Juno se logró ubicar en la órbita del planeta Júpiter
( Creces, 2016 )

La segunda misión de la Tierra al mayor planeta del sistema solar logró insertarse en forma exitosa en su órbita. Tendrá un año y medio para develar el interior de Júpiter. Se espera que desde agosto ya comience a enviar la información científica de lo que comience a detectar.

La premisa de la NASA es que, al entender los secretos de la estructura interna del planeta Júpiter será posible saber un poco mas del origen del sistema solar.

Es por eso que los científicos esperan ansiosos la nueva información que la misión Juno pueda enviar a la Tierra sobre el gigante gaseoso.

El lunes a las 23:18 horas de Chile (agosto 2016), la sonda Juno logró ubicarse en la órbita del planeta, dejando atrás el nerviosismo y las dudas sobre si lo conseguiría, dada la alta radiación que lo rodea y el bombardeo constante de partículas cósmicas, amenazas que seguirán presentes durante los 18 meses que durará la misión. Se espera que la parte principal de la investigación comience a desarrollarse desde el próximo mes.

A diferencia de la nave Galileo, que realizó 34 órbitas ecuatoriales entre 1955 y 2003 a una distancia bastante considerable del planeta (lo que permitió también estudiar algunas de sus lunas como Io, Europa, y Ganimides, Juno se insertó en una órbita polar, “la razón de esto es para evitar lo más posible el cinturón de radiación de Júpiter” explica el astrónomo de la Universidad Andrés Bello Dante Minitti (ver figura). “La Tierra también tiene uno, pero el de Júpiter es mucho más intenso. Estas partículas cargadas destruyen la electricidad de la nave. Si la nave se hubiera instalado en una órbita ecuatorial a la misma distancia que lo está haciendo la polar, no sobrevivirá más de una vuelta”

La órbita polar tampoco garantiza mucha sobrevida: poco más de 30 órbitas, que es mas o menos lo que está programado, explica (ver figura). Por eso esta misión tiene una fecha fatal: el 20 de febrero de 2018. En ese momento la nave se precipitará contra la atmósfera joviana para realizar su último registro de datos antes de colapsar, al igual que lo hizo la sonda Galileo en 2003.

Aunque la electrónica de la nave va protegida dentro de una caja de titanio de un centímetro de espesor, se desconoce cuánto durará realmente el equipo. La apuesta de Minitti es que lo primero que colapsará será la cámara fotográfica, por lo que es poco probable que lleguen imágenes ópticas después de la séptima órbita. El resto del material científico debiera ser más resistente.

Uno de los mayores misterios es si el planeta cuenta con un corazón rocoso. Con su instrumental, Juno penetrará la densa nube de gas joviana para estudiar la distribución de las nubes en profundidad, su composición química y la posibilidad de que existan “océanos” de agua. Pero a diferencia de los de la Tierra o del que existiría bajo el hielo de su luna Europa, este estaría flotando sobre otros de hidrógeno líquido. “Es como arrojar aceite sobre el agua y luego mercurio”, explica el astrónomo.

Otro de los desafíos es saber como se formó el planeta, lo que podría ayudar a entender también a los otros Júpiter gigantes que se han encontrado más allá del sistema solar.

Hasta ahora la mayoría de ellos han sido detectados en una órbita muy cercana a su estrella, pero eso ha sido porque en esa localización resultan más fácil de detectar. Es sí como el 51 Pegaso orbita su estrella cada cuatro días y eso permite observarlo eclipsar su sol cada vez que se cumple ese lapso. Gracias a ese ocultamiento es que pudo identificarse.

En cambio, un planeta extrasolar en la misma órbita de Júpiter demora 12 años en orbitar su sol (y el eclipsarlo) y por eso es mucho más difícil detectarlo, pero eso no significa que no existan, dice el astrónomo.

A diferencia de Galileo, que entregó una nutrida colección de imágenes e información de las lunas mayores del gigante gaseoso, Juno se concentrará exclusivamente en investigar al planeta, aunque no se descarta alguna luna adicional a las 67 que ya se conocen.

Habrá que esperar la próxima década para que la NASA y la Agencia Espacial Europea envíen misiones especialmente dirigidas a las lunas y específicamente a Europa, con la esperanza de encontrar alguna evidencia de vida.



Richard García
6 de Julio de 2016

Para saber más:
(Júpiter, el convidado de piedra)
(Como Júpiter obtuvo sus lunas)
(Las lunas de Júpiter vistas desde Galileo)



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