En Febrero del año 2000, se cumplieron cuatro siglos, de la muerte de Giordano Bruno, fecha en que fue quemado en la hoguera en Campo dei Flori en Roma, por haber sostenido que las estrellas fijas en el firmamento eran similares al Sol y que también eran acompañadas por sus propios planetas, Bruno, al leer el tratado de Copérnico, titulado "Las revoluciones de los mundos celestes", se declaró partidario de sus ideas, las que sostenían que la Tierra no era el eje del Universo y que por el contrario, los movimientos aparentes del sol y de las estrellas se podían explicar admitiendo el doble movimiento de la Tierra (rotación y traslación) alrededor del Sol (Giordano Bruno: a la hoguera por disentir). En 1995 los astrónomos anunciaron el descubrimiento del primer planeta que giraba alrededor de una estrella. De allí, en poco más de 20 años, los grandes telescopios han permitido el descubrimiento de 4.690 planetas que giran alrededor de sus respectivos soles. La mayor parte de ellos de gran tamaño, comparables o mayores que nuestro planeta Júpiter, cuyas condiciones no permitieron que la vida fuese allí posible.

Ahora, en febrero del 2017, la NASA anunció el descubrimiento de siete planetas que giran alrededor de una misma estrella, que ha sido bautizada con el nombre de TRAPPIST-1. Tres de ellos, de un tamaño similar a la Tierra y podrían contener agua y, eventualmente, ser habitables. Ella se encuentra a una distancia de 40 millones de años luz del sistema solar. Con la tecnología actual, el viaje para llegar a visitarla, demoraría más de un millón de años.

El sistema propiamente tal fue detectado hace un año (2016), mediante el telescópico robótico Trappist (Transitinf Planets and Planetesimals Small Telescope) de la Universidad de Lieja, que ha estado interesado en la búsqueda de planetas fuera del Sistema Solar. Desde allí se logró ubicar tres de los siete planetas que la orbitan. Los otros cuatro fueron detectados recién este año (2017) por el telescopio espacial infrarrojo Spitzer, de la NASA.

"Es la primera vez que tantos planetas (siete) de este tipo han sido encontrados orbitando alrededor de una misma estrella", señalo Michaël Gillon, astrónomo de la Universidad de Lieja, quién encabeza el equipo que publica el hallazgo en la revista Nature de este mes.

"La estrella TRAPPIS-1 es pequeña y los siete planetas son temperados", detalló Gillon. Con la información que se ha podido obtener con ayuda de otros telescopios, tanto terrestres como espaciales, los investigadores han podido determinar su radio y simultáneamente hacer mediciones de la masa de seis de ellos, confirmando que se trata de planetas sólidos, como la Tierra (fig. 1 y 2).

Tres de ellos están ubicados dentro de los que se considera "zona habitable", es decir, donde se combinan las condiciones de distancia y de temperatura como para que el agua, en caso de existir, se presente en estado líquido (La búsqueda de contactos en el espacio). "Lo que viene ahora es averiguar si el planeta tiene una cobertura de hidrógeno adecuada, lo que confirmaría su parecido con nuestro mundo", dijo Amuray Triaud, coautor del estudio.

También se ha anunciado que se tratará de desarrollar estudios relativos al clima y a los componentes químicos presentes. "Esperamos pronto saber más de estos planetas. "Espero que si hay vida allí lo sepamos dentro de las próximas décadas", adelantó Triaud.

"Con este descubrimiento hemos dado un salto gigante, acelerando nuestra búsqueda de mundos habitables y potencialmente, "vida".

Que viene hacia adelante

Hasta antes de 1995 no se había detectado ningún planeta alrededor de las estrellas observadas mediante telescopios. En solo 22 años se han descubierto 4690 y sabemos que si hay una estrella es muy probable que tenga uno o varios planetas. Lo que sucedía es que hasta ahora las observaciones se centraban en grandes estrellas y la novedad de Trapist es que la búsqueda se enfocó en una estrella pequeña que es sólo el 10% del tamaño de nuestro sol (La vida inteligente en las enanas rojas).

Trapist es apenas el prototipo para un proyecto aún más ambicioso; "Speculos", que se está instalando en estos momentos en el observatorio de Cerro Paranal en Chile, junto al VLT. Ya se han montado dos de los cuatro telescopios de un metro de diámetro. "Cuando esté terminado permitirá encontrar miles de estos sistemas solares de estrellas frías (menos calientes)", cuenta el astrónomo de ESO Jorge Lillo-Vos.

Aparte del Trappist y Speculos, ESO pondrá en marcha este año el instrumento Expresso en el telescopio VLT, que permitirá por primera vez medir la masa de los planetas extrasolares. "Hoy sólo se conoce el radio de ellos y se infiere la masa, por lo que realmente no sabemos cuánto pesan", dice Lillo-Voz.

Ahora se está buscando planetas en estrellas menos calientes

El hallazgo de este sistema planetario extra solar en torno a una estrella enana roja, ultra fría, es un gran descubrimiento para la astronomía mundial. Para nosotros especialmente dado que parte importante de los hallazgos se hayan hecho desde telescopios instalados en Chile. Hasta ahora no se sospechaba que este tipo de estrellas podía tener tantos planetas. Son muy frías y muy débiles por lo que son difíciles de observar.

Pero más interesante es que estas estrellas débiles son muy numerosas, mucho más que las estrellas como nuestro sol. Si esas estrellas tienen planetas, quiere decir que hay muchísimo más posibilidades que existan candidatas a planetas habitables de los que se creía hasta ahora (los extraterrestres son muy poco probables).