Molibdeno chileno en naves espaciales
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1986 )

Se le obtiene como subproducto de la minería del cobre y resulta ser un recurso irreemplazable que le confiere extraordinaria dureza al acero y es el lubricante ideal en los vehículos del espacio.

A pesar de la deprimida situación de los precios de los metales en los grandes mercados, el desarrollo de la minería chilena no está detenida. La crisis que se advierte en el rubro ha sido enfrentada con un aumento sustancial de la producción a costos más bajos y con el empleo, para tales fines, de nuevas tecnologías tanto extractivas como de procesamiento. En tal sentido, Chile se ha sumado al resto de los países productores de cobre en la búsqueda de usos alternativos de su materia prima básica en atención a su menor uso y reemplazo dentro de las tecnologías actuales. Lamentablemente esto no sólo atañe al metal rojo, sino que tiene consecuencias en el resto de las materias primas tanto de Chile como de otros países de similar desarrollo.

La suerte corrida por el molibdeno en cambio, parece ser distinta que la del cobre en cuyos minerales está contenido. Sólo en los últimos 20 años ha llegado a ocupar un sitial como recurso insustituible debido a sus múltiples usos. Su principal alternativa está unida al destino del acero, al que le confiere extraordinaria dureza cuando lo acompaña en aleación. Sin embargo, frente a la baja actual del precio del acero, que pareciera revertir las posibilidades del molibdeno en la metalurgia, aparecen otras opciones que difícilmente quedarán de lado.


Reservas nacionales

Chile tiene valiosas reservas de molibdeno y exporta al año más 16500 toneladas, lo que representa el 25% de lo registrado a nivel mundial. Lo superan Estados Unidos, Perú y Canadá. Según un informe del Centro de Estudios del Cobre y la Minería, CESCO, el envío de molibdeno al exterior reportó a Chile más de 150 millones de dólares en el último ejercicio.

La explotación del molibdeno ha ido en rápido crecimiento en el país, aumentando en los últimos seis años en un 40 por ciento. Asimismo, todo el metal obtenido y extraído como subproducto del cobre (como concentrado de molibdenita o sulfuro de molibdeno) proviene de los cuatro yacimientos de CODELCO-CHILE: Andina, Chuquicamata, Salvador y El Teniente.

El metal se comercializa como óxido de molibdeno y ferromolibdeno, para ser usado esencialmente en la fabricación de aceros especiales. CESCO estima que las reservas chilenas de molibdeno son altas y que existe suficiente capacidad de procesamiento de la molibdenita a óxido y ferromolibdeno. Tal es el caso de Chuquicamata, que puede transformar 5 500 toneladas anuales del óxido y la empresa privada Molibdeno y Metales S.A. Molymet (Avenida Peñuelas 0258, Nos), que cuenta con una capacidad de procesamiento de 9 mil toneladas de óxido y ferromolibdeno.

En el país la elaboración del óxido de molibdeno se efectúa únicamente en los hornos de tostación (calentamiento de la molibdenita) de Molymet y Chuquicamata y recientemente se ha interesado también la Compañía Minera Disputada de Las Condes. El resto de los compuestos metálicos obtenidos de la molibdenita, es decir el ferromolibdeno y el renio, son exclusivamente productos del procesamiento realizado por Molymet. El primero se obtiene a partir del óxido del metal en un gran crisol de reacción que, a elevada temperatura, funde el fierro con el molibdeno. El segundo se recupera durante la tostación del sulfuro de molibdeno.

Antes de dar curso a la elaboración de la molibdenita, este mineral tiene que pasar - entre otras- por una importante etapa de purificación, dado que contiene un 10 por ciento de otros compuestos. Entre éstos están, principalmente, aquellos que poseen cobre y los que, a su vez, son dirigidos a distintos procesos de transformación. La purificación del sulfuro es llevado a cabo por Codelco y, entre algunos de los métodos aplicados utiliza los que le ha cedido, por una patente, el Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (CIMM).

Codelco-Chile es el principal proveedor de concentrados de molibdenita y la actividad comercial con Molymet se realiza mediante un contrato anual "a maquila" , es decir, la empresa privada cobra una tarifa por el servicio de transformar la materia prima en productos terminados, según lo requerido por el cliente. Pero también se efectúa maquila externa, de acuerdo a lo solicitado por cada uno de los proveedores en el exterior. Durante 1985. de los 18.7 millones de libras de molibdeno que obtuvo Moiymet por concentrado de molibdenita, aproximadamente un 29 % provino del exterior.


