La basura, un tesoro valioso
( Publicado en Revista Creces, Mayo 1986 )

No sólo energía- como en Santiago- se está recuperando de los basurales. Esa ha pasado a ser la menos rentable de las empresas comparada con la recuperación de metales, el reciclaje de los plásticos y la degradación de los neumáticos. El viejo principio de que en la naturaleza nada se crea, sino todo se transforma, tiene hoy más validez que nunca.

Desde hace ya casi dos décadas. se viene hablando de cómo utilizar racionalmente la basura y los desperdicios. Se ha hablado mucho de transformarla en combustible u obtener subproductos de la combustión para utilizarlos en pavimento de caminos y muchos otros posibles usos. A pesar de ello, es poco lo que se ha logrado en concreto y la verdad es que estas transformaciones y reciclajes en forma industrial siguen siendo muy escasas en relación a la enorme cantidad de basuras y desperdicios que siguen acumulándose. La razón es que los procedimientos descritos han resultado complicados o de muy alto costo.

Con todo, hoy vuelve a hablarse del reciclaje y recuperación y muchas empresas y países vuelven a interesarse en ello. La razón principal es, por una parte, la creciente preocupación ambiental por los miles de millones de toneladas acumuladas, que ocupan grandes extensiones de terreno y por otra. el avances en nuevos procesos tecnológicos que hacen aparecer el negocio como rentable.

Especialmente atractiva aparece la recuperación a partir de objetos manufacturados, como por ejemplo lo que ya se hace al recuperar la plata de las películas fotográficas y placas radiográficas. Los nuevos intereses se pueden resumir en tres áreas:

a. Recuperación de metales. Han aparecido nuevas tecnologías de plasma, o el uso de membranas poliméricas, o tecnologías nuevas basadas en reacciones electroquímicas, o por último métodos biotecnológicos.

b. Reciclaje de plásticos. La avalancha de antiguos y nuevos polímeros, como los aumentos del precio de los productos de la petroquímica, presionan por la búsqueda de nuevos métodos para reciclar los plásticos. En este sentido, ya se vislumbran nuevas tecnologías, que esta vez parecen realmente practicables.

c. Energía de la basura. También en este campo se ven nuevas tecnologías o modificaciones de anteriores que pueden ser aplicables a corto plazo.


Recuperación de metales

Muchos procesos nuevos se están desarrollando para recuperar metales a partir de basuras o de soluciones líquidas, de aleaciones o de raspadura. Estas últimas son especialmente importantes para los países desarrollados, que dependen de metales estratégicos como el cobalto, platino, titanio u otros. Para Estados Unidos, por ejemplo, esto es crítico por los metales que actualmente le suministra Sudáfrica o que tiene que comprarlos a la Unión Soviética.

SKF, la compañía sueca, dice haber desarrollado un proceso en que usa plasmas (vapores gaseosos cargados de partículas) para extraer el plomo o el zinc de basuras. El proceso se llama "Plamadust" y ya está en operación en Estados unidos (Figura 1). Un gas recirculante formado por aire y monóxido de carbono, se convierte en plasma subiendo su temperatura a 4980ºC. La basura, de donde se va a extraer los metales, se mezcla con carbón coke en un horno. El hierro se licúa y se va al fondo; el zinc y el plomo, que tienen puntos de fusión más bajos, se vaporizan y se van arriba, para luego condensarse y caer en cámaras separadas.

Se están comenzando a utilizar también las llamadas membranas de transporte. Son membranas polímeras, de microporos, impregnadas en sustancias químicas que atraen los metales en solución y forman complejos con ellas. El agente acomplejante o secuestrante es un aceite adicionado con aminas terciarias. Ya están en uso estos procedimientos para obtener cromo de basuras o desperdicios industriales.

Procedimientos semejantes están en desarrollo para recuperar fierro, níquel, cromo, cobre y zinc,
removiéndolos en este mismo orden, a partir de los desperdicios.


Apoyo microbiano

La biotecnología ha entrado también en la recuperación de metales y en los procesos de reciclaje. Una de las bacterias que más se han utilizado es el Thiobacilus ferrooxidans, que puede extraer cobre y otros metales a partir de sus soluciones, a través de una serie de complejas reacciones de óxido reducción. En teoría el proceso sólo requiere agregar estos organismos a la solución y esperar algunas semanas. La biomasa bacteriana luego se junta y se procede a quemarla separando el metal desde las cenizas.

