Dormir para permitir la limpieza del cerebro
( Creces, 2014 )
Mediante una elegante tecnología de colorantes histológicos cerebrales, los investigadores demuestran que durante el sueño, se produce una importante labor de limpieza del tejido cerebral, que arrastra restos metabólicos hacia el líquido espinal. Por ello sugieren además que la deprivación del sueño pueda ser causa de enfermedades neurológicas.
Que hay que dormir, no cabe duda. No sólo nosotros dormimos, todos los animales duermen: aves, mamíferos e incluso hasta los insectos. Sin embargo no está claro por qué hay que dormir. Unos piensan que dormir permite a la célula nerviosa abastecerse de energía, ya que el cerebro es metabólicamente muy activo, consumiendo más del 20% de las calorías que ingerimos cada día. Sin embargo, mientras dormimos, el cerebro no está en reposo, sigue metabólicamente muy activo. La razón entonces debe ser otra
(Por qué tenemos que dormir). Otros piensan que el dormir es importante para contrarrestar las consecuencias bioquímicas adversas de la elevada actividad metabólica que este tiene durante la vigilia, lo que se traduce en cantidades excesivas de radicales libres
(Los radicales libres son muy reactivos). Otra idea es que el sueño es importante para consolidar la memoria y mejorar los procesos inmunológicos
(Para qué sirven los sueños). No faltan los que afirman que es importante dormir para proporcionar un descanso periódico al organismo. Finalmente se dice que el sueño es importante para que el cerebro se vaya desarrollando y madurando
(Esfuerzos para justificar el sueño).
El año recién pasado los neurocientistas, basándose en datos objetivos, dieron un veredicto diferente. En ratas dormidas a las que se había inyectado un colorante con pigmentos al tejido cerebral, observaron que el propósito del sueño era limpiar el cerebro. Cuando las ratas estaban profundamente dormidas, observaron que se producía en sus cerebros una red de canales de transporte y que estos se expandía en un 60%, incrementándose un flujo de líquido hacia el líquido cerebro espinal (ver figura). Estos arrastraban desechos metabólicos, como las proteínas ß amiloide, que pueden aglomerarse en las neuronas y formar placas como sucede en la enfermedad de Alzheimer.
Antes de hacer este descubrimiento, los investigadores pensaban que la única forma de deshacerse de la basura metabólica era que esta se reciclara en el interior de las mismas células nerviosas. En las investigaciones posteriores han ido viendo que también en otras especies el sueño es necesario para que se produzca la labor de limpieza. Esta labor es tan importante que si ella no se realiza podría ser la causa de enfermedades neurológicas (Science 2013; 342:1440).