Nuevos datos obtenidos por Rosetta ayudan a entender la geología del cometa 67P
( Creces, 2015 )

En mayo del 2004 la Agencia Espacial Europea, con ayuda de NASA, lanzó desde la Guyana Francesa, la misión Rosetta, con el destino final "el cometa 67P". Después de viajar 10 años, en Noviembre 2014, ya próximo a él, Rosetta lanzó el nódulo de aterrizaje Philae, posándose este después de dos rebotes, en la superficie del cometa 67P.

Los instrumentos de la sonda europea Rosetta en la que viajó el robot Philae, que aterrizó en noviembre sobre la superficie del cometa 67P, reveló características inesperadas del cuerpo celeste, según el resultado de siete estudios recientemente publicados en Science, el 22 de Enero del 2015.

Ellos confirman que el cometa mide 4 kilómetros de largo y está a 510 millones de kilómetros de la Tierra y aparentemente es rico en materiales orgánicos.

Las imágenes tomadas por la cámara de alta definición Osiris, muestran una forma inusual de su núcleo, compuesto por dos lóbulos separados por una suerte de cuello, cuyo origen sigue siendo inexplicable. En esta zona del cometa, el proceso de sublimación del hielo a gas sería mucho mayor que en el resto. Como no se sabe porqué ocurrió ello, los científicos han comenzado a preguntarse si el cometa se formó a partir de dos cuerpos más pequeños, o simplemente el todo provienen de uno sólo, que posteriormente "se adelgazó" en esta zona.

La superficie del cometa, de composición bastante homogénea, presenta una increíble variedad de estructuras geológicas, resultado de fenómenos erosivos, como por ejemplo ondulaciones, idénticas a las observadas en las dunas de arena de Marte.

El detector de Rosetta, en órbita a unos 30 kilómetros del cometa, ya ha recogido una cosecha de granos provenientes del núcleo. Los investigadores determinaron que él es muy poroso. Además estiman sorprendente que el cometa esté tan activo en este punto de su órbita, tan alejado del sol. Ella se concentra en la región del "cuello", donde se ha detectado agua congelada. Esta tendría una proporción tres veces mayor de deuterio (la versión pesada de hidrógeno) en comparación con lo que hay en la Tierra. "•Con esto se podría entender que el agua no llegó a la Tierra por los cometas, como muchos pensaban", afirma el científico Wolgang Gieren, investigador del Instituto Milenio de Astrofísica de la Universidad de Concepción.

Con las imágenes recogidas del cometa, fue posible realizar un modelo en tres dimensiones, mostrando además, en forma detallada el sitio de aterrizaje de Philae.

Con todo, la calidad de las medidas y las observaciones de Rosetta, mejorarán incluso más cuando la sonda se aproxime, a mediados de febrero, a unos seis kilómetros de la superficie de 67P. Este sobrevuelo a la más baja altitud jamás alcanzada, permitirá que los instrumentos "tomen imágenes y logren un espectro de la superficie con una resolución sin precedentes", explicó Wolfgang Gieren.

El robot Philae, pasajero de la sonda espacial, aterrizó el 12 de noviembre sobre el cometa. Después de dos rebotes, quedó atrapado entre dos acantilados, un lugar con poca luz. Sus baterías solares no pueden allí recargarse. Pero se espera que puedan activarse más adelante en el año, cuando el cometa se acerque al sol y reciba más luz.

Como todos los cometas, 67P conserva restos de la materia primitiva del sistema solar, una muestra de las condiciones de su nacimiento hace 4.5 millones de años. Como ha estado toda su vida alejado del sol, se piensa que sus condicione químicas y físicas actuales son muy parecidas a las que hubo durante la formación del sistema.



0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada