Newton, a mas de 300 años de sus principio
( Publicado en Revista Creces, Enero 1988 )

Poco más de tres siglos, se publicó la obra cumbre de uno de los pioneros del pensamiento científico moderno. Descubridor del principio de la gravitación universal, transitó con igual brillo por la matemática, la óptica, la mecánica y la filosofía, dando a su obra una trascendencia reconocidamente universal.

Se han cumplido 312 años desde que Sir Isaac Newton terminara de publicar su obra cumbre: "Philosophiae Naturalis Principia Mathematica" más conocida como los "PRINCIPIA", piedra angular del conocimiento científico moderno.

Newton nació en Lincolnshire, Inglaterra, en la Navidad de 1642, el mismo año en que murió otro gran gigante de las ciencias: Galileo Galilei.

Isaac no tuvo padre, pues éste - campesino analfabeto- murió, un par de meses antes del nacimiento de su hijo. Los pronósticos de vida del pequeño eran escasos, puesto que nació sietemesino. Para colmo de males su madre se volvió a casar pronto, dejándolo en manos de la abuela materna. Este hecho marcó indudablemente al niño, que se tornó "tranquilo, silencioso y reflexivo", aunque poseía una gran imaginación. Cuando Isaac ya era casi un jovencito de 11 años, la madre regresó al hogar materno, nuevamente viuda, y con tres hijos, hermanastros de Isaac. El joven no demostraba habilidades para los trabajos del campo, de modo que por consejo de un tío, se le envía a los 18 años al Trinity College de Cambridge (1661). "Su menguada condición (sizar) le da derecho al `mantenimiento` a cambio de realizar tareas serviles, como llevar recados para su tutor, servir a la mesa y comer las sobras" (OPTICA, Introducción y Notas de C. Solis, Ed. Alfaguara, Madrid, 1977).

En Cambridge, Newton lee a los grandes clásicos de la filosofía y las matemáticas: Euclides, Kepler, Descartes, etc. Se dice que le bastaba leer los libros "una vez" para comprenderlos.

En 1665 se recibe de Bachiller en Artes, pero la gran peste, temida peste, se cierne sobre Inglaterra haciendo que los alumnos de Cambridge sean enviados a sus casas. Esta circunstancia permitió que, en la apacible quinta que su familia poseía desde hacía un par de siglos, allí, a la sombra de añosos árboles, tal vez observando los rayos de sol al filtrarse por el follaje o el paso de la Luna o del Sol por los claros del cielo, concibiese las grandes ideas básicas que revolucionarían al mundo. Estas ideas las fue amasando, elaborando y perfeccionando a lo largo de toda una vida, permitiéndole elevarse a las más grandes alturas del intelecto humano.

Dice don Desiderio Papp ("Ideas revolucionarias de la ciencia", Ed. Universitaria, Santiago, 1975): "No hay en la historia del pensamiento científico una obra de mayor alcance, ni más profunda repercusión que la de Isaac Newton. Por notables que fuesen los éxitos de los grandes hombres que le precedieron, ninguno de ellos logró alcanzar la trascendencia y la amplitud de los conocimientos que Newton legara a la posteridad. Descubridor de la gravitación universal, coinventor del cálculo infinitesimal, iniciador de la óptica moderna, codificador de la mecánica, introdujo fundamentales innovaciones a la vez en matemáticas, astronomía, física y más generalmente en la visión filosófico-científica de la naturaleza".

¿Cuáles fueron esas grandes ideas que concibiera en la granja paterna cuando frisaba los 24 años? Básicamente tres: el cálculo infinitesimal, la teoría y composición de la luz y la gravitación universal.

Cálculo infinitesimal. Isaac Newton concibió el cálculo infinitesimal, al que llamó "método de las fluxiones", como un medio para resolver los problemas que se planteaba acerca del movimiento y trayectoria de los cuerpos. Lo concibió, en consecuencia, no como un acto mental de matemática pura, sino aguijoneado por la necesidad de disponer de una herramienta que le permitiese resolver un problema concreto. No obstante ello, este aporte ha sido uno de los más grandes avances en el desarrollo de las Matemáticas, tanto, que aunque no hubiese hecho otros descubrimientos, éste es lo suficientemente importante para hacerle ocupar un destacado sitial en la historia del saber humano. Este método, si bien apareció como aplicación en los PRINCIPIA (Libro 1°, 1686), lo venía empleando desde 1665 cuando salió, debido a la peste, con asueto universitario a su casa de Lincolnshire.

