La nave Hayabusa, volvió a la Tierra después de viajar durante siete años
( Creces, 2010 )

Fue en Septiembre del 2005 cuando la nave espacial japonesa Hayabusa, después de viajar cuatro mil millones de kilómetros, se acercó al asteroide Itowaka, a una distancia de 20 kilómetros y luego, después de algunas dificultades, pudo descender suavemente hasta posarse sobre su superficie durante 30 minutos Itowaka es un asteroide pequeño (fig. 1), con una masa de 250 metros, cuya órbita elíptica pasa entre Martes y la Tierra (fig.2) Con su llegada cumplió su primer objetivo: visitar por primera vez un asteroide. El viaje había sido largo, habiéndose iniciado el año 2003, demorándose tres años. Durante dos meses y medio, la nave, a 20 kilómetros de distancia, realizó observaciones científicas, observando la forma del asteroide, de su terreno, la composición mineral de su superficie y la forma en que esta reflejaba los rayos del sol.

Como segundo objetivo, la nave tenía que perforar la superficie, tomar una muestra de ella y volver trayéndola a la Tierra (La nave japonesa Hayabusa llegó al asteroide Itawaka y viene de vuelta). Fue así como aterrizó brevemente en la superficie de Itowaka. De este modo también lo cumplió, cuando después de siete años de su partida, y de acuerdo a lo programado, el 13 de Junio del 2010, aterrizó de vuelta en el desierto australiano de Womera. La capsula de 17 kilos de peso entró a la atmósfera tres horas después que se desprendiera de la nave nodriza. Las imágenes la mostraron convertida en una incandescente bola de fuego que se precipitaba a una velocidad de 12 mil metros por segundo (fig. 3) La capsula desprendida de la nave, aterrizó suavemente frenada por un sistema de paracaídas. Ahora falta comprobar si trae o no muestras recogidas de la superficie del asteroide. De traerlas, serian los primeros fragmentos que llegan a la Tierra, provenientes de un cuerpo planetario, desde cuando los astronautas de Apolo trajeron rocas de la luna hace ya 40 años. Los científicos debieran estar ocupados durante un año investigando el contenido y su composición.

La hazaña sin duda que ha sido notable y no estuvo exenta de dificultades. Los paneles solares se degradaron por efecto de las llamas solares y además se echó a perder uno de los motores propulsores que expelían iones del plasma retro-propulsando la nave. También fallaron dos de los tres giroscopios que controlaban la altitud. Mas tarde, el 8 de Diciembre del 2005, los controladores del Instituto del Espacio y Ciencias Astronáuticas de JAXA, cerca de Tokio, perdieron contacto con la nave y llegaron a dar por fracasado el proyecto. Mas tarde, sorpresivamente se restableció el contacto y en Abril del 2007 la nave pudo comenzar su vuelta a casa.


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