Logran incorporar dos nuevas letras al alfabeto genético
( Creces, 2015 )

La vida, en toda su diversidad, está codificada solo por dos pares de letras (A-T y C-G), que corresponden a las bases nitrogenadas que estructuran la molécula del DNA. Ahora investigadores logran incorporarle un tercer par. Con ello, esperan crear nuevas moléculas que permitan el desarrollo de aminoácidos no naturales con lo que se puede crear nuevas proteínas con fines terapéuticos o diagnóstico.

Toda la vida en la Tierra tiene un mismo origen: las bacterias, las plantas, los árboles, los insectos y los animales y, también el hombre, nacen y se desarrollan de acuerdo a un plan escrito en un mismo código genético. Su programa utiliza cuatro letras y es con ellas que se estructura el DNA. Ahora investigadores del Instituto de investigación Scripps de California, se han atrevido a agregarle otro par de letras a ese ancestral código alfabeto. Hasta ahora todo lo nacido y desarrollado en el planeta estaba escrito y transportado en un mensajero común, el DNA, en que un par de nucleótidos, G (guanina), se unía a A (adenina) y otro par, C (citocina) codificaba con T (timina), constituyendo la doble escalera retorcida, característica de DNA (El código genético). Ahora un grupo de investigadores liderado por Denis Malyshev le han agregado un tercer par de bases: X (d5SICS) e, Y (dNaM). Ello lo logran en el DNA de una bacteria, la Escherichia coli. (A semi-synthetic organism with an expanded genetic alphabet. Nature 2014;509:385-388).

El mayor obstáculo que los investigadores tuvieron que enfrentar fue que los componentes de estas bases (conocidos como nucleótidos trifosfato) no se encuentran de forma natural en las células, y para que se replicaran en el DNA tuvieron que proporcionarlos en forma artificial a la bacteria, como así también a las moléculas que los transportan.

Una vez que lo lograron, comprobaron que este nuevo material genético se replicaba con una razonable velocidad y precisión, y que su crecimiento no se dificultaba y no se mostraban signos de que se fueran a perder su nueva base de pares injertada. Es decir, la Escherichia coli tuvo que soportar que por primera vez en la historia universal se le había violado el código genético y aparentemente no había tenido consecuencias.

Si bien es cierto que ello se logró en un organismo unicelular, como es una bacteria, habrá que ver si sucede lo mismo en organismos pluricelulares. No todos están conformes con este tipo de intrusiones, ya que puede traer serias consecuencias, apareciendo inimaginables distopias que podrían multiplicarse con inimaginables consecuencias. Sin embargo los investigadores afirman que ello no puede suceder, ya que este DNA no es natural y el agregado no existe fuera del laboratorio. Aun cuando una bacteria modificada se escape, no va a ser posible que se replique y que expanda posible instrucciones genéticas aberrantes.

Mientras tanto los científicos esperan crear moléculas artificiales que permitan el desarrollo de aminoácidos no naturales que a su vez permitan confeccionar proteínas (Función del DNA y síntesis proteica) para funciones terapéuticas o de diagnóstico aplicables a diversas enfermedades y estados patológicos.



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