Qué dice el Curiosity desde Marte
( Creces, 2014 )

Ahora Curiosity tiene la oportunidad de encontrar huellas de lo que habría ocurrido en Marte en tiempos remotos. Ya está enviando resultados de las fechas evolutivas del planeta, utilizando radioisótopos, cosa que se hace por primera vez más allá del planeta Tierra.

La nave espacial Curiosity fue lanzada el 26 de Noviembre de 2011 y llegó al Planeta Rojo el 6 de Agosto del 2012. Su misión es dar respuesta a la inevitable ambición de la ciencia moderna, "saber si existe vida extraterrena". No se esperaba que él enviase algún indicio de vida antes de 2013. La primera etapa era de pruebas ingenieriles, en que había que revisar cada uno de sus componentes del robot y ensayar su avance y retroceso antes de comenzar a desplazarse por su superficie (La Nueva fase del "Curiosity" en el planeta Rojo). Lleva diversos instrumentos y cada uno está a cargo de un grupo de investigadores especializados, que deben tomar la decisión de qué hacer y elegir los lugares a explorar. En todo caso nadie esperaba que lograra enviar alguna información a cerca de la existencia de vida durante el primer año.

El objetivo inmediato era investigar la existencia de posible condiciones de ambientes acuosos, donde la vida pudiese haber sido posible y también detectar la existencia de posibles bloques químicos de vida (C, H, N, O, P, S) y huellas de proceso oxidativos. La primera sorpresa vino en Febrero, cuando Curiosity examinó rocas de una depresión llamada Yelowknife Bay y encontró evidencias de placas de arcilla en el suelo que hubiesen contenido presencia de agua no acidificada. En ellas bien podían haber existido algunos microbios simples, aun cuando no se podía predecir que allí la vida hubiese podido persistir por mucho tiempo. El 9 de Diciembre el equipo de científicos del Curiosity entregó evidencias (en parte basadas en características geomorfologicas y en parte por análisis de las rocas) que el agua venía probablemente de un lago que habría persistido por cientos de millones de años, lo que habría dado tiempo para desarrollar la vida en sus primeras etapas.

Ahora en la revista Science, en cinco artículos de cinco grupos de científicos especializados (Science 2014; 343: 386), describen la detección en el cráter Gale de un sistema de antiguos ambientes (incluyendo huellas de pasada existencia de arroyos, lagos y aguas subterráneas) que pudieron haber sido habitados por microorganismos quimo-autotróficos. Rocas de la edad Hesperiana (anteriores a 3.7 billones de años) ubican los ambientes acuosos que habrían existido al final del extremo más joven del período. Con todo, los especialistas no afirman que hasta ahora se hayan detectado trazas de alguna creatura que pueda haber existido allí.

El período húmedo del planeta debe haber ocurrido hace 4 billones de años, de modo que los rayos cósmicos habrían tenido más que suficiente tiempo como para recorrer y borrar cualquier resto fósil que pudiera haber existido en su superficie. ¿Pero desde cuándo realmente se expuso la superficie a los rayos cósmicos? En el caso de la Tierra ha sido posible detectar la edad geológica por medio del análisis de radioisótopos reactivos. Es así como se han llegado a conocer los ritmos constantes de decaimiento de varios isótopos, de modo que midiendo los niveles relativos de sus productos decaídos que actualmente existen en muestras de rocas, se ha calculado la edad en la Tierra (Escala geológica del tiempo). Lo mismo lo puede hacer Curiosity en los suelos de Marte, ya que para ello cuenta con un programa remoto que le permite analizar las muestras de esas rocas o tierras marcianas.

Comparando la cantidad de potasio-40 y el producto de su decaimiento, argón-40, en rocas de Yellowknife, ya se ha precisado una edad de 4.2 billones de años. Pero la superficie de Marte no necesariamente ha sido expuesta por tan largo tiempo. Para ser más específico, el equipo de expertos le pidió a Curiosity más precisión, mediante la determinación de tres gases-nobles, que se producen sólo cuando los rayos cósmicos han roto los átomos más pesados. Con ello han demostrado que en realidad la superficie sólo ha estado expuesta durante 80 millones de años. Esto abre esperanzas, ya que esos tiempos son más cortos. Esto permite pensar que cualquier microbio que allí haya estado, aún se podrían detectar sus restos, o huellas, o incluso que el mismo Curiosity pudiese comprobar rastros de su existencia.



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