Redescubrimiento

La palabra molibdeno proviene de molybdos, voz griega que significa "como el plomo", y que se aplica a todos los metales blandos. Probablemente se le denominó con este nombre en referencia a la molibdenita, el mineral de color azul plateado de sensación grasosa al tacto que corresponde a una combinación de molibdeno y azufre, además de ser la forma más común en que se encuentra este elemento.

El molibdeno fue descubierto como elemento traza (menos de una parte por millón), se encuentra distribuido en todas las regiones de la Tierra, pero raramente aparece en concentraciones que sean explotables, ya que sólo es tres veces más abundante que el oro.

Desde el punto de vista de su estructura química, el molibdeno (número atómico 42), representa a un átomo metálico con gran capacidad para unirse con una amplia cantidad de elementos y producir aleaciones o bien reacciones químicas. En tal sentido no tiene comparación si se lo contrasta con el resto de los metales. Habría que decir que los átomos de molibdeno son tan "sociables" que jamás se los ha encontrado en la naturaleza en forma pura.

Junto a otros metales como el tungsteno, niobio y tantalio, el molibdeno es considerado un metal refractario, ya que tiene un alto punto de fusión (2 610ºC, casi mil grados más que el hierro), y es muy fuerte, es decir soporta elevadas temperaturas sin alterar su estado físico. Esta es su principal atracción para usarlo en metalurgia, en máquinas de alta velocidad y - como elemento puro- en la tecnología espacial.

Cuando se agrega molibdeno en pequeñas cantidades a una aleación de hierro con acero fundido y luego se enfría, aquél se introduce dentro de la microestructura cristalina del acero transfiriéndole sus características. Asimismo, una manera de producir acero muy duro es enfriarlo rápidamente y templarlo, pero se presenta un inconveniente cuando es de algunos centímetros de espesor ya que no enfría uniformemente. Frente a esta circunstancia, la solución es agregarle al acero fundido 0,5% de molibdeno, el cual distribuye su propiedad de dureza en forma homogénea.

El acero templado es además quebradizo y basta un poco de molibdeno para eliminar este nueve problema También este metal ofrece sus ventajas aumentando la resistencia a la fuerza de tensión y haciendo del acero un metal menos corrosible. Por estas razones, el molibdeno se usa en los aceros que se requieren para la fabricación de los trenes de aterrizajes de los aviones los cuales soportan tremendos impactos en los talleres de alta velocidad, que deben operar a temperaturas muy elevadas, en los aceros de gasoductos o tuberías para el petróleo, porque disminuye la corrosión. Prácticamente todos los aceros inoxidables tienen algo de molibdeno.

El primer uso del molibdeno fue con fines bélicos. Fueron los ingenieros franceses quienes descubrieron las propiedades de sus aleaciones (1880), y lo utilizaron para evitar la corrosión de sus armaduras. Lo siguieron los metalúrgicos alemanes que usaron molibdeno en la Primera Guerra Mundial. El gran Batha, el enorme cañón que amenazaba París desde la frontera alemana, era de acero enriquecido con molibdeno. Su producción y uso continuó durante la Segunda Guerra Mundial, prolongándose con altos y bajos hasta hoy, dado que la mayor parte del molibdeno está dirigido a la industria del acero.

Al margen de la importancia del molibdeno en la metalurgia, este metal también tiene un uso significativo como lubricante en naves espaciales. A nivel molecular se forma una sustancia aceitosa con disulfuro de molibdeno (capas de este elemento separadas por átomos de azufre), compuesto que le cede propiedades al aceite de no congelarse y no quemarse, transformádolo en el lubricante ideal -a la forma de molibdenita- en condiciones extremas. Varios compuestos de molibdeno se usan también en los pigmentos de pinturas, resultando menos tóxicos que el cromo o el plomo.

En la última década, la mayor exportación chilena de molibdeno se realizó durante el período 1979-1980, alcanzan la libra de óxido de molibdeno los 22 dólares (30 veces más que la libra de cobre). Este hecho se debió, principalmente al uso del acero resistente a la marina para la búsqueda norteamericana de petróleo en Alaska. Actualmente es del orden de 4,13 pero, a la sombra de esta circunstancia, hay que considerar que aunque en menor grado siempre se estará requiriendo la aleación del acero con el molibdeno. Sumado a esto, también hay que pensar que el uso no metalúrgico de este metal tiene varias apliaciones y, más aún se trata de un recurso relativamente nuevo en su explotación.


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