El agua líquida aún fluye en Marte, al menos en la primavera y el verano
( Creces, 2016 )

Hasta ahora se creía que sólo se conservaba congelada como remanente de grandes océanos que existieron hace cientos de millones de años.

Al menos cuatro puntos distintos del planeta Marte presentan un flujo de agua entre primavera y verano. Así lo revelan observaciones realizadas por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) y que dio a conocer la NASA.

El anuncio fue precedido por una gran expectación mediática debido a que la agencia había promocionado la conferencia de prensa diciendo que se daría a conocer el hallazgo como la resolución de un viejo misterio, que algunos asociaron con el descubrimiento de vida, tal como ocurrió con otro anuncio de la agencia hace un tiempo. En todo caso, el nuevo descubrimiento hace que la vida sea mucho más probable de lo que se creía hasta ahora.

"Marte no es planeta seco y árido que en el pasado pensábamos que era", comentó Jim Green, director de ciencias planetarias de la NASA, durante la publicitada conferencia de prensa. Por mucho tiempo todas las especulaciones de hace años se sabe que todavía hay agua en Marte, está en forma de hielo, apuntaban a la existencia de antiguos océanos desaparecidos hace millones de años. Si bien hace años se sabe que todavía hay agua en Marte, está en forma de hielo, pero se desconocía si se podía encontrar fluyendo en forma líquida. Su existencia abre la puerta a que podría haber vida actualmente, informó la NASA.

Todos los años

"Lo que es verdaderamente emocionante de todo esto es que nuestra visión de este viejo planeta y la posibilidad de que la vida se originara en Marte, para nosotros consistía en buscar fósiles químicos de posibles formas de vidas pasadas", dijo John Gruinsfeld, astronauta y alto funcionario de la NASA. Ahora todo cambiará. La primera vez que se tuvo pistas de estos flujos de agua fue hace cuatro años, cuando las sondas que investigan la superficie marciana observaron unas vetas oscuras que recorrían las laderas de la superficie marciana en la zona ecuatorial. Estas se formaban en primavera, crecían en verano y desaparecían en otoño. Pero no había claridad de que se tratara de agua.

Tras detallados análisis -cuyos resultados aparecen en la edición de Nature Geoscience-, los científicos descubrieron en las laderas donde se formaban estas vetas, en el cráter Horowitz, la huella química de sales hidratadas, prueba inequívoca de que por allí fluye agua con alta concentración salina. Justamente estas sales impiden que el agua se congele, pese a las bajas temperaturas marcianas.

Ello se complementa con imágenes en alta resolución que permitieron estudiar en profundidad las vetas, algunas de hasta diez metros de ancho.

"La relevancia de este hallazgo va por el lado de la estabilidad del agua líquida en la superficie de Marte y también respecto de cuánta agua líquida hay allá, lo que podría cambiar la planificación de futuras misiones tripuladas", explica a "El Mercurio" César Fuentes, investigador del Departamento de Astronomía de la U. de Chile, quien se ha especializado en la búsqueda de trazas de vida en otros mundos. "Ahora sabemos que en Marte el agua es algo recurrente a través de un proceso que se repite todos los años", dice Fuentes, quien compara estos flujos de agua con las quebradas que se producen en el desierto nortino.

Ahora el desafío es ir a verlas, porque fueron detectadas por sondas orbitales y los rovers que están en Marte se encuentran muy lejos de ellas. De hecho, en la conferencia de ayer no se descartó que la próxima generación de vehículos orbitales las incluya entre sus objetivos y que incluso se puedan enviar muestras a la Tierra.

Serán necesarias nuevas observaciones para que la NASA convoque por fin a una conferencia de prensa en la que se anuncie el hallazgo de vida, y no será pronto. Fuentes reconoce que los instrumentos disponibles hoy en Marte no son capaces de discernir si hay alguna forma de ser viviente allí. No basta con las sondas orbitales, salvo que se encontrara evidencia indesmentible, como un animal desplazándose por allí, dice el astrónomo.

RICHARD GARCÍA El Mercurio
29 de Septiembre de 2015.



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