El Selenio y su importante Rol en la Alimentación
( Creces, 2015 )

Descubierto hace apenas 30 años, el selenio es un antioxidante que ha cobrado más fuerza a medida que aumentan los estudios realizados en torno a él. Este mineral forma parte del grupo denominado Oligoelementos, que están presentes en pequeñas cantidades en el cuerpo humano y que en pequeñas cantidades son esenciales en muchas funciones. Por ejemplo, proteger las células de los radicales libres, interviniendo en la salud celular y evitando su degeneración.

El selenio está presente en varios alimentos. La cocción reduce el contenido en los alimentos mientras que la vitamina C favorece su absorción. Alimentos ricos en este mineral son el repollo, apio, ajo, cereales integrales, levadura de cerveza, champiñones, cebollas, frutos secos. Para que surta mejor efecto deben ser combinadas con frutas ricas en Vitamina C como las fresas, kiwis y naranjas. Asimismo, cabe destacar que los alimentos refinados pueden contener hasta un 60% menos de selenio que los integrales. La riqueza en selenio del suelo en donde sean cultivados también repercutirá, evidentemente, en su contenido.

El selenio es un antioxidante, y su acción se relaciona con la actividad de la vitamina E. Como antioxidante natural previene el envejecimiento de los tejidos. Tiene propiedades desintoxicantes similares al azufre. Puede limitar la propagación de las infecciones crónicas, ya que potencia el sistema defensivo.

La respiración es esencial para el organismo. El oxigeno contribuye a la producción de los radicales libres, unas moléculas que ocasionan a lo largo de la vida efectos negativos para la salud porque alteran el ADN (los genes), las proteínas y las grasas. Algunas células del cuerpo humano se renuevan de forma continua, como en la piel y los intestinos, mientras que otras no tienen esta posibilidad, como las células del hígado. Con los años, los radicales libres pueden favorecer una alteración genética sobre las primeras, que contribuye a aumentar el riesgo de cáncer o a reducir la funcionalidad de las segundas, una característica propia del envejecimiento. Un grupo de vitaminas, minerales, colorantes naturales y enzimas denominadas antioxidantes bloquean el efecto dañino de los radicales libres. Entre ellas destaca el selenio.

De esta forma, el selenio frena el efecto nocivo de los radicales libres ya que forma parte de la glutación peroxidasa, una enzima antioxidante propia del organismo. Ésta asegura la destrucción del peróxido de hidrógeno, que se forma como consecuencia de la oxidación. La función del selenio es evitar este proceso, al actuar sobre las células y las membranas celulares.

Este mineral está vinculado con el sistema inmunológico porque es capaz de aumentar la producción de glóbulos blancos. Por ello se estudia su acción protectora frente al cáncer, las enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento. Otras funciones relevantes en las que participa son la neutralización del efecto de los metales pesados y su participación en el metabolismo de los lípidos o grasas. Algunos estudios indican, incluso, que una dieta deficiente en selenio puede influir de forma negativa en la fertilidad masculina.

La nuez de Brasil es el alimento con más cantidad de selenio. Sin embargo, es tan poco conocido como el propio mineral. Le siguen los cereales integrales, el marisco, los pescados, las carnes y los productos lácteos. Las verduras constituyen también una buena fuente de selenio, aunque su contenido depende de la presencia de este oligoelemento en la tierra de cultivo.

Una dieta variada, con productos animales y vegetales, garantiza un aporte suficiente de selenio para el organismo. Su deficiencia en el cuerpo humano es poco frecuente, pero cuando se da, causa dolor muscular y problemas de corazón. Diversos estudios relacionan las zonas geográficas con una menor presencia de selenio en la tierra y, en consecuencia, en los alimentos cultivados en ella, debido a la sobreexplotación del terreno. En estas zonas podría detectarse una mayor incidencia de cáncer en la población, aunque las investigaciones en este aspecto no son concluyentes.

La cantidad diaria recomendada es de 50 microgramos (un microgramo es la millonésima parte de un gramo), que se satisface con una dieta equilibrada. En circunstancias específicas puede ser preciso un aporte complementario, como en personas con hábitos alimentarios insanos, fumadoras o ancianas.

El Selenio puede evitar y prevenir enfermedades

  • • Su efecto positivo sobre el sistema inmune y el hecho que mejore, en algunos pacientes, los efectos colaterales en la quimioterapia hacen que muchos doctores la recomienden en casos de cáncer.

  • • Contrarresta, en parte la toxicidad de metales pesados presentes en el medio ambiente por la contaminación como el cadmio, mercurio y arsénico.

  • • Es un oligoelemento importante en la fertilidad masculina ya que interviene en la formación y movilidad en los espermatozoides.

  • • Protege nuestro sistema cardiovascular ya que su déficit puede favorecer la trombosis.

  • • Interviene en la síntesis de las prostaglandinas y en la producción de anticuerpos. Podría ser útil, pues, en enfermedades degenerativas con procesos inflamatorios como en la artritis.

  • • Es recomendable en problemas de la piel como falta de elasticidad, manchas de la edad, psoriasis, caspa, seborrea capilar y en cualquier síntoma de la piel que implique un envejecimiento prematuro.

  • • Previene problemas de degeneración macular cataratas.



FUENTES:
www.fisterra.com
www.nim.nih.pov
www.recetas.saludable.com
www.consume.es



0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada