El problema está en cómo lograr almacenarlo sin peligro. Parece ser posible, de acuerdo a los resultados obtenidos por el Dr. Bryan Taylor, del National Research Council de Canadá, Desde el desastre del dirigible Hindenburg existe el temor del peligro explosivo del hidrógeno. Los avances logrados mediante la combinación con un metal adecuado, formando hidruros, hacen seguro el almacenamiento del hidrógeno. El Dr. Taylor afirma que en estas condiciones se puede acercar una llama a un recipiente de almacenamiento de hidruros y, en el peor de los casos, se quemará lentamente.

Para almacenar los hidruros se requiere sólo un tercio del volumen necesario para el hidrógeno líquido, pero el peso todavía es un problema. Sin embargo, para obviarlo se está buscando el metal apropiado.

La Aircraft Corporation planea la construcción de un avión que estaría listo en 1995, cuyo combustible será hidrógeno líquido. El largo tiempo requerido se debe a que necesita investigación adicional en la combinación H-metal, además de una aislación especial de los estanques de almacenamiento (el hidrógeno se licua a -2520C) y la construcción de una bomba adecuada y de larga duración, para liberar e inyectar el combustible.

En la actualidad el hidrógeno se produce a partir del gas natural (metano), cuya estructura química es de un átomo de carbón unido a otros cuatro de hidrógeno. Pero este también es un recurso agotable. Sin embargo, el hidrógeno también puede producirse por hidrólisis del agua. Para ello se requiere de electricidad. Los países que potencialmente pueden contar con energía hidroeléctrica, como es el caso de Chile, tienen una gran ventaja. La madera y el papel pueden ser también una fuente de hidrógeno, ya que se han descubierto bacterias que pueden convertir la celulosa en hidrógeno y otros productos utilizables.