Freud y psicoanálisis
( Publicado en Revista Creces, Noviembre 1989 )

Cuando Sigmund publica, a finales del siglo pasado, La Interpretación de los sueños, seguramente no percibió que, al estar revelando los secretos de la vida onírica, estaba formulando uno de los hallazgos más decisivos y controvertidos del desarrollo de la civilización occidental. Con el reconocimiento de los motivos inconscientes debe necesariamente admitirse el estrecho margen de la conciencia, hasta ese momento roca de fundación de la persona. Es necesario considerar que hasta Freud el hombre es concebido como sus afanes, su voluntad, sus obstáculos y sus conquistas. Sus motivos, desde este punto de vista, obedecen sólo a los llamados de su razón moral. El acierto de Freud queda inscrito en la historia de la humanidad como un hallazgo liberador que amplia las fronteras de la condición humana y que nos enfrenta, en su contrapartida, con la dolorosa constatación de que somos mucho más que pura voluntad y conciencia.

se hace cargo de ello cuando reconoce que la literatura, tal vez desde Shakespeare en adelante, había dado cuenta de fuerzas oscuras e indiscernibles en el fondo del alma humana. Él propone un método analítico, la asociación libre, para explorar el inconsciente y formula, sobre la base de sus intuiciones e ideas visionarias, una teoría explicativa sobre el funcionamiento psíquico del hombre.
Desde esta perspectiva, las proposiciones de Freud resultan tan revolucionarias como la formulación de la cuarta dimensión de Albert Einstein. Si este último descubrió una nueva dimensión en el tiempo y el espacio, Freud acertó con una nueva e imponderable condición de la fenomenología humana: el inconsciente.

La naturaleza misma de tal afirmación debe forzosamente crear resistencias, las mismas que por lo demás sigue suscitando hasta el día de hoy. El concepto de inconsciente no parece dejar conforme a nadie. Desde sus primeras conferencias acerca de la etiología sexual de la histeria, ante la Sociedad Médica de Viena, sus planteamientos producen un malestar tal que no podemos más que pensar que Freud está acercándose a aquello "de lo que nunca se debe hablar". Freud asoma en ese entonces, y hasta hoy, como el intruso inoportuno e impúdico que escarba en el sótano de nuestras vidas, en esa zona sombría donde residen nuestras miserias inconfesables, nuestros temores y nuestros deseos.
El mismo Freud está alerta a la irritación que sus proposiciones provocan. En 1910, mucho antes de que su modelo sobre el funcionamiento psíquico estuviera del todo desarrollado, en una conferencia sobre "los caminos de la Psicoterapia Analítica" advierte a quienes escuchan sus palabras: "La sociedad no se apresurará a concedernos autoridad. No puede menos que ofrecernos resistencias, pues nuestra conducta es crítica hacia ella; le demostramos que contribuye mucho a la causación de a neurosis. Así como hacemos del individuo nuestro enemigo descubriéndole lo reprimido en él, la sociedad no puede responder con solicitud simpática al intransigente desnudamiento de sus prejuicios e insuficiencias; puesto que destruimos ilusiones, se nos reprocha poner en peligro los ideales".
Buena parte de estos prejuicios persisten, y el psicoanálisis sigue siendo atacado en muchos de sus aspectos. No es inusual encontrarnos con afirmaciones categóricas respecto del método psicoanalítico provenientes de las más respetables y diversas corrientes de opinión. Permítannos hacernos cargo de algunas de ellas. Stravinski, en su Poética musical, confiesa sus ideas acerca de la creación musical y nos dice: "Estas confesiones no serán, estén ustedes seguros, unas confesiones a la manera de Juan Jacobo Rousseau; menos aún a la manera de los psicoanalistas. quienes, con un aparato pseudocientífico, no hacen sino profanar miserablemente los valores auténticos del hombre y sus facultades psicológicas y creadoras".

Desde la filosofía, Menani afirma: "Método psicoterapéutico en sus comienzos, teoría psicológica después, filosofía de la vida práctica luego, el psicoanálisis es expresión acabada de la ideología de nuestro siglo. Con sus tesis epistemológicamente disparatadas, en las que a menudo incurren sus adeptos, ha terminado por convertirse en capilla, con sus iniciaciones, sumos sacerdotes y una masa de creyentes que buscan en el diván del analista el apoyo que antaño procuraba el confesionario". Y Aníbal Ponce continúa: "Del psicoanálisis de Freud podría decirse que es una opereta de la psicología. Confieso, no sin cierta ingenuidad, haber tornado en serio los primeros estudios de Freud sobre la histeria...; debí esperar a que apareciera la Introducción al Psicoanálisis para que pudiera comprender el significado profundamente cómico de la obra del gran médico humorista".

