Alzheimer en el chimpancé
( Creces, 2017 )

Hasta ahora se pensaba que solo los seres humanos podían sufrir de Alzheimer. Sin embargo, a juzgar por las lesiones cerebrales observadas en cerebros de chimpancés ancianos, se evidencia que ellos también padecen de la misma enfermedad, lo que es una buena noticia. En su cerebro se puede ensayar buscando nuevas drogas que permitan prevenir o tratar la enfermedad.

Los seres humanos no somos los únicos que cuando envejecemos estamos en riesgo de sufrir un Alzheimer. Las placas y enmarañados que se encuentran en el cerebro de los humanos, también se encuentran en el cerebro del chimpancé anciano, aun cuando no se sabe si ellos también sufren de demencia.

En pacientes que fallecen de Alzheimer se observa en su cerebro acumulaciones de una proteína llamada beta-amieloide. Allí esta forma placas pegajosas entre las células cerebrales. A su vez estas placas inducen cambios en otras proteínas llamadas tau, formando conglomerados de ella. Se piensa que es el conjunto de estas placas y compuestos los que matan las células cerebrales, induciendo la demencia.

Hasta ahora había sido difícil avanzar en el conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad, ya que no se había dispuesto de animales que desarrollaran placas y conglomerados cerebrales. Pero ahora Melissa Edler y sus colegas, en el Northeast Ohio Medical University, tuvieron la oportunidad de estudiar 20 cerebros de chimpancés ancianos, cuyas edades fluctuaban entre 37 y 62 años. En ellos se pudo examinar cuatro áreas tanto de la neocorteza como del hipocampo, que son las zonas más comúnmente afectadas en la enfermedad de Alzheimer. Allí descubrieron placas de beta-amieloide que coexistían con estructuras tempranas de conglomerados tau. También, como sucede en los humanos, comprobaron que, en los cerebros de los animales ancianos, existían grandes volúmenes de placas (Neurobiology ofAging, DOI: 10.1016)

No se sabe si realmente estas placas y conglomerados de los animales se relacionan proporcionalmente con el mismo grado de declinación cognitiva que experimentan los humanos. “No hay evidencias que los chimpancés tengan demencia como la que se observa en la enfermedad de Alzheimer”, dice Marie Ann Raghanti de la Kent State University. “Este estudio incrementa las evidencias ya existentes que las clásicas placas y conglomerados típicos de la enfermedad de Alzheimer son consecuencias y no causas de la enfermedad”, dice Gary Kennedy, director de la División de Geriatría y Psiquiatría del Albert Einstein College of Medicine.

Los humanos pueden tener algo único en su cerebro que los predispone a la declinación cognitiva. “En todo caso, si pudiéramos identificar estas diferencias entre los cerebros de humanos y los cerebros de chimpancés, podríamos progresar en la búsqueda de drogas para su adecuado tratamiento o prevención. En este sentido es una buena noticia poder trabajar en cerebro de chimpancé.



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