Fármaco antiasmático ayuda a rejuvenecer un cerebro deteriorado
( Creces, 2016 )

Estimula la producción de neuronas en núcleos como el hipocampo, relacionado con la memoria, algo muy útil en las demencias.

Como muchos progresos de la ciencia, el descubrimiento de que un remedio para el asma podía mejorar el funcionamiento del cerebro de la gente mayor fue accidental.

Durante los últimos años, los investigadores se han dado cuenta de que numerosas enfermedades que afectan a las personas-entre ellas, el deterioro cerebral- son causadas por una inflamación silenciosa.

"El envejecimiento es producto de esta inflamación que es generalizada, y que va en aumento con el paso de los años", dice el doctor Francisco Rivera, investigador chileno de la Universidad Médica Paracelsus, de Salzburgo, Austria.

Rivera, junto a otros científicos, participó en el estudio liderado por los doctores Julia Marschallinger y Ludwig Aigner, del Instituto de Medicina Molecular Regenerativa, perteneciente a Paracelsus. El trabajo demostró que una droga antiasmática ayudaba a que el cerebro se recuperara cuando se estaba deteriorando.

El asma es una enfermedad inflamatoria del sistema respiratorio, y el fármaco conocido como Montelukat bloquea esta inflamación. El efecto alcanza también el cerebro, dándole un respiro y permitiendo que las células madre que contiene produzcan nuevas neuronas, que mantienen el funcionamiento cognitivo de este órgano en forma normal. "Hicimos estudios en ratas y después en ratones con párkinson, y vimos que aumentaban las neuronas en áreas como el hipocampo, esencial para la memoria", explica Rivera, quien vino a Chile a hablar de su trabajo invitado por el banco de células madre VidaCel. Los resultados de la investigación se publicaron a fines de octubre en Nature Communications.

Párkinson y alzhéimer

Ahora comenzarán las pruebas en humanos, aunque el procedimiento debería ser menos demoroso, Esto, porque la fase de los ensayos clínicos no es necesaria, ya que está probado que el medicamento es seguro, y se usa en el tratamiento del asma.

Pero este uso, por razones regulatorias, obliga a cambiar su presentación para recetarlo para otras enfermedades, como párkinson o alzhéimer, asociadas a demencia.

Ese perfil de paciente es el que se elegirá para iniciar las pruebas clínicas de la fase II, para lo cual se está buscando la colaboración de la Fundación Michael J. Fox. "Sabemos que este fármaco va a tener éxito en estos pacientes, ya que mejora la actividad de las células madre del sistema nervioso",

Hasta ahora, todo indica que este será un caso exitoso de un nuevo uso para un remedio existente que podría revolucionar el campo de las enfermedades neurodegenerativas.

SEBASTIÁN URBINA
El Mercurio
8 de Diciembre de 2015.



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