Desalinización. El viejo sueño hecho realidad económica
( Publicado en Revista Creces, Mayo 1984 )
Tecnología desarrollada por la Universidad de Toronto, con respaldo de Arabia Saudita, repite el proceso de osmosis inversa empleado por los peces, que invierte la tendencia usual de los líquidos que se filtran a través de membranas. El proceso gasta la mitad de la energía de los métodos tradicionales.
El viejo sueño de la humanidad de producir abundantes cantidades de agua pura a partir del mar se esta convirtiendo en una realidad económica. En ambas Américas el Medio Oriente y Australia principalmente, se están construyendo importantes instalaciones de desalinización, basadas en un nuevo proceso costoso y eficaz, de "ósmosis inversa".
La tecnología necesaria es todavía cara, y requiere una fuerte inversión inicial de capital, y un costo operativo de aproximadamente 1 dólar por 1 500 litros de agua, lo que por el momento limita el alcance del procedimiento a las necesidades de las lucrativas agroindustrias y a las grandes ciudades de los países ricos. Pero el procedimiento entraña la promesa realista de obtener, gracias a él, una provisión ilimitada de agua potable en un futuro próximo. En efecto, las innovaciones tecnológicas previstas harán que sea económicamente accesible incluso para las comunidades más pobres.
Este resultado pudo lograrse gracias a un importante acuerdo de colaboración entre la Universidad de Toronto, en Canadá, y la Universidad del Rey Saud, en Riad` (Arabia Saudita). El acuerdo es quinquenal, moviliza varios millones de dólares y exige una investigación conjunta, la capacitación de estudiantes árabes en Canadá y el envío de profesores canadienses a Arabia Saudita, para desarrollar la capacitación postuniversitaria y la investigación superior. Significativo de la importancia que otorga Arabia Saudita a este acuerdo es el hecho de que el programa nacional de construcción de plantas de desalinización en todo el país avanza pese a la reciente baja del precio del petróleo.
Estrecha relación árabe-canadiense
"Que yo sepa, ésta es la relación más estrecha entre una universidad de Arabia Saudita y una de América del Norte", dice el decano Gordon Síemon, del Departamento de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Toronto. Sus proyectos abarcarán sectores de importancia vital para Arabia Saudita, como la construcción, el agua, las tecnologías y el transporte en materia de petróleo.
La investigación global en el procedimiento de "osmosis inversa" se ve alentada por las repercusiones comerciales, puesto que ya ha alcanzado el umbral de la factibilidad económica. El acceso universal al agua pura y a condiciones sanitarias mínimas reduciría sustancialmente el peso de los presupuestos de salud en las regiones en desarrollo, donde se calcula que alrededor del 80% de todas las enfermedades tienen como causa el inadecuado abastecimiento de agua. Estimularía la producción de alimentos y la instalación de industrias y terminaría con las penosas faenas que consumen las jornadas de incontables mujeres y niños, que deben recorrer varios kilómetros por día para aprovisionarse de agua, a menudo impura, a fin de satisfacer las necesidades de sus familias.
Arabia Saudita depende ya, en gran medida, del agua desalinizada. En la actualidad hay en ese país 20 plantas de desalinización en actividad, y en el año 2000 habrá 50, según datos de la Organización de la Liga Arabe para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Algunas de esas instalaciones están construidas a bordo de embarcaciones que pueden desplazarse según las necesidades. Al trasladarse a otro punto, esos barcos dejan tras de sí sustanciales cantidades de agua pura para el consumo.
Es importante destacar que el procedimiento no se limita al agua del mar. Puede utilizarse para eliminar del agua tanto la sal como otros cuerpos disueltos en ella. Una de las aplicaciones obvias, por lo tanto, es la repurificación de las aguas usadas en la industria en ciertas regiones industrializadas, como América del Norte y Australia, donde las fuentes superficiales de agua están contaminadas.
Osmosis inversa
Osmosis (del griego osmos: impulso) es un fenómeno que consiste en el paso de disolvente a través de una membrana semi-permeable, que separa dos soluciones de diferente concentración. El líquido fluye a la solución más concentrada hasta que se alcanza el equilibrio. Hasta ahora la manera tradicional de desalinizar consistía simplemente en destilar el agua, hirviéndola y luego condensándola sin la sal ni otros compuestos juzgados indeseables. Este procedimiento supone un consumo de energía económicamente inaceptable. Todavía se utiliza en gran escala, pero sólo lo hacen quienes tienen problemas de dinero. No parece haber perspectivas de reducir el consumo de energía necesario a este procedimiento.
La "Osmosis inversa" es un procedimiento copiado de la naturaleza y perfeccionado por hidrólogos en los últimos quince años. A pesar de encontrarse en vías de perfeccionamiento, el proceso requiere por ahora casi la mitad de la energía usada en la destilación para producir la misma cantidad de agua pura. Los nuevos descubrimientos que se aguardan en el área de los materiales para membranas y de tecnología - descubrimientos que pueden venir tanto del proyecto Toronto Riad como de otros centros - se espera que puedan reducir a la mitad el consumo actual de energía. Las instalaciones de purificación de agua basadas en el nuevo procedimiento ocupan más o menos la mitad del espacio y dos tercios del tiempo que lleva la instrucción de las otras plantas.
La ósmosis inversa es un procedimiento usado por los peces. Invierte la tendencia usual de los líquidos que se filtran a través de membranas (como en el caso de las plantas que absorben los nutrientes del suelo) a fluir de una solución diluida en un lado de la membrana una solución concentrada en el otro lado. Las modernas plantas de purificación del agua utilizan para 5 filtros, materiales manufacturados que incluyen millones de tubos, del espesor de un cabello. Se hace pasar a las moléculas de agua de mar a través de éstos, a presiones de cientos de kilos por centímetro cuadrado. Los sólidos disueltos en el agua, incluida la sal, se quedan simplemente del otro lado.
Esas plantas se utilizan con distintos fines. En Argelia, una de ellas sirve como molino de papel. En la Unión Soviética, a orillas del Mar Caspio, otra planta forma parte de un complejo energético y otra, en Venezuela, también se utiliza para el desarrollo energético. En América del Norte y Australia hay varias usadas con fines agrícolas y de modificación del medio ambiente.
En Arabia Saudita, la Universidad del Rey Saud, y especialmente la Facultad de Tecnología, es ya un importante centro regional para los estudios del desarrollo de la energía hidráulica y solar. La Universidad fue fundada en 1957. Sus numerosas y modernas investigaciones se llevan a cabo, en gran parte, con ayuda norteamericana desde principios de los años 1970-1980, cuando las primeras oleadas de la crisis petrolera" enriquecieron al reino.
El programa de colaboración con Universidad de Toronto, que se evalúa cada seis meses, está financiado por Arabia Saudita. Otras universidades canadienses, incluidas las universidades McGill y Concordia de Montreal y la Universidad Guelph de Ontario, han recibido ofrecimientos de Arabia Saudita para intercambiar programas en diferentes sectores: construcción, arquitectura, agricultura, medicina, urbanización, comunicaciones, educación y lingüistica.
Perspectivas de la UNESCO, Nº 796-797,1984).