Cultivo de Cobias en una termoeléctrica
( Creces, 2015 )

Un innovador proyecto de acuicultura en la termoeléctrica E-CL Mejillones, en el norte de Chile, está dando un giro de 180 grados a esta tradicional industria. La planta toma el agua de mar para enfriar su caldera y luego la devuelve con una temperatura cercana a los 28° y la salinidad adecuada. Ella es reutilizada para cultivar cobias, pez tropical de elevado valor comercial y considerado un producto gourmet para el mercado de la alta cocina.

La idea fue del chileno Daniel Nieto Díaz-Muñoz quien cerró una sociedad con E-CL Mejillones para la producción de la exótica especie y su posterior comercialización en el mercado local, cuyo objetivo en el mediano plazo es incursionar en la exigente escena culinaria de Perú, Brasil y Estados Unidos. Hasta ahora la sociedad se muestra muy confiada en el éxito de este emprendimiento dado que la cobia es una especie bastante escasa, además tiene más Omega 3 que el salmón y crece 10 veces más rápido que éste. Incluso, los comensales de la región que lo han degustado han quedado sorprendidos con su sabor y consistencia.

En este proyecto también hay alcances ambientales y sociales muy positivos, dado que además de agregar valor al agua efluente de la planta, ha contratado a pescadores artesanales de Mejillones para las labores de acuicultura. Un ejemplo de reconversión en un mundo donde la pesca extractiva disminuye dramáticamente.

Hasta ahora la acuicultura, tal cual la conocemos, requería de una infraestructura ad hoc para el cultivo de especies marinas, por lo que los productores estaban obligados a invertir un considerable capital en piscinas especialmente habilitadas, energía y materia prima (huevos u ovas de peces), además de alimento especial para los peces para poder arrancar con un proyecto de este tipo. Sin embargo, una singular e innovadora iniciativa de cultivo de cobias (pez tropical) en la planta de E-CL Mejillones, empresa del Grupo International Power GDF Suez emplazada en el norte de Chile, está dando un increíble giro de 180 grados a esta tradicional industria.

La termoeléctrica toma el agua de mar para enfriar su caldera y luego la devuelve. Justo después que el agua ha pasado por la caldera, la que tiene una temperatura cercana a los 8° y la salinidad adecuada, la planta la reutiliza para reproducir cobias.

La idea fue del chileno Daniel Nieto Díaz-Muñoz, quien con sus 25 años de experiencia en la industria del salmón, decidió lanzarse a la búsqueda de una especie que contara con una alta tasa de crecimiento y un mercado emergente. "El cultivo de cobia surge de la inquietud de capitalizar todo lo aprendido durante estos 25 años en la industria, seleccionando todos sus aspectos positivos, para emprender desde cero en un cultivo nuevo en Chile", explica el emprendedor, "promoviendo de esta forma la diversificación acuicola, y especialmente, la acuicultura en la región norte del país". "Llegué a la cobia porque se trata de una variedad con un elevado precio comercial y que actualmente bordea los US$30/kg", agrega Nieto. "Definitivamente es un producto boutique muy codiciado.

Su carne blanca, consistente y de delicioso sabor la convierte en un producto idóneo para ceviches, parrillas, sashimis y sushis, entre otros sofisticados platos. Lo curioso de este pez tropical es que su producción mundial es muy baja, de tan sólo 40 mil toneladas al año siendo Centroamérica, China y Vietnam los principales mercados para la crianza en jaulas marinas". También existe una pesca deportiva en torno a la cobia, comenta el empresario, especialmente en el Caribe y con pescados que pesan entre 10 y 40 kilos, los que luego se comercializan directo en el muelle, siendo los restaurantes los principales clientes.

Gran potencial de mercado
Ante el potencial mercado que representaba la cobia, Nieto no lo dudó dos veces y siguió dando forma a su emprendimiento. Habiendo hecho un detallado estudio de mercado, ahora sólo faltaba contar con el lugar perfecto para desarrollar el cultivo.