Pero no todo fue miel sobre hojuelas, porque al otro lado del Canal de la Mancha había un matemático de fuste, Leibniz, que también había descubierto el cálculo infinitesimal. Este hecho le trajo consigo agrias polémicas en cuanto a la paternidad del método. Los hechos demuestran que ambos sabios lo descubrieron independientemente, y que si bien Newton lo hizo antes, lo publicó con posterioridad a Leibniz. Aún más, el mismo Newton, en las primeras dos ediciones de sus PRINCIPIA, expresa que "hace 10 años, el Excelentísimo Geómetra G. W. Leibniz... me expresa tener un método similar al mío" comentario que el mismo Newton borró en la 3a edición, cuando había arreciado la polémica, convirtiéndose casi en una discusión de orden internacional entre Inglaterra y Alemania. Un francés que tercia en la polémica, a la muerte de Newton, pone pimienta en el entredicho opinando que "si Leibniz lo hubiese tomado de Newton (el cálculo infinitesimal) al menos se parecería a Prometeo en los infiernos robándoles el fuego a los dioses para dárselo a los hombres" (Fontanelle, 1727).

La luz y los colores. Newton tenía una concepción típicamente mecanicista de la luz. La concebía como un conjunto de partículas lumínicas que, emitidas por los cuerpos luminosos, emergían de ellos en línea recta y a gran velocidad, idea que, por lo demás, ya sustentaban los griegos. Llegó a esta conclusión, lamentablemente errada, guiado por una gran cantidad de experimentos que realizó con rayos solares a través de prismas, espejos y lentes. Los resultados de estas experiencias y sus conclusiones las publicó tardíamente, en 1704, a los 62 años, empujado por sus discípulos y amigos cuando ya había renunciado como profesor a su cátedra de Cambridge.

Pareciera que presentía que su "teoría corpuscular" de la luz no era la correcta. En general, tenía una fuerte aversión a las polémicas y por ello era reacio a publicar. Curiosamente su OPTICA apareció con posterioridad a la "teoría ondulatoria" de la luz, propuesta por otro gran genio, el holandés Cristian Huygens (1690), contender de Newton. ¿Sería que por entonces, algo mermado en su vitalidad, lleno de compromisos y honores (Director de la Casa de Moneda, Presidente de la Real Sociedad) no podía estar al día, como lo estaba antes, en materia de avances científicos?. No lo creemos. Newton era meticuloso, persistente, exhaustivo y lógico. Lo que ocurrió es que confió más en sus propias experiencias directas, realizadas en su juventud y a lo largo de su carrera como profesor en Cambridge, que en las deducciones de Huygens. "Errare humanum est" aún para los genios.

No obstante ello, su OPTIKS contiene a lo menos tres importantes aportes:

1° Subyace en toda la obra un brillante método experimental exhaustivo y lógico, superando con creces al de Galileo y que brindó un modelo de lo que debe ser la ciencia experimental.

2° Descubrió que la luz blanca (solar) se descompone en haces de colores, dando una correcta explicación de los fenómenos cromáticos, entre ellos, la formación del arco iris. En su honor hoy, a los anillos coloreados formados en láminas delgadas, por ejemplo en pompas de jabón, se les llama "anillos de Newton".

3° Dedujo que sería difícil construir un lente que no descompusiese la luz (aberración cromática) por lo cual propuso telescopios de espejo, llamados en su honor "telescopios Newton" y que han sido la base de los grandes telescopios modernos. Dice en su OPTIKS: "Construí dos de estos telescopios hace 16 años y todavía conservo uno en mi poder, con él puedo dar fe de lo que escribo".

La gravitación universal. Newton expuso su magna teoría en la publicación más grande del género humano: Las "PRINCIPIA". Escrita en forma limpia, concisa y precisa, ofrece - como dice Fontanelle - "en base a la más profunda geometría, un nuevo sistema de filosofía, que al principio no alcanzó toda la fama que merecía. Como está escrita con gran conocimiento, concebida en pocas palabras y sus conclusiones surgen súbitamente, se requiere tiempo para dominarla. Geómetras de prestigio no llegan a comprenderla sin gran aplicación... A la postre... los aplausos que lentamente fue ganando estallaron por todas partes y se unieron en una general admiración (Elogio a Sir Isaac Newton, después de su muerte, Academia de Ciencias de París, 12/11/1727).

