La lombricultura
( Publicado en Revista Creces, Agosto 1987 )
La utilización industrial de estos invertebrados abre interesantes perspectivas, tanto de desarrollo industrial como de manutención de un ambiente descontaminado.
Lombricultura. Definir esta actividad zootécnica es simple, como todo lo que representa en sí. Es un principio económico y social, que por medios naturales hace uso de ciertas especies de Anélidos Lumbrícidos, los cuales están capacitados para degradar las complejas materias orgánicas biodegradables, llevándolas a instancias químicas y físicas simples, capaces de reiniciar el ciclo natural de utilización vegetal, produciendo una real y efectiva descontaminación que deriva en equilibrio ecológico y mejor salubridad.
Veamos quiénes son estos desconocidos personajes. Según la clasificación de Bouche, dentro de los invertebrados, el Phylum Anélidos engloba a la clase Oligoquetos (pocas cerdas), los que a su vez se subdividen en Orden, luego Sección, de ahí a Superfamilia, Grupo y Familias, dentro de las cuales encontramos los Lumbrícidos, que comprende las lombrices terrestres, que en número superior a 8.000 pueblan todos los rincones del mundo, clasificándose ahora en Género y Variedad.
En esta larga clasificación zoológica, finalmente encontramos a Eisenia fetida, que es el Lumbrícido que reúne las cualidades y características más ventajosas para ser utilizado ampliamente por el Hombre moderno en la recuperación de la materia orgánica producto de desecho o residuo en todas las actividades agrícolas, industriales y urbanas.
Eisenia fetida. Esta lombriz, de color rojizo en su parte superior y blanquecina en su vientre, es la variedad de anélidos que mejor se adapta al cautiverio, presenta una alta sociabilidad, lo cual deriva en que alcanza altísimas densidades poblacionales en los cultivos lombrícolas dirigidos; manifiesta una amplia tolerancia a condiciones climáticas, como también a las características químicas y físicas del medio en que vive.
Esta variedad es hermafrodita dependiente, por lo que alcanzada la madurez sexual (entre el 3er y 5to mes de edad), se aparean periódicamente colocando una cápsula, la que forman externamente en su cuerpo, que termina su ciclo formativo en 15-24 días. Desde esta cápsula eclosionarán desde 2 a 12 o más lombrices muy pequeñas, plenamente formadas y totalmente suficientes, que pesan menos de 1 mg, pero manifiestan un acelerado metabolismo, lo que se traduce en que el 3er mes de edad estén pesando unas 300 veces más, situación que dependerá de la época del año, de la calidad del alimento brindado y de la densidad poblacional total.
Eisenia fetida en pleno estado adulto llega a medir unos 10-12 cm, pesando entre 0,75 y más de 1,00 g, produciendo una cápsula semanal y alcanzando la más alta tasa de fertilidad.
Otra cualidad importante es que está capacitada fisiológicamente para ingerir una amplia variedad de alimentos orgánicos, los cuales succiona en una mezcla húmeda debido a que no posee sistema bucal triturador. Lo anterior implica que la humedad del medio deberá ser constantemente alta (más de 70%).
Excedentes orgánicos biodegradables
Países en vías de desarrollo, como el nuestro, hacen hoy día una utilización parcial y hasta poco imaginativa de los excedentes orgánicos que se producen, mal llamados basuras. Gran cantidad de éstos constituyen verdaderos problemas de contaminación y desperdicio de recursos, con el consiguiente empobrecimiento del suelo y deterioro del patrimonio de estas naciones.
Según datos elaborados por el Centro de Investigación y Desarrollo de Lombricultura, CEILOM Alto Jahuel, las fuentes contaminantes susceptibles de ser transformadas y recuperadas por la Lombricultura en Chile serían las indicadas en la figura 1.
Si consideramos que el país en la década de los ochenta, tenía una población de 12.000.000 de habitantes, se puede decir que se producieron 1,54 T/habitante/año de desechos orgánicos biodegradables, que pudieron recuperarse transformándolos, por intermedio de la lombriz, en productos de mejor valor agregado, siguiendo un curso natural, descontaminante e ingenioso.
Todos estos desechos orgánicos la Lombricultura los revaloriza a la categoría de recursos, los que, a su vez, manejados tecnológicamente, resultan adecuados para ser aceptados por la lombriz como sustrato alimenticio. En tales condiciones son dispuestos en lechos de madera o cualquier otro material apropiado para tales efectos, en forma periódica y los anélidos los van consumiendo y transformando a humus de lombriz.
