El dolor de espalda adquiere características de epidemia
( Creces, 2015 )

Alrededor del 80% de los adultos en algún momento de su vida han experimentado dolor de espalda que lo ha obligado a consultar médico. La mayor parte de las veces, se recupera rápidamente, sin embargo es frecuente la recurrencia y a veces la cronicidad. Por otra parte, parece una paradoja que en la sociedad moderna, con menos trabajo pesado, se haya incrementado esta dolencia, mientras en sociedades primitivas con gran esfuerzo físico diario, el dolor de espalda parece no existir.

El dolor de espalda es un síntoma que puede ser producido por diferentes condiciones que pueden llegar a comprometer los músculos y ligamentos de la columna baja. Ello puede ocurrir ya sea a consecuencia de traumatismos que produzcan esguinces o fracturas, o como también por un esfuerzo extremo de levantamiento, o por accidentes y caídas. Pero es frecuente que la mayor parte de las veces, el dolor no se relaciona con ninguna causa aparente. Es que por razones diversas se puede llegar a modificar progresivamente la mecánica de la compleja estructura músculo-esquelética lumbar, llegando a generar dolor. También tensiones musculares crónicas dañan discos intervertebrales pueden llevar a la formación de hernias de sus partes blandas las que irritando raíces nerviosas adyacentes, pueden desencadenar dolor.

Pero en la mayor parte de los pacientes, a pesar del progreso de las tecnologías de imágenes radiológicas, no es posible llegar en ellos a un diagnóstico específico. Por lo general los pacientes no recuerdan incidentes específicos a los cuales se les puedan atribuir el origen del dolor, no siendo posible precisar un diagnóstico etiológico. A veces se atribuye a situaciones de estrés no bien precisadas. Pero lo paradójico en esta sociedad moderna postindustrial es la alta frecuencia del dolor lumbar, precisamente cuando el esfuerzo del trabajo físico cada vez es menor. Ello contrasta con lo observado en el pasado (y hasta hoy en culturas primitivas), cuando el esfuerzo físico del trabajo diario era la constante y el dolor lumbar era excepcional o no existente. Es así como en un estudio epidemiológico-clínico realizado recientemente en una región central de la India, no se reportó ni un solo caso de dolor de espalda y el examen de los discos mostraron pocos signos de degeneración, tanto en jóvenes como en los adultos mayores.

En Chile, de acuerdo a estadísticas del Servicio de Salud, el dolor lumbar es muy recurrente. (11% de los hombres y 9.5% en las mujeres consultantes) y se le ha descrito como la segunda causa de ausentismo laboral.

La deformación del cuerpo
Esther Gokhale ha encontrado una razón que explica esta alta frecuencia del dolor de espalda en los tiempos actuales. Gokhale estudio bioquímica en Harvard y Princetton y se interesó en el tema por experiencia propia. Comenzó a luchar con su propia columna después de tener a su primer hijo. "Tuve un dolor insoportable, no podía dormir por las noches". "Necesitaba salir a caminar cada dos horas. Estaba paralizada por el dolor", dice ella. Se le había diagnosticado una hernia en el disco y por ello tuvo que someterse a una cirugía reparadora. Mejoró, pero un año después volvió el dolor y apareció nuevamente la hernia. "Se me propuso una segunda operación, pero me opuse pues no quería hacer de la cirugía un hábito".

Gokhale quería encontrar una solución permanente. Para ello comenzó a estudiar las poblaciones en que no existían los dolores de espalda, con el objeto de conocer sus actividades diarias. Viajó a diversas partes del mundo, como las altas montañas de Ecuador, a pequeños pueblos de pesca en Portugal y a aldeas remotas de África Occidental, entre otras. "Vi y fotografié a mujeres de bastante edad, que pasaban de siete a nueve horas diarias recogiendo castañas de agua y que no tenían ni siquiera una molestia en sus espaldas", señala Gokhale. Vio a personas que caminaban con baldes de agua en sus cabezas o recogían leña, o se sentaban en el suelo durante horas, sin acusar ninguna molestia. De todas estas observaciones, lo que mas le llamó la atención fue la forma de sus columnas, diferente a la columna del americano. En este último, una mirada de perfil, la columna tiene una forma de S. Se curva en la parte superior y luego otra vez en la parte inferior. En cambio en estas mujeres que desarrollaban un esfuerzo grande y constante, su columna tenía en forma recta, una curvatura en forma de J al final.

Parecía que en el pasado, esta forma de J de la columna hubiese sido lo normal. De hecho, en los dibujos de Leonardo de Vinci, o en los libros de anatomía de Gray en 1901, se puede observar que la columna no tiene la forma de S. Es mucho mas plana en todo su extensión y solo en la parte inferior se curva para llevar las nalgas hacia afuera, por lo que se parece más a la letra J. Esta misma forma se puede también observar en fotografías de finales del siglo XIX (ver figuras y fotografías).

Con estos antecedentes, Gokhale, comenzó a estudiar las experiencias antropológicas y especialmente las de Nöelle Perez-Christiaens, que también había estudiado las posturas de las poblaciones indígenas. Complementariamente estudió los métodos de fisioterapia, como por ejemplo la técnica Alexander y el método Feldenkrais. Con estos antecedentes perfeccionó metódicas destinadas a aliviar los dolores de espalda, corrigiendo las posturas que el trabajo sedentario del hombre moderno ha ido condicionando. "Su éxito en USA ha sido muy llamativo, ya que ha logrado desarrollar metodologías capaces de contrarrestar las deformaciones de la columna que son las que en gran medida originan el dolor de espalda", señala Josefina Kutscher, kinesióloga chilena entrenada en Palo Alto, San Francisco con Esther Gokhale. Su experiencia propia confirma lo descrito por Esther Gokhale. Ahora Josefina tiene un centro de kinesiología donde sigue igual tecnología con iguales positivos resultados. Ello confirma que una de las principales causas de la epidemia de dolores de espalda de los tiempos actuales, se relacionan a malas posturas que llegan a distorsionar la estructura de la columna.



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