La obra está dividida en tres libros: Los dos primeros tratan las bases físicas y matemáticas de un sistema general de mecánica, en el cual los cuerpos extensos son considerados como puntos en los que se concentra su masa. El principio fundamental de su teoría postula que toda partícula material atrae a otra en proporción directa al producto de sus respectivas masas y en proporción inversa a las distancias que las separan, elevadas al cuadrado.

En el libro tercero, publicado en 1687, "De mundi systemate liber", pone a prueba a estos principios aplicándolos al sistema solar, tanto al movimiento de la Luna alrededor de la Tierra, como a los satélites de Júpiter descubiertos por Galileo en 1610 y a los planetas y cometas girando alrededor del Sol.

Pero no sólo a la parte astronómica extiende su aplicación. En efecto, da una clara y completa explicación de la ocurrencia de las mareas, atribuyéndolas correctamente a la atracción de la Luna y el Sol. A este respecto, hace dos referencias a Chile; dice en el acápite 44 de "El Sistema del Mundo" (Alianza Editorial, Madrid, 1983).

..."Pues el mar no puede subir en un lugar sin bajar en otro. Es verosímil que en el Pacífico el mar se mueva según la ley expuesta. Pues dicen que en las costas de Chile y Perú una marea muy alta coincide con la hora tercia lunar, pero aún no he podido determinar con qué velocidad se propaga desde allí hasta las costas del Japón, Filipinas y la China.

La otra referencia aparece al describir las mareas en "los estrechos largos, poco profundos y abiertos"... como "el de Magallanes en su entrada oriental".

Oigamos a Einstein (1927) hablar de Newton: "Es necesario reflexionar sobre este genio que ha mostrado al pensamiento occidental tanta claridad y a la investigación el camino a seguir". "No sólo era un inventor genial, sino también dominaba extraordinariamente el material empírico de su época. Era extraordinariamente creativo en lo relativo a demostraciones matemáticas y físicas".

"Estamos tan acostumbrados hoy - prosigue Einstein - a la formación de conceptos a partir de cocientes de derivadas, que casi no podemos valorar el grado de abstracción necesaria para llegar a establecer la ley general diferencial del movimiento, para lo cual tenía que descubrir, además, el concepto de masa". "Sólo la asociación de la ley de movimiento más la ley de atracción configura la extraordinaria idea" de Newton. "La armonía lógica de su sistema conceptual consistía en que las únicas responsables de las aceleraciones de las masas eran las propias masas" (A. Einstein, "Mi visión del mundo", Ed. Tusquets, Barcelona, 1980). Digamos que Newton, encuentra, de esta forma, la concepción causal del movimiento.

En definitiva, como de un golpe, el genio pone en orden las dispersas piezas del puzzle: leyes de Kepler, mediciones astronómicas de Tycho Brahe, péndulo e inercia de Galileo, observaciones cometarias de Halley, mareas y, sobre todo, el mecanismo del sistema heliocéntrico de Copérnico, cuyo símil había descubierto Galileo al enfocar su telescopio hacia Júpiter y su cortejo de cuatro satélites.

Lo extraordinario de la vida intelectual de Newton es que sufrió una verdadera avalancha creativa en el bienio 1665-1666. El mismo Newton lo dice: "A principios de 1665 encontré el método de las series y la regla del binomio. En mayo, el método de las tangentes; en noviembre, el de las fluxiones, y en enero siguiente, la teoría de los colores y en marzo las fluxiones inversas. El mismo año empecé a meditar sobre la gravedad extendida a la Luna, y... aplicando la ley de Kepler al período de los planetas... deducir que las fuerzas que los mantienen en sus órbitas deben hallarse en proporción inversa a los cuadrados de sus distancias... Todo esto aconteció en los años de peste 1665 y 1666", pues en esos días de juventud "me aplicaba a las matemáticas y a la filosofía como no lo hice después" (G. Abetti, "Historia de la Astronomía", Ed. Fondo Cultura Económica, México, 1949).

