Como asfixiar la contaminación
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1985 )

Resulta un suplicio cruzar por el centro de Santiago un día de trabajo cualquiera. El velo de la contaminación tenue a la vista pero muy denso al olfato, nos ofende agresivamente, por lo que la mirada se vuelve hosca hacia el mismo medio de locomoción que momentos antes había cumplido la muy necesaria función social de transportamos. Se aprecia claramente que la solución no es suprimir la locomoción; tampoco es esta última la única contaminadora del ambiente, y la solución que nos preocupa es una muestra sensible del problema de fondo. La mayor parte de las actividades que realizamos requieren de un aporte energético extra y esta energía, para ser usable, requiere transformarse desde su estado primario mediante procesos que en su mayoría desafotunadamente son contaminadores de nuestro entorno.

La agresión que sufre el medio ambiente es generalizada, ya que no sólo la atmósfera, sino que la tierra y el agua están absorbiendo estos subproductos indeseables. Sin embargo, el nivel de vida que hemos alcanzado nos impide reducir drásticamente el uso que hacemos de la energía, bajo pena de sufrir una regresión importante en los beneficios que su utilización nos reporta. Más bien, éste es un problema de elección inteligente de alternativas. Desde el punto de vista de la contaminación, las opciones más comunes de transformación de energía ofrecen el panorama que indica el cuadro.

Los valores indicados corresponden a toneladas largas de contaminante por cada 10 12BTU de energía transformada en operación normal. También es conveniente señalar que las cifras señaladas sufren variaciones al considerar la toxicidad de cada contaminante, pero al introducir la corrección por efectos perniciosos en la salud humana. la posición relativa de las opciones no cambia.


Las conclusiones que se desprenden son muy claras:

- El transporte por quemado de combustible es la forma de transformación de energía más contaminante.

- La transformación de energía por medios hidroeléctricos es la menos contaminante.

- Por orden de contaminación, las otras opciones se clasifican como: Carbón/electricidad; Géiser/electricidad; Petróleo/electricidad; Gas/electricidad, y Uranio/electricidad.

Simplemente, y sólo desde el punto de vista de la contaminación, para un país como el nuestro que posee recursos hidroeléctricos adecuados, la solución de trasformar nuestro sistema de transporte en base a petróleo a una fuente eléctrica, merece la más detenida atención. Lo anterior se refuerza con el hecho de que el automóvil eléctrico es casi una realidad, y por lo tanto, se podrá elegir dependiendo de la necesidad entre transporte eléctrico alimentado permanentemente y transporte autónomo.

La elección de opciones energéticas no es tan simple como analizar una variable (contaminación) y decidir. La verdad es que el problema posee múltiples facetas importantes, que es preciso considerar en detalle.

Lo esencial para todos aquellos a quienes inquieta respirar "smog" es que existen soluciones a mediano y largo plazo, sin que por ello se deba sacrificar el buen uso que se hace de la energía.




Guillermo Baltra Aedo

Ingeniero nuclear(MIT)



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