En nuestro medio el Dr. Armando Roa se define respecto del psicoanálisis cuando expresa: "En suma, el hombre freudiano, haz de impulsos vivificadores y destructivos, muchos de los cuales se reprimen por su peligro para la convivencia social, es un hombre sin remedio". Y hay mucho más. Las críticas se multiplican. Pero, como Sartre señala en el prólogo a El hombre del magnetófono, el origen de las contradicciones respecto del psicoanálisis radica en que esta disciplina no es única sino múltiple.

Si nos detenemos a analizar cuidadosamente los argumentos de cada uno de los que objetan el psicoanálisis, podemos darnos cuenta de que cada participante en la discusión usa un lenguaje y una sintaxis propia. A quien desea comprender la magnitud y versatilidad de la obra de Freud, lo remitimos a la lectura de sus escritos originales. El rigor científico y la lógica de sus argumentos son avasalladores. Freud desarrolla sus teorías paso a paso, y va mostrando sin pudor sus avances y retrocesos. En la actualidad, los pensadores que han continuado desarrollando la ideas freudianas no siguen al pie de la letra todos y cada uno de los planteamientos de Freud, pero si se identifican, como lo expresa el Dr. José Antonio Infante en su articulo El malestar en el Psicoanálisis, con "su actitud pluralista extraordinaria, con su capacidad de exponer sus ideas y cambiarlas por completo al año siguiente".

Encontrar la verdadera perspectiva del problema respecto de las controversias que surgen de los textos de estudio freudianos no es tarea fácil, pero pareciera ser que el verdadero debate, tal como lo señala el Ps. Jaime Coloma en su artículo El carácter científico del Psicoanálisis, debe situarse en la relación dialéctica que hay entre dos formas de teorizar el pensamiento psicoanalítico: la Metapsicología, que propone la construcción de modelos teóricos a través del uso del método hipotético-deductivo y la Teoría de la Transferencia, que teoriza a partir del método inductivo en la observación directa de la relación analista-analizado tal como se da en el acto terapéutico. Estos dos modos de formular teoría en psicoanálisis no se excluyen; por el contrario, se enriquecen y se corrigen mutuamente.

Desde mi posición de terapeuta que trabaja en Psicoterapia Analítica, no me cabe más que abrirme a las una y mil preguntas que surgen a diario a partir de nuestro quehacer profesional. Pero hay algo en que no tenemos dudas: así como en literatura la obra de Kafka es una línea demarcatoria claramente definida, en psicología la obra de Freud abre un camino fecundo para pensar lo que hasta ese entonces era impensable. Las representaciones imaginarias toman su lugar y se convierten en un semillero de fantasmas en donde el crimen de Edipo alcanza el reconocimiento universal que hasta ese entonces sólo había tenido el pecado original. El drama de Edipo, y más tarde el de Narciso, pasa a constituirse en signo primigenio de la condición humana. Se transforma en objeto fantaseado, valorado y cargado de significación. Y por qué no decirlo, en condición esencial del hombre, que lo distingue de todas las otras especies.


El fundamento

El psicoanálisis y la psicoterapia de orientación analítica con sus derivados se utilizan extensamente en Chile y todo el mundo occidental como una forma de tratamiento psicológico o eventualmente como método de autoconocimiento y crecimiento personal. De un modo sistemático, podemos afirmar que el psicoanálisis representa:

a) Un método de investigación que busca descubrir los significados inconscientes de las manifestaciones verbales, actitudes, producciones de las fantasías, sueños, etc., de un sujeto. Este método se basa en la asociación libre de la persona frente a la cual el analista plantea interpretaciones.

b) Un método de tratamiento que busca superar las conflictos del paciente utilizando técnicas específicas, como son la interpretación de las resistencias del paciente al tratamiento y de la transferencia (ver más adelante).

c) Un cúmulo de teorías psicológicas y psicopatológicas que han sido sistematizadas a través del método de investigación y tratamiento analítico.

Lo que distingue este método de otras formas de tratamiento es la idea de que los síntomas y trastornos conductuales de los pacientes están dados por conflictos y causas que son, por lo menos en parte, inconscientes. De tal manera no sobrevendrá la mejoría hasta que estos conflictos no se resuelvan. Además, se trabaja con el concepto de transferencia que, resumidamente, se puede explicar como que el paciente "reactualiza" formas de relación y emociones con el analista o terapeuta. El terapeuta podrá entender esto perfectamente por la reacción emocional que se activa en él (contratransferencia) como respuesta a la emoción del paciente. El entender, interpretar y elaborar la transferencia constituye una de las bases del tratamiento analítico y el cambio terapéutico.



Ps.Catalina Scott

lnstituto Chileno de Psicoterapia Analítica



Para saber más


- El carácter científico del Psicoanálisis, Ps. Jaime Coloma.

- El malestar en el Psicoanálisis, Dr. José Antonio Infante. Rev. Chilena de Psicoanálisis, vol. 7 (1988).

- La Interpretación de los sueños, S. Freud (1989), Vol. IV. Amorrortu Editores.

- Presentación autobiográfica, S. Freud. V. XX. Amorrortu Editores.

- Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico, S. Freud. Vol. XIV.


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada