El infarto cerebral: ahora mejora el pronóstico
( Creces, 2017 )
En Chile, el ataque cerebral, por un taponamiento arterial, es la primera causa de muerte en adultos. Cada año se producen aproximadamente 25 mil de estos, pero sólo un tercio fallece. Esto se debe a que en la actualidad existen nuevos y oportunos tratamientos.
Hasta hace 20 años, frente a un infarto cerebral, era poco lo que se podía hacer. Pero en ese entonces apareció una droga milagrosa capaz de limpiar el coagulo sanguíneo culpable del taponamiento . Se trataba de tPA, una nueva droga con limitaciones para su uso: debía ser administrada en un plazo no mayor de tres horas después de iniciado los síntomas, dado que más allá de ese plazo perdía su actividad. Además, la tPA podía producir sangramientos incontrolables, con coágulos mayores ya imposibles de romper.
Más recientemente, un nuevo procedimiento, más atrevido y más directo, tiene aún más éxito. Se trata de un proceso destinado a retirar el coagulo desde el interior del vaso sanguíneo. Para ello se debe introducir un catéter flexible muy delgado, llamado “stent retrievere”, en el interior de la arteria de la ingle y a través de su lumen, empujarlo hasta llegar al cerebro y retirarlo permitiendo con ello que se restablezca la circulación sanguínea. El procedimiento ha sido aprobado por el Food and Drug Administration de U.S.A en el año 2012. Recientemente (2016), la revista Stroke informa la experiencia con esta metodología, señalando los progresos alcanzados. Mediante ella es posible ubicar con precisión el sitio de la obstrucción y perfeccionar la técnica de guiado del catéter, mediante un nuevo procedimiento que incluye el magnetismo como guía. Señala que durante los últimos años ha habido avances trascendentes que permiten ubicar y retirar el coágulo, recuperando enteramente al paciente infartado.
Hasta ahora ella es la única droga aprobada por el Food and Drug Administration (FDA) para el tratamiento del infarto cerebral producido por coágulos. El tPA (Activador Tisular del Plasminógeno), es una proteína proteolítica, que transforma el plasminógeno en plasmina, una enzima que disuelve los coágulos.
Cómo funciona
Cuando el catéter se introduce en la arteria y llega a topar con el coágulo en el cerebro, de su extremo se expande una red metálica, como un acordeón, que por presión va envolviendo y separando el coagulo de las paredes vasculares, para posteriormente extraerlo retirando el catéter.
La revista Stroke, relata la experiencia de 306 pacientes, logrando la recuperación en el 77% de los casos, cifra muy superior al 37% cuando sólo se usa la droga tPA. Claro que como toda experiencia quirúrgica tiene sus riesgos y complicaciones, siendo la principal el sangramiento, por lo que no es recomendable realizarla en pacientes hipertensos o con arterias dañadas.