El proyecto litio se encuentra en plena etapa de realización, luego que entró a producir en abril de 1984. Como se ha informando en CRECES, la explotación está a cargo de una empresa mixta integrada por la Foote Mineral, dueña del 55% de las acciones, y CORFO, de nuestro país, que posee el 45% restante. Según el contrato suscrito podrán explotar hasta 200 000 toneladas de litio metálico contenido en el gran salar de la Segunda Región, al interior de Antofagasta. El proyecto contempla la producción de aproximadamente 14 millones de libras/año de carbonato de litio.


Segunda etapa

Como primera etapa nos parece que está bien, sin embargo, debemos pensar en una segunda. La importancia del litio ha aumentado considerablemente debido a sus aplicaciones en ciencia y tecnología. Los principales usos del metal son hoy la industria del aluminio y cerámica, así como en la manufactura del vidrio como carbonato de litio; en grasas lubricantes bajo la forma de hidróxido de litio. Como bromuro de litio tiene aplicaciones en acondicionadores de aire y como butil litio, en la producción de gomas sintéticas. En su forma metálica se usa como intermediario en la industria farmacéutica, en aleaciones y - lo que conocemos cotidianamente- en pilas y baterías. En el futuro se espera un crecimiento de la demanda por sus aplicaciones en los campos de la energía y la aeronáutica. La tabla I muestra los porcentajes de utilización industrial del litio.

Para los usos actuales se estima un 7% del incremento al año en el mundo occidental. La producción total se calcula hoy en el orden de 6000 toneladas de litio metálico equivalente, y se proyecta un consumo de 135 millones de libras de carbonato de litio equivalente en 1993.


Proyecciones

Las principales naciones productoras son Estados Unidos, Unión Soviética y Chile. Nuestro país tiene en el Salar de Atacama la mayor reserva mundial de litio, estimada en más de cuatro millones de toneladas del metal contenido con una concentración promedio de cloruro de litio 10 veces mayor que los depósitos salinos de los Estados Unidos. La explotación de ésta resulta ser altamente beneficiosa, como consecuencia del uso de la energía solar en el proceso de concentración. El Salar de Atacama tiene una tasa promedio de evaporación igual a 10 lt/m²/día, la más alta del mundo.

En la tabla II se muestra las principales compañías y organizaciones productoras de este metal.


Chile participa con un 18% del mercado internacional, generando ingresos por 32 millones de dólares al año por concepto de la comercialización del carbonato de litio. Si se desarrollara la investigación en aquellos productos de litio de usos convencionales y baterías, sobre un posible programa de producción chilena para 1993 tendríamos según la demanda proyectada:


Litio para baterías: 21 000 T.M. como litio metálico.

Litio para usos convencionales: 135000000 libras como carbonato de litio.

En el caso de que Chile abasteciera el 50%, las cifras serían:Para baterías: 10 500T.M. como litio metálico.

Para usos convencionales:67 500 000 libras como carbonato de litio.


Valorizando esta producción a los últimos precios internacionales disponibles, se tiene: las cifras resultan interesantes. Para este año 2000 Chile tendrá un nuevo polo de desarrollo con una potencialidad creciente.


Conclusión

Lo que aquí se ha señalado nos lleva a concluir:

1. Se propone iniciar un amplio programa de apoyo a la investigación en el área del litio.
   
   
2. Parece factible desarrollar en Chile no sólo una mayor capacidad de extracción de litio sino que, además una industria integrada de sus productos como el bromuro, cloruro y otros.
   
   
3. Si se resuelven las dificultades técnicas y se demuestran las bondades de las baterías de litio, el desplazamiento de los motores a explosión por las baterías de litio será definitivo y Chile podría dar las correspondientes facilidades para que se fabriquen en el país tales baterías por dos razones fundamentales:
   Poseemos las mayores reservas del mundo (sobre el 50%), y los costos de extracción del metal son sustancialmente más bajos en Chile, con un costo de producción de un tercio respecto a los costos de los Estados Unidos, en atención al empleo de energía solar.
   
   
4. Teniendo las mayores reservas, estamos en condiciones para estudiar y desarrollar nuevas tecnologías tales como las de intercambio iónico, extracción líquido-líquido y usos de membranas de intercambio iónico para la extracción del metal. Esto último reviste el carácter de desafío y llama al talento y a las capacidades más nobles del estamento científico, profesional, empresarial y de la administración misma del Estado.
   

La información proporcionada está contenida en el trabajo "Estudio de la Extracción de litio" realizado por el autor en la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Universidad de Chile (Departamento de Ingeniería Química) bajo la dirección del profesor investigador, Alvaro González.



Jaime Valenzuela Ramírez

Ingeniero químico U.N.


Para saber más


1. Litio: bases para una estrategia de desarrollo. CRECES 12,4,25-28.

2. La tecnología del litio y su disponibilidad en Chile. CRECES , 11,5,13-15.