La captura y utilización del CO2
( Creces, 2014 )

"De las palabras a los hechos": en los próximos meses ya entrará en función en Canadá, la primera central eléctrica a carbón que va a extraer el CO2 antes que este salga al aire. Con esta puesta en marcha se abre el camino para la captura y almacenaje del carbón (CCS) que deberá seguir en muchas otras partes del mundo. Ella será la más grande planta eléctrica a carbón de Canadá.

Cada año la Unidad 3 de la SaskPower del Boundary Dam, emite 1.1 millones de toneladas de dióxido de carbono. Pero a partir de ahora, el 90% de este C02 no volverá a ver la luz del día. El gas va a ser enviado por cañería a un lugar cerca de los campos de petróleo de Weyburn, y desde allí serán bombeados a muchos kilómetros bajo tierra. De este modo, a pesar de los 110 megawatts de CO2 que produce la planta al quemar carbón, pasará a ser la mas limpia, ambientalmente hablando.

La Boundary Dam es la primera que captura y almacena carbón (CCS) en forma exitosa y sin mayor problema. Es la primera, pero no la última, porque vendrán muchas más. La Agencia Internacional de Energía (IEA) afirma que para tener un 50% de posibilidades de eludir el riesgo de incremento de 2 grados centígrados de calentamiento global (al que serían probablemente muy difíciles de adaptarse), el sector energético debería emitir solo 884 gigatones de CO2 entre el año 2013 y el 2050. Pero se calcula que quemando todas las reservas probadas de carbón, petróleo y gas, se liberarían 2860 gigatones, de modo que para cumplir esa meta se deberían dejar dos tercios de estos combustibles en tierra, sin explotarlos. (Thechnology Roadmap: Carbón Capture and Estorage 2013). Pero aquí está la solución: La IEA afirma que para el 2020 se va a construir el suficiente número de plantas semejantes como para alcanzar la meta del 2050.

Aquí es donde viene CCS. El gas que sale de la planta eléctrica se pasa a través de un solvente que se une al CO2. Mientras tanto el resto de gas sale al aire. Luego el CO2 captado puede usarse como materia prima para otros procesos industriales, o bombearse en profundidades de la tierra, bajo capas de rocas impermeables (ver esquema).

BoundaryDam tiene el mérito de ser el primer proyecto SSC de una central eléctrica a carbón en escala comercial, que captura y almacena el CO2. Su utilización ya está en marcha en doce instalaciones industriales, como fábricas de fertilizantes o plantas procesadoras de gas natural. También, desde hace algún tiempo, ya se está inyectando en profundidades el CO2 generado, utilizándolo para empujar y obtener las últimas gotas de petróleo de sus pozos. Pero las centrales eléctricas son las regalonas, ya que son las mayores productoras de gases de invernadero, aportando el 26% del total de nuestras emisiones.

A finales de año, la empresa Kemper County, en Mississippi, será la siguiente planta eléctrica CCS. Se trata de una planta gasificadora de carbón, que va a ensayar como una fuente diferente de energía del carbón en las profundidades de la Tierra (Gasificación del carbón de las profundidades de la Tierra). Se trata de una planta gasificadora de carbón. Mas recientemente en Inglaterra otra planta eléctrica ha anunciado su financiamiento para transformarse en CCS. Es importante su éxito para incentivar el cambio en otras centrales venideras, en Europa, USA y China.

La pregunta clave es si habrá suficiente espacio bajo tierra para enterrar con seguridad todo el CO2 producido. Ya se están bombeando bajo tierra 30 mil billones (americanos) cada año, con una cantidad de 60 billones de metros cúbicos de CO2 comprimidos. Esto es más de 10 veces el volumen de petróleo que se transporta diariamente alrededor de la Tierra.

Con todo ella debe considerarse como una tecnología puente, en la transición de energía fósil a renovable. La incógnita es cuánto tiempo va a funcionar el puente.

Más que deshecho, el CO2 es un recurso

Otra alternativa es imaginar como utilizar el CO2 en la producción industrial. Las plantas químicas podrían convertir cientos de miles de toneladas en diversos productos. Uno de ellos es la producción de etilenglicol, la materia prima para fabricar fibras de poliéster, botellas de plástico y anticongelantes. Se estima que estos procesos podrían utilizar y atrapar 31 millones de toneladas de CO2 por año. A parte de ello, el CO2 puede utilizarse para producir súper pegamentos y plexiglás, y para ello hay muchas industrias interesadas.

Hay interés en el acido acrílico. La industria 3M está interesada en usarlo para adhesivos. "La idea es utilizar nuestro propio C02, con lo que nos ayudaría a descontarlo en nuestra propia huella de carbón", dicen sus químicos.

La empresa Both Liquid Light Dioxide, Materials ya puede producir combustibles a partir de CO2, pero todavía no lo lanzan al mercado porque no compite con el actual precio del petróleo. Pero esto puede cambiar rápidamente. Como estos ejemplos hay muchos otros que a futuro pueden estar en el mercado utilizando el recurso CO2 y así disminuir lo que habría que enterrar bajo tierra.



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