura y presión lo suficientemente alta, como para proporcionarle simultáneamente la propiedad de gas y de líquido. En el proceso el CO2 queda secuestrado en la roca. El modelo que fue descrito por Donald Brown, de Los Álamos National Laboratory en New México en el año 1990, puede incrementar la salida de calor ya que el CO2 supercrítico se mueve en el sistema, más rápido y fácilmente que el agua. Se estima que puede incrementar la extracción de calor en un 50% y puede secuestrar alrededor de 3.6 toneladas de CO2 por cada megawatt-hora de electricidad que produce. Sin embargo, hay algunos problemas: inyectar líquidos en las rocas secas y calientes puede ocasionalmente producir temblores. Un proyecto en Basilea, Suiza, tuvo que suspenderse en el año 2006, después que se asoció a un temblor grado 3 a 4. La verdad es que no se sabe por qué ni cómo se producen estos temblores.


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