Hasta ahora no sabemos como funciona el cerebro. Sabemos por ejemplo, en que localización precisa de su anatomía se almacena la memoria, pero no sabemos lo más importante: como en el interior de la neurona se organizan las complejas estructuras moleculares almacenando algo tan abstracto como es el pensamiento y la memoria. Nos parece normal que la memoria siempre esté disponible para cada vez que necesitemos razonar o recordar hechos vividos o conocimientos que hayamos aprendido, pero no conocemos cual es el proceso por el cual se guarda la memoria. Sin embargo se desconoce enteramente como estímulos eléctricos que circulan entre los miles de millones de neuronas, llegan a traducirse en lo que llamamos "la mente", en experiencias subjetivas y percepciones del mundo externo: en emociones, decisiones, reflexiones, inteligencia, desarrollo de la personalidad y finalmente conciencia de si mismo. Menos aun sabemos porqué en ocasiones la memoria puede engañarnos y hacernos recordar como verdaderas cosas o hechos que nunca han sucedido. Dentro de esta ignorancia recientes investigaciones realizadas han permitido introducir en el cerebro de ratas memorias falsas que ella recuerda como verdaderas. Es que en este caso, sin conocer aun el mecanismo científico de como se forma la memoria, se está haciendo posible manipularla. Este puede ser el primer paso para llegar a revelar el secreto de su codificación y almacenamiento en el cerebro.
Tampoco sabemos porqué tenemos que dormir. Las hipótesis son diversas, pero una de ellas es que el sueño es necesario para estructurar el conocimiento y por ende la memoria
(Para que sirven los sueños). El hecho es que cuando dormimos, el cerebro replica las actividades del día. Pareciera que al dormir, este repasa dichas experiencias. Ello se ha comprobado en ratas, observando que cuando exploran una nueva actividad esta vuelve a repasarse, mas rápidamente, mientras el animal duerme. Se piensa que el sueño es parte esencial del aprendizaje. Las personas que no duermen durante la noche tienen mayor dificultad para aprender, a diferencia de aquellas que han tenido un sueño reparador. Ello también ocurre en la rata, de modo que si se les dificulta el sueño, también se les dificulta su habilidad de recordar lo que le aconteció durante el día anterior (Nature Neurosciece, doi.org/2p5).
Recientemente investigadores, usando técnicas optogenética, han descubierto la forma de manipular memorias específicas en ratas. Se trata de una poderosa técnica que puede estimular determinadas células nerviosas en animales mediante el envío de rayos láser. Con ella, mediante una serie de experimentos, demuestran que pueden borrar memorias existentes e insertarles memorias falsas.
Yendo más lejos, a las ratas se les puede cambiar el sentido emocional de la memoria, pasando de malas a buenas sensaciones y viceversa. Así por ejemplo, bajo el estímulo del láser, ratas machos que han asociado ciertos espacios (determinadas piezas o lugares) con experiencias chocantes, pueden cambiarlas como si allí hubiesen tenido un encuentro amistoso con una rata hembra (Nature Neuroscience, doi.org/2p5)
Sin duda que estos resultados son extraordinariamente interesantes, aun cuando lo logrado no permite afirmar definitivamente que las ratas en realidad experimenten una falsa memoria o simplemente se trate de una sensación de placer o miedo. Tampoco se puede concluir que estos hallazgos observados se puedan aplicar a las personas (Science, Diciembre 2014;346:1448). Sin embargo, estos pueden considerarse los primeros pasos para comenzar a entender el procedimiento básico de cómo funciona el cerebro y específicamente la memoria.