Investigadores de la Universidad de McGill (Montreal) han descubierto algunas moléculas producidas por bacterias y que son capaces de quedar (secuestrar o retener el metal desde una solución). Las moléculas ya han sido sintetizadas y al menos en el laboratorio son capaces de captar el 99% del cobre u otros metales de las basuras. Para ello, las basuras disueltas en agua se hacen pasar por columnas cromatográficas que contienen la sustancia quelante.


Plásticos

EL constante aumento en el uso de plásticos, especialmente en la industria automovilística, es una gran oportunidad para tentar el reciclaje. Un automóvil del año 1983 se calcula que tiene casi 200 kilos de plásticos (más del 8% de su peso) y es probable que el contenido de plásticos vaya aumentando hasta llegar al 12% en los próximos años (sobre todo si los vehículos se van achicando). Esos plásticos están constituidos por más de una docena de polímeros diferentes: Polietileno, cloruro de polivinilo, policarbonatos, acrílicos, metilmetacrilatos y otros, todos de alto costo de procesamiento. Ya son muchas las universidades que trabajan en este programa y que tienen contratos firmados con la industria automotriz.

Desde el año 1984 la compañía Air Products está tratando de generar interés en el reciclaje de 250 millones de neumáticos, que son los que se acumulan cada año en Estados Unidos. El proceso es complicado por las fibras y alambres que embeben la goma vulcanizada. Air Products dice que el proceso de "criomolido" (molido en frío) facilita el proceso de separación del metal de la goma; la goma en polvo puede luego utilizarse para material de techumbre o mezclarse con material para pavimentos o romperse por pirólisis en aceite y gas.


Producción de gas

Muchas compañías están mirando de nuevo la posibilidad de producir metano, utilizando microbios que degradan los contenidos orgánicos de las basuras. El proceso se conoce desde hace décadas pero ahora, con la incertidumbre en el precio del petróleo, aparece como rentable el producirlo. Uno de los primeros proyectos se desarrolló en 1979 en EE.UU, y la planta generó (1984)1,1 millón de metros cúbicos de gas. Con todo, la tendencia actual de la investigación es a bajar más los costos para hacer el procedimiento más atractivo.

El gas se colecta por perforaciones que se hacen cada 100 metros y se extrae de una profundidad de entre 20 a 100 metros. Luego se transporta a sitios de almacenaje.

Otro procedimiento usa sustancias químicas inorgánicas, llamadas `cedazo molecular absorbente" para extraer el agua y muchos compuestos complejos. Las modificaciones recientes consisten en el uso de membranas separadoras echas a base de fibras de polisulfonas, colocadas en un largo tubo. Las fibras tienen paredes de microporos que permiten a pequeñas moléculas, como el metano, atraversarlos mientras quedan retenidas las moléculas más grandes (en este caso, dióxido de carbono).


Basura ordinaria

Ahora comienza a ser interesante aprovechar los desechos sólidos. En 1970 se pensaba simplemente quemarlos como fuente de energía pero los problemas logísticos se convirtieron en algo imposible de solucionar. Por otra parte, algunos productos de la combustión, como la dioxina, por ejemplo, son sumamente peligrosos.

Hoy día, al menos en Europa y Estados Unidos, el principal objetivo no es utilizarla para producir energía sino que hay una solución al problema de espacio para su acumulación. Si de todo lo que se junta puede obtenerse energía, eso se mira sólo como agregado. Sin embargo, muchos procesos consideran ambos beneficios. Algunos sólo separan los vidrios y el aluminio, mientras otros más avanzados se preocupan de lograr también energía. productos químicos y materiales de construcción.

Los procesos en ejecución son varios y ya en Estados Unidos hay más de 60 plantas en plena producción y se espera que en 1990 habrá 130 más. Sería interesante que también nosotros trabajaremos en este sentido. En un mundo en que los recursos son finitos, se hace evidente que no sólo el estilo de la vida. sino también la vida misma, depende de nuestro comportamiento conservacionista.


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