Transformación de los excedentes orgánicos
La actividad de las lombrices en los lechos de manejo industrial funciona en el sentido de acelerar la descomposición de la materia orgánica que se le ha brindado como alimento. Ingieren una mezcla de restos orgánicos que se ve sometida a diversos procesos durante el paso intestinal y luego evacuada en forma de heces. Una fracción de los elementos de dichas heces se descomponen con pérdida de CO2 y liberación de elementos minerales. Esta descomposición-digestión se realiza con la ayuda de procesos microbianos, tanto en la mezcla orgánica alimenticia como en la cavidad intestinal. Si la descomposición no llega a ser completa, las lombrices reciclan nuevamente dicho sustrato, reingiriendo sus heces al cabo de cierto tiempo, sufriendo, entonces, un nuevo ataque bacteriano. Así, una fracción cualquiera de la mezcla alimenticia se ve periódicamente sometida al paso a través del intestino de la lombriz, durante el cual son trituradas, procesadas químicamente y mezcladas en diferentes fases, además son enriquecidas por los microorganismos presentes, los que junto a las lombrices complementan su acción en la degradación de la materia orgánica.
El proceso de ingestión-digestión produce, a su vez, una auténtica pulverización de la microflora, la que es sucesivamente tragada y expulsada por las lombrices de modo que algunas poblaciones de protozoos y algas son íntegra o parcialmente asimiladas por el invertebrado, mientras que otras parecerían estar protegidas; pero en su globalidad, las colonias de microorganismos no logran mantener su unidad, de forma tal que los sobrevivientes pueden ser dispersados por las lombrices y llegar a zonas aptas para una nueva colonización beneficiosa.
El paso de la materia orgánica a través del intestino de la lombriz presenta aún otro efecto; una parte de lo ingerido resultará metabolizado hacia formas químicas, derivando en crecimiento y desarrollo de tejido. Dicha transformación arroja productos de excreción como dióxido de carbono, amonio, urea, etc. Otra fracción será destinada a la elaboración de mucus, compleja sustancia rica en proteínas y carbohidratos que le permite movilizarse y protegerse de la agresividad del medio.
Las heces de las lombrices evolucionan rápidamente por la influencia de las bacterias, lográndose así la síntesis (ya iniciada en el intestino) de macromoléculas orgánicas complejas. De ellos el más importante es un coloide complejo que recibe el nombre de Humus, que se estabiliza con participación de elementos biógenos (fósforo, potasio, etc.).
Humus de lombriz
Humus, cuyo significado etimológico en griego antiguo es "cimiento", compuesto principalmente por carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno y menor proporción de oligoelementos, no presenta una composición química cuantitativa estable. Muestran un amplio rango de pesos moleculares, desde 3.000 a 500.000 Daltons con presencia de grupos reactivos como OH (hidroxilo) y COOH (carboxilo), con las siguientes características: presentan amorfismo estructural, polimerización tridimensional, carácter acídico, elevado peso molecular, naturaleza aromática variable, inexistencia de fórmula estructural adecuada, relación C/N<15.
Así, la materia orgánica que ingiere Eisenia fetida es rápidamente humificada, partiendo por una severa fragmentación y mineralización enzimática, que ocurre en el primer tercio del sistema digestivo. El material orgánico degradado, al pasar por la fracción intestinal, es ampliamente colonizado por una alta carga simbiótica y posteriormente deyectado al medio, en donde se acumula para luego ser extraído desde los lechos de cultivo lombrícola.
El material humificado por la acción digestiva y enzimática de Eisenia fetida muestra una capacidad de intercambio catiónico entre 70 a 100 meq/100 g suelo seco, lo que deriva en un aumento fuerte en la capacidad de retención de nutrientes y agua, ambos ampliamente demandados por los vegetales.
La alta superficie específica de este material húmico se traduce en una elevada superficie de contacto lo que le permite retener mayor cantidad de agua, la que queda disponible para el uso vegetal.
Otra característica de interés en el humus de lombriz es su capacidad de aportar ciertos niveles de hormonas de crecimiento vegetal, que permite que éste sea utilizado en propagación de vegetales.
Producción y comercialización
Un lecho industrial de lombrices, manejado con la tecnología adecuada, de 20 x 1 x 0,3 m (largo, ancho, alto), con un alimento balanceado y oportunamente dispensado, puede producir alrededor de 3.500 Kg. de humus de lombriz al año (45 % de humedad), el cual es adquirido a nivel de productor por una empresa comercializadora a razón de $ 15/K (45 % de humedad)Fuente: HUMUSA LTDA. Base junio/87).
Podemos observar, entonces, cómo en forma real y concreta, hoy día en el país se recuperan los desechos orgánicos biodegradables, trasformándolos en un producto de elevado valor agregado, con un mercado potencial de creciente demanda, gracias al trabajo silencioso y continuo de las lombrices.
Proteínas de lombriz
El elevado desarrollo poblacional de las lombrices bajo manejo industrial permite disponer rápidamente de altos excedentes cárneos, susceptibles de extraer y utilizar.
CEILOM-Alto Jahuel, Centro de Investigación y Desarrollo de Lombricultura, conjuntamente con la Facultad de Química de la Pontificia Universidad Católica de Chile, diseñaron una metodología tecnológica para el procesamiento y reducción de la masa cárnea extraída hasta harina de lombriz, obteniendo resultados muy promisorios, que aseguran un sitial económico importante para este producto, debido a sus características químicas y nutricionales.