"Durante un viaje al norte, en el contexto de una gira tecnológica cofinanciada por Corfo (Programa PDACH), tomé contacto con E-CL Mejillones, empresa que utiliza agua de mar para enfriamiento en su proceso de producir electricidad", describe el empresario, "y al conocer mi iniciativa y sus proyecciones, la empresa mostró gran interés en participar, ya que se enmarcaba dentro de su iniciativa de ecosistema industrial, que apunta a dar valor a los subproductos y/o residuos de su proceso productivo. Esto fue clave, porque hasta entonces la empresa sólo estaba usando el agua de mar para enfriar la caldera, desaprovechando la oportunidad de darle un buen uso y agregarle valor".

De esta forma Nieto y E-CL Mejillones, convencidos de la vialidad y éxito del proyecto, acordaron formar una sociedad para llevar a cabo el emprendimiento con el permiso en mano de la primera importación que entrega la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (entidad dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo), construyeron la pisicultura de recirculación experimental (junio del 2012), cuyo diseño fue validado por la misma Subsecretaría.

En octubre de ese mismo año llegaron las primeras ovas de cobias provenientes de la Universidad de Miami. Posteriormente, la sociedad recibiría tres grupos más de ovas: en diciembre de 2012; en junio de 2013; y finalmente en marzo de 2014, con lo cual concluyó la primera etapa del piloto técnico.

En diciembre pasado la sociedad consiguió reproducir la especie por primera vez en Chile, mientras se apresta a entrar de lleno en el piloto comercial. Es importante destacar que la sociedad ya ha posicionado pequeñas cantidades de filete en restaurantes de alta cocina en Antofagasta, Viña del Mar y Santiago, y el objetivo a mediano plazo es incursionar en los mercados de Perú, Brasil y Estados Unidos.

Por ahora la sociedad se muestra muy confiada en el producto, dado que además se trata de un pez tropical bastante escaso, "como no anda en cardúmenes, no sale en la pesca de arrastre", asegura Nieto. "Otra de sus virtudes es que tiene más Omega 3 que el salmón y crece 10 veces más rápido que éste. Incluso, los comensales de la región que lo han degustado han resaltado que, a diferencia del salmón, no se desarma cuando uno lo come".

Oportunidad para las termoeléctricas
A juicio de Daniel D. Benetti, Ph.D, profesor & director of Aquaculture Departament of Ecosystems & Society (MES) de University of Miami, el proyecto de acuicultura en la planta de E-Cl Mejillones perfectamente puede ser replicado por otras termoeléctricas que utilizan agua de mar en sus procesos. "La inversión más importante para desarrollar una iniciativa de acuicultura comercial es la logística, la infraestructura y la energía. Las termoeléctricas tienen todo esto, por lo que la viabilidad económica del proyecto se hace mucho más factible".

De igual forma el experto señala que "en esta región, el lenguado y rodaballo (turbot) tiene un potencial fenomenal, debido a que podrían ser cultivados a temperaturas superiores a los 10-15°C".

"La forma que Daniel Nieto ha conducido la iniciativa de la cobia con el apoyo de E-CL Mejillones es admirable y llama la atención de todos, tanto por el profesionalismo como por los resultados", subraya Benetti. "Los reproductores están desovando en menos de dos años, y sin duda, esta iniciativa tiene mucho potencial a nivel económico y social".

Reconversión de la pesca artesanal
Pero Nieto no sólo ha estado enfocado en materializar esta innovadora iniciativa, también ha estado muy comprometido con el desarrollo del concepto de Ecosistema Industrial que impulsa E-CL Mejillones. "Nuestro interés es promover la acuicultura en la región y generar una cultura de cultivo, por lo que en un futuro cercano pensamos establecer relaciones con otras centrales de E-CL, además de otras empresas. Ello con el objeto de que puedan engordar peces a partir de juveniles de excelente condición genética, producidos en nuestra maternidad".

Y en este proyecto también hay alcances ambientales y sociales muy positivos, señala el emprendedor, "además de agregar valor al agua efluente y darle vida antes de devolverla al mar, hay una importante reconversión de la pesca artesanal, ya que el proyecto considera la contratación de pescadores artesanales de Mejillones para las labores de acuicultura, lo que es un ejemplo de reconversión en un mundo donde la pesca extractiva disminuye sostenidamente. En este contexto, se firmó un convenio de colaboración donde participan diferentes agrupaciones de pescadores de la comuna de Mejillones".



INDUALIMENT0S
Abril 2015.



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