Vino sin alcohol: no hay salud
( Publicado en Revista Creces, Enero 1987 )
La biotecnología produjo cerveza sin alcohol para el gusto de los musulmanes, pero cuya degustación ha hecho que el número de adeptos a esta nueva cerveza crezca considerablemente. Desde Alemania Federal llegó la noticia de una producción de un vino sin alcohol, cuya calificación ante la ley ha provocado polémica, porque el vino para ser tal debe tener un contenido alcohólico mínimo de 56 g/lt, de allí que se le haya dado al producto nuevo la categoría de "bebida fabricada con vino". El nuevo vino fue producido por un joven vinicultor de Renania, Norbert Barth, quien experimentó durante cuatro años con la colaboración del Instituto de Química del Vino y Tecnología de Bebidas de Gneisenheim, utilizando la cepa Riesling.
La idea no fue fortuita: Barth enfermó de hepatitis en 1982 y estaba condenado a no volver a probar su propio vino por el resto de su vida. Entonces concibió la idea de producir un vino con el mismo sabor y aroma, pero sin alcohol.
Extraer el alcohol no fue problema pero si lo fue la elección de las membranas óptimas para realizar la diálisis para dar con un procedimiento idóneo de destilación. Los catadores del nuevo producto no notaron la menor diferencia con el "auténtico Rheingauer Riesling. El vino sin alcohol es ideal para los diabéticos -indican los productores- ya que carece de azúcar y además es buscado para las curas por adelgazamiento: un litro de vino contiene 700 calorías y la misma cantidad de vino sin alcohol, sólo 30 a 50. Los conductores de vehículos no tendrán temor a la copa del estribo ni la buena publicidad a recomendar que no se beba una copa de más. (Bremer Nachrichten, 2/10/1986).