La harina de lombriz ha demostrado ser una excelente promotora del apetito, por lo cual ha sido incorporada en bajos niveles de sustitución de otras fuentes proteicas animales en las dietas comerciales de uso animal, como también en la producción de salmones y truchas. En Japón su uso es amplio, en Inglaterra han habido interesantes estudios en la nutrición de aves (carne y postura), cerdos, aves finas (faisanes, pavos reales), etc., lo que anima a trabajar en este frente.
Nuestros trabajos con distintos animales comerciales (truchas, aves broiler, codornices, etc.), en los cuales hemos estudiado el comportamiento nutricional de la harina de lombriz, han arrojado buenos resultados cuando se emplean bajos niveles de sustitución. Otro interesante trabajo que se realizó empleando lombrices vivas en la alimentación de ranas (Grande Chilena), cuyas carnes son ampliamente apetecidas por los países europeos, mostró una veta con insospechadas potencialidades para la Batracicultura.
Producción y comercialización
Cada lecho industrial de lombrices puede producir unos 700 K/año de carne de lombriz, la que reducida se transforma en aproximadamente 70 K/año de harina de lombriz.
El valor de la harina de lombriz lo determinará sus características nutricionales, químicas y físicas, pero estimaciones bien fundadas hacen preveer que el valor de esta harina no podrá ser inferior a la harina de pescado, vale decir, $ 100/kilo (base junio `87).
Perspectivas lombricolas
Para nuestro país es un orgullo haber sido iniciador de la Lombricultura el Latinoamérica (hacia 1981), gracias a la imaginación, audacia y visión futurista de algunos empresarios chilenos.
Hoy en día se ha logrado una perfecta conjunción entre Empresa Privada-Universidad-Autoridad Gubernamental, que ha permitido lograr avances significativos en el desarrollo e investigación en esta área. Esto se ha traducido en que se esté importando esta tecnología a países hermanos como Perú, Ecuador, Colombia, siendo inminente tal traspaso tecnológico para Argentina, Uruguay; todos estos países tienen problemas similares de manejo de los desechos (¿o recursos?) orgánicos biodegradables.
Basuras urbanas
En el contexto social, la Lombricultura puede llegar a ser una alternativa de alto interés en el procesamiento y recuperación de la componente orgánica de las basuras urbanas. En tal sentido se presentó un proyecto a la Intendencia de la Región Metropolitana para que, a través de la Lombricultura, acceder a una efectiva protección del medio ambiente, al recuperar las basuras urbanas y evitar los problemas de contaminación.
Este proyecto contó con la activa participación de la I. Municipalidad de Pudahuel, CEILOM Alto Jahuel, e investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El plantel piloto estuvo ubicado en El Noviciado (sector aeropuerto de Pudahuel) y contó con 104 lechos de lombrices.
Aguas servidas
En las principales ciudades italianas, inglesas y de otros países europeos, como también de EE.UU., las aguas servidas domiciliarias e industriales se tratan antes de ser usadas en agricultura. Tal proceso deja un sedimento rico en materia orgánica el cual es descompuesto aeróbicamente y llevado a lo que se llama "lodo activado". Este lodo es un excelente alimento para las lombrices, las que se reproducen con gran celeridad y pasan a constituir una biomasa, que aplicada al suelo (praderas) constituye una fuerza restablecedora de los equilibrios naturales desplazados por el Hombre.
Resultaría de alto interés contar con las facilidades para hacer estudios de descontaminación, por ejemplo, del Zanjón de la Aguada, a través de la Lombricultura y permitir que estas aguas queden aptas para el uso agrícola y no se produzcan los problemas de enfermedades entéricas que todos conocemos.
Creemos firmemente que esta actividad zootécnica puede brindar a los países en vías de desarrollo un gran beneficio, pero también creemos que éste sería mayor aún si se pudiese crear una CULTURA DEL DESECHO en la comunidad, vale decir, un plan de educación desde los niveles básicos para enseñar al Hombre a entender que está inserto en un medio natural, el cual debe proteger, defender y mejorar.
Luis A. Velásquez Bahamondes
Centro de Investigación y Desarrollo de Lombricultura
CEILOM - ALTO JAHUEL
Para saber más
(1) DELGADO, M.J. (1986). Abastract II Jornadas Nacionales de Lombricultura. Humus de Lombriz: Caracterización y Valor Fertilizante. 38-52.
(2) FELBECK, G.T. (1971). Chemical and Biological Characterization of Humic Matter. In: Soil Biology and Biochemistry. McLaren and Skujius (Ed). M. Dekker Inc., New York. 36-59.
(3) URZUA, H. (1978). Materia Orgánica y Sustancias Húmicas del Suelo. Publicación N-19, Dpto. de Suelos, Facultad de Agronomía, P.U.C., Santiago. 77 pp.
(4) VELASQUEZ, L.A. (1986). Revista Alimentos, Vol. 11, N° 1,15-21. Revista Alimentos, Vol. 11, No 4 9-13.