¿A quién le puede importar que escaseen las tierras raras? La respuesta es categórica: a todas las industrias electrónicas y de tecnologías avanzadas propias de la era actual. Ello incluye equipos catalíticos para automóviles, baterías de vehículos híbridos, teléfonos celulares, pantallas planas de televisión, pantallas de cristal líquido, las nuevas luminarias, los productos fosforescentes, las tecnologías de rayos láser, los imanes permanentes, los catalizadores de la industria del petróleo, las piedras de encendedores, los paneles solares y todos los Gadget de nueva generación, como iphone y tabletas táctiles. En la industria militar, incluye los misiles de cruceros, los proyectiles teledirigidos, los radares y los blindajes radioactivos. Es decir, toda la fabricación de equipos en que se aprovecha las propiedades específicas de cada uno de estos elementos que están contenidos en las tierras raras. Son estos los procesos industriales que se afectarían gravemente si fallara el abastecimiento de estos elementos.

Se trata de 17 elementos químicos: escanio e iterio, más un grupo de 15 elementos lantánidos (4 electrones en la capa f), que en la tabla periódica van desde el 57 al 71: Tantano, cerio, prosetio, neodimio, prometio, sanario, europio, gadolinio, terbio, disprobio, holmio, erbio, tubio, iterbio y lutecio.

Es el nombre de "tierras raras" lo que desconcierta. En realidad se trata de tierras que contienen metales de propiedades muy especiales, que se encuentran difusamente distribuidas en corteza terrestre en muchas regiones del mundo. El descubrimiento de estas propiedades es lo que las ha ido haciendo indispensable en el progreso de las nuevas tecnologías. Desde luego, no son elementos escasos en la naturaleza. Así por ejemplo, el cerio, el itrio y el neodimio, son más abundantes que el plomo, mientras que el tulio (el más escaso de todos), es más abundante que el oro y el platino. El Término "raro", surgió a principios del siglo XX, no porque fuesen escasos o extraños, sino que como óxidos e hidróxidos, era difícil separarlos de los metales convencionales con los que estaban mezclados (hierro, plata, uranio etc.).

¿Pero dónde está el problema? Es que en la actualidad el único país que los produce es China, y debido al incremento de su propia demanda, ha estado disminuyendo rápidamente la exportación a otros países. Hasta hace algún tiempo China exportaba el 75% de su producción, mientras que ahora exporta sólo el 25% (ver gráfico). China ha enunciado que entre el 2012 y el 2014, ya no va a exportar (Science, 11 Septiembre 2009, p.1336). En el pasado, estos elementos los producía también Estados Unidos y otros países, pero los bajos precios de las ventas chinas, llevó al cierre de las minas americanas. Actualmente China concentra el 100% de la producción mundial.

Según afirma Oliver Jazec, ello tiene una explicación (Le Mond Diplomatique, Diciembre 2010). Los estudios del profesor chino Xu Guandian, llamado "el padre de las tierras raras de China", creó en 1987 un laboratorio consagrado a la química aplicada de los elementos componentes de las tierras raras. Ello llevó a que entre los años 1978 y 1989, la producción China se incrementara en un 40% anual. Desde entonces la producción china ha estado superando por mucho la producción de Estados Unidos, la que ha ido descendiendo (ver gráfico). China llegó a liderar el mercado internacional. "Ahora, con el monopolio en sus manos, ha incrementado notablemente los precios", dice Jazec. Hoy el 97% de la extracción de metales de tierras raras, esta en China.

"Muy luego vamos a tener serios problemas", dice Ed Richardson de Thomas & Skinner, uno de los pocos productores de magnetos de alta intensidad que aún quedan es Estados Unidos (Science 26 de marzo, p. 1596). Las tierras raras están difusamente esparcidas en la corteza terrestre. Las vetas más ricas contienen entre el 4 al 9% de estos elementos, pero la mayor parte tiene el 1% o menos, por lo que dificulta extraerla por razones económicas. Sin embargo, ante la necesidad, algunas minas en Estados Unidos ya han reabierto y está reiniciando la producción. Otras nuevas están en una primera etapa de instalación. Los óxidos de tierras raras se encuentran siempre mezclados con minerales. De allí deben separarse y purificarse. Los expertos calculan que volver a tomar el ritmo productivo costará cientos de millones de dólares y más de un decenio para cumplir con las demandas. En todo caso la GAO (Government Accountability Office), ha determinado que la disponibilidad de tierras raras es vital para la seguridad nacional (USA), y de allí el apuro.

Está en riesgo la seguridad nacional, dice EE.UU.

Un informe del Congreso de EE.UU., determinó que la concentración de la producción de metales raros fuera del país lo deja vulnerable.

Estados Unidos, que alguna vez fue autosuficiente, en los últimos 15 años se ha vuelto 100% dependiente de importaciones, especialmente desde China", describe el reporte de fines de 2010. Ya para entonces agregaba que en algunos círculos se planteaban riesgos para la seguridad nacional, debido al impacto de estos minerales en la construcción de aviones no tripulados (drones), misiles teledirigidos y otros artefactos bélicos.

Similares señas de preocupación han surgido en Europa. Más apuros vive Japón, cuya industria automotriz y electrónica es altamente dependiente de estos recursos. A fines de 2010, luego que Japón arrestó a tripulantes chinos que entraron a aguas que ambos países tienen en disputa, China impidió la salida de fletes con minerales raros hacia los puertos nipones. El conflicto demostró la fragilidad de la cadena de suministro.

Sin embargo, Japón y otros países han optado por un incremento sostenido de los inventarios de metales raros, para así contar con respaldo estratégicos, mientras intenta substituir materiales. Además, Tokio también ha propiciado tanto la denominada "minería urbana"(el reciclage de materiales) como la prospección de depósitos. Hace pocos meses los japoneses descubrieron un depósito que podría satisfacer un quinto de la demanda mundial. Claro que el yacimiento está en el Pacífico, a mas de 3.500 metros de la superficie. En resumen, al menos por un largo tiempo, el mercado va a estar bajo el dominio Chino.