La exposición de sus PRINCIPIA está desarrollada en un rígido marco euclidiano, que no obstante muestra un quiebre. Como dice Igor Saavedra ("Tiempo, Espacio, Movimiento". Ed. Universitaria, 1978) "para Newton el tiempo y el espacio absoluto en definitiva se confunden con Dios". En efecto, Newton no los define, como es su costumbre, sino que los da por entendidos, y refiriéndose a Dios, dice: "Él es eterno e infinito, omnipotente y omnisciente; esto es, su duración se extiende desde la eternidad a la eternidad y su presencia del infinito al infinito. Él constituye la duración y el espacio". Deberían transcurrir más de 200 años para que Einstein replanteara el problema del espacio y el tiempo.

Newton llegó a la respetable edad de 85 años sin deterioro de sus capacidades físicas. Jamás usó anteojos, sólo perdió un diente. Gustaba sacarse la peluca para lucir su blanca cabellera. Dirigió la última reunión en la Royal Society sólo días antes de su muerte. Querido y admirado por Inglaterra y todo el mundo, fue sepultado junto a los reyes en la Abadía de Westminster, con todos los honores. En su lápida se lee la siguiente inscripción: "Dad gracias, mortales, por haber existido tan grande adorno del género humano". Nosotros, a 260 años de su muerte y a más de 300 años de la publicación de sus PRINCIPIA, releamos algunas de sus páginas, a modo de homenaje.

CRONOLOGIA DE NEWTON

1639: Robert Newton (abuelo) le ofrece la quinta de Woolsthorpe a su hijo Isaac (padre) ante su próximo matrimonio.

1642 abril: Boda de los padres de Isaac Newton Jr.

1642 octubre: Muere el padre a los seis meses de matrimonio.

1642 diciembre 25: Nace Isaac a los 7 meses de su gestación.

1646 (3 años): La madre (Hannah Ayscough) se casa con el eclesiástico Bernabas Smith, quedando Isaac a cargo de la abuela materna.

1653 (10 años): Muere Bernabas Smith y la viuda vuelve a Woolsthorpe al lado de su madre. Isaac "hereda" de la biblioteca de Smith unos 200 libros.

1654 (11 años): Comienza la educación escolar.

1661 (19 años): El joven Newton ingresa al Trinity College de Cambridge como "Sizar".

1662 (20 años): El joven sufre un "stress" que desemboca en una crisis religiosa que lo lleva a hacerse un severo examen de conciencia acusándose de "preocuparse más de las cosas mundanas que de Dios".

1664 (22 años): Es elegido "Scholar" en el Trinity College. Toma clases con el distinguido matemático, profesor Isaac Barrow.

1665 (23 años): Newton recibe el título de Bachelor of Arts. Comienza la gran peste y se cierra la Universidad. Newton regresa a su hogar en junio para no volver hasta marzo al siguiente año a la Universidad.

1666 (24 años) : Gran incendio de Londres que reduce la ciudad a la mitad. Newton gesta sus tres grandes realizaciones: cálculo infinitesimal, teoría de la luz y gravitación universal.

1667 (25 años): Newton es nombrado Minor Fellow en el Trinity College. Hace sus primeras publicaciones.

1668 (26 años): Se le nombra Mayor Fellow en el Trinity College.

1669 (27 años): Barrow renuncia como profesor en favor de su discípulo Newton.

1672 (30 años): Es nombrado Fellow de la Royal Society y presenta en ella un primer escrito sobre los colores. Se entabla una áspera polémica con Robert Hooke, a la sazón secretario de la Royal Society, que les enemista por varios años.

1675 (33 años): El Rey Carlos II crea el Observatorio de Greenwich. Newton expone su hipótesis sobre las propiedades de la luz.

1676 (34 años): Röemer logra medir la velocidad de la luz a partir de los eclipses de los satélites de Júpiter. Newton reafirma la creencia de que la luz está compuesta de partículas que se mueven velozmente.

1683 (41 años): Newton se dedica con ahínco a la química, su nueva pasión. Su asistente dice: "Unas seis semanas tanto en otoño como en primavera el fuego de su laboratorio rara vez se apaga"... "la transmutación de los metales era su finalidad fundamental" y "el antimonio el ingrediente más importante".

1684 (42 años): Edmund Halley le expone a Newton el problema de cuál es la curva de un cometa atraído por el Sol y solicitado por una fuerza inversa al cuadrado de la distancia. Newton retoma el tema de la gravitación y empieza a preparar los "PRINCIPIA" aguijoneado por Halley.

1686 (44 años): Presenta los "PRINCIPIA" en la Royal Society. Hooke lo acusa de plagio.

1687 (45 años): Se publica la primera edición de las "PRINCIPIA" con prólogo y ayuda pecuniaria de Halley. Consta de tres libros.

1693 (51 años): Newton trabaja con ahínco en el laboratorio. Sufre un brote de demencia con delirio de persecución que lo aleja de amigos y conocidos. Mejora notablemente a fines de año.

1696 (54 años): Se le nombra Secretario de la Casa de Moneda.

1697 (55 años): Miembro del Consejo de la Royal Society. Leibniz plantea dos problemas a los matemáticos de la época que sólo pueden resolverse por medio del cálculo infinitesimal. Newton los resuelve rápidamente con su método de las "fluxiones".

1699 (57 años): Newton, como Secretario de la Casa de Moneda, emprende una tenaz lucha contra los falsificadores, llevando a la cárcel y al cadalso a varios de ellos.

1700 (58 años): Asciende a Director de la Casa de Moneda.

1701 (59 años): Newton defiende el uso del papel moneda.

1703 (61 años): Presidente de la Royal Society.

1704 (62 años): Se publica la primera edición de su "OPTIK".

1705 (63 años): Es nombrado Caballero por la Reina. Altera su currículum, adelantando la fecha de matrimonio de sus padres, frente a la sospecha de haber sido concebido antes del matrimonio.

1712 (70 años): Se critica la concepción newtoniana de espacio y tiempo absoluto, se agudizan las controversias con los sabios continentales.

1713 (71 años): 2a Edición de los PRINCIPIA.

1719 (77 años): Halley, amigo de Newton, se hace cargo del Observatorio Real de Greenwich.

1727 febrero: Quema papeles, manuscritos y cartas valiosas para la historia. Asiste a su última reunión en la Royal Society.

1727 marzo 20: Ese día lunes, de madrugada, muere en su lecho, sin pedir los ritos finales. Tiene 85 años.


NEWTON Y EL COMETA DE HALLEY

Edmund Halley, astrónomo inglés, en cuyo honor se bautizó al famoso cometa que lleva su nombre, jamás descubrió cometa alguno.

Su fama se debe a que tuvo la genial intuición de sospechar, con acierto, que los cometas no eran cuerpos celestes que pasaban como bólidos en línea recta (como afirmaban los sabios de la época, entre ellos Kepler) sino que describían curvas alargadas alrededor del Sol.

Esta idea se la indujo Newton, que era su amigo, después de que ambos discutieron largamente el problema. Newton calculó la trayectoria aplicando su "teoría" de la gravitación concluyendo que la curva descrita era "muy oblonga a causa de la atracción del Sol".

Halley, perfectamente interiorizado de las ideas gravitacionales de Newton, aplicó el método de cálculo de las trayectorias a más de una veintena de cometas (tarea hercúlea, tediosa, que hoy sólo se hace con computadoras). Desenmarañando, dentro de un bosque de datos no muy fidedignos, aquellos que le parecieron más confiables y cotejando los resultados, encontró, después de varios años de esfuerzo, que el cometa observado en 1682 tenía el mismo recorrido que el de 1531 e igual que el de 1607 (Encontró otras similitudes, posteriormente fallidas). Convencido de que se trataba de un mismo cometa que describiría una órbita muy elongada, pero cerrada, alrededor del Sol, predijo que aquél retornaba cada 76 años y que su próxima aparición ocurriría, como afirmó, "alrededor de 1758" en cuya ocasión, "la posteridad no se negará a reconocer que el primero que lo predijo fue un inglés". Halley no tenía ninguna esperanza de verlo, pues para entonces debería llegar a los 102 años de vida, y sólo vivió 86.

Podríamos afirmar entonces que Halley conoció pero no vio nunca "su cometa".

Cuando en 1758-1759 este reapareció, el nombre de Edmund Halley surgió como un gigante y tras él se agrandó aún más la imagen de Newton, ya que el acontecimiento fue una brillante demostración de la ley de la gravitación universal.

"Halley tuvo un cometa y Newton todo el Universo", dice Calder.

Newton era serio, ceñudo, poco comunicativo y desconfiado. En contraste, Halley era dicharachero, alegre y bueno para el coñac. Tal vez por eso fueron buenos amigos. Tanto, que Halley al ver la resistencia de Newton para publicar sus PRINCIPIA, aparte de empujarlo a ello, costeó, de su bolsillo, la impresión de la obra.

Halley y su cometa están indisolublemente unidos a la gran obra de Newton.


LA MANZANA, LA LUNA Y LA GRAVITACION UNIVERSAL

Es curioso que la manzana ocupe, entre las frutas, un lugar tan prominente en la historia del hombre. La encontramos en los remotos tiempos de la creación bíblica, por cuya tentación tuvimos que abandonar el Paraíso y quedarnos para siempre, con una protuberancia en el cuello, que las corbatas nos ayudan a destacar sobre su nudo. La encontramos también en la historia de Guillermo Tell, cantada por Schiller y... en fin, la encontramos en la conocida anécdota de la manzana que le habría remecido la cabeza a Newton cuando dormitaba a la sombra de los manzanos en su quinta de Woolsthorpe.

¿Es cierta esta anécdota? Oigamos a través de "Ideas revolucionarias de la ciencia" a nuestro ilustre y querido historiador, profesor Desiderio Papp:

Descartemos, por lo pronto, la conocidísima anécdota - relatada por un amigo de NEWTON, el arqueólogo WILLIAM STUKELEY y propalada entre otros por el espiritual filósofo VOLTAIRE -: "El día (15 de abril de 1726) era cálido - escribe STUKELEY -. Para tomar el té, después del almuerzo, nos sentamos NEWTON y yo en el jardín a la sombra de los manzanos. En medio de la conversación, él me contó que en esta misma situación se le había ocurrido, en su tiempo, la idea clave de la gravitación. Fue la caída de una manzana, la que le sugirió sus meditaciones".

El reverendo STUKELEY, 45 años menor que NEWTON, tenía contactos con él en los últimos años de la vida del gran físico, cuando la pasión por los estudios teológicos y bíblicos - pasión que STUKELEY compartía - era la fuerza motriz de sus pensamientos. En esta pasión intelectual del anciano se encuentra, creemos, el origen de la tradicional versión. El manzano del jardín de Woolsthorpe, ostenta una evidente semejanza con el árbol del conocimiento del jardín bíblico que suministra al Hombre el fruto del saber. Esta analogía transforma el popular relato en una leyenda, y la caída de la manzana, en un símbolo.

Muy diferente es la versión transmitida por el físico HENRY PEMBERTON, amigo de NEWTON, y editor de la tercera edición de los PRINCIPIA, la última publicada durante la vida de su autor. No hay motivos para ponerla en duda.

"Estando solo en el jardín (NEWTON) empezó a meditar acerca del poder de la gravedad. Esta no se encuentra sensiblemente disminuida ni aún a las más grandes distancias del centro de la Tierra; su acción se extiende al tope de los más altos edificios como a la cima de las montañas más elevadas. Le parecía razonable concluir que este poder seguía siendo eficaz en distancias más remotas aún. ¿Por qué no admitir que se ejerce sobre la Luna? Si así fuera, ¿actuaría sobre su movimiento? preguntaba. Tal vez la Luna esté retenida por esta fuerza en su órbita. Aun cuando el poder de la gravedad (razonaba NEWTON luego) no es sensiblemente disminuido en los pequeños cambios de distancia, en las que nosotros podemos colocarnos con respecto al centro de la Tierra, es muy posible que en la altura de la órbita lunar este poder tenga una intensidad muy diferente de la que posee aquí. Para evaluar cuál podría ser el grado de disminución, suponía que de ser retenida la Luna en su órbita por la fuerza de la gravedad, indudablemente también los planetas estarían llevados en torno al Sol por un poder similar".

Genial razonamiento jamás desmentido y que ha permitido al hombre el gran desarrollo que muestra en materias científicas, especialmente en las ciencias del espacio.

No exageró el poeta inglés (A. Pope) cuando cantó:

"La Naturaleza y sus leyes yacían ocultas en la noche;
Dios dijo: ¡Hágase Newton!, y todo fue luz".




Gabriel Rodríguez Jaque

Facultad de Ciencias Físicas y Matemática
Universidad de Chile.


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