Litio: bases para una estrategia de desarrollo
( Publicado en Revista Creces, Diciembre 1983 )

Las grandes reservas que chile posee de este metal estratégico, deben llamar al entendimiento de que no basta con que podamos exportar el producto puro sino que hay que llegar a desarrollar las tecnologías que permitan poner en marcha toda una industria de transformación en que se le agregue valor al precio de mercado de este elemento.

El contenido mineral de los salares nortinos vale su precio en litio. El Salar de Atacama concita hoy el interés de los científicos a nivel internacional por su alto contenido en este estratégico elemento. Ubicado a 2.200 metros sobre el nivel del mar, el salar ocupa una superficie de tres mil kilómetros cuadrados y constituye una verdadera esponja de sales donde predomina el cloruro de sodio. Recibe 14.000 litros de agua por segundo provenientes del río San Pedro y de filtraciones subterráneas. A su paso por el desierto (al interior de Antofagasta) el agua lixivia y arrastra las sales, llegando a la cuenca convertida en una espesa salmuera de cloruro de sodio, cloruro de magnesio, ácido bórico y litio, entre otras substancias. La salmuera se deposita en los poros de la esponja , donde permanece a una temperatura promedio de 18 grados. Por ser una de las regiones más secas del país y del mundo, en el salar existe un perfecto equilibrio: se evapora la misma cantidad de agua que recibe y en su interior la salmuera tiene un nivel constante.


Atractivo para la inversión

La presencia de recursos naturales como el señalado, resulta ser en nuestro país principal atractivo para la inversión conducente a su desarrollo, superando así las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y educación. Una herramienta para lograr maximizar el aporte de la riqueza minera a los objetivos nacionales es la política minera, traducida recientemente en el nuevo Código de Minería.

Chile posee una inmensa variedad y riqueza de recursos minerales del tipo cobre, litio, salitre y yodo, e importantes depósitos de oro, plata, fierro, molibdeno y carbón. El litio chileno constituye aproximadamente el 40% de las reservas mundiales estimadas para el elemento. Tal situación lo convierte en una herramienta de la que el país puede disponer para incrementar su poder económico de negociación en los mercados en que este recurso se transa. Frente a esta posibilidad, hay sin embargo una alternativa adicional: incrementar su retorno mediante procesos tecnológicos que lo transforman en productos de mayor valor agregado.

Es nuestro interés considerar la experiencia recogida a nivel mundial sobre el incremento del valor agregado a recursos naturales, y proponer algunas bases con el fin de formular estrategias de desarrollo concretamente para el litio.


Entorno internacional

En el mundo actual y en países como Chile, el desarrollo económico es un problema de importancia prioritaria. Alcanzar el desarrollo económico implica producir y utilizar materiales y energía para la obtención de bienes y servicios capaces de satisfacer las necesidades básicas y el subsiguiente bienestar. Se ha reconocido, sin embargo, que esta acción ejerce influencias negativas en el medio ambiente, pues al obtener, convertir y usar los materiales la energía, se manifiesta un daño a los componentes sociales, biológicos y geofísicos del entorno, disminuyendo los bienes y servicios no comerciables que éste provee.

En la obtención de éstos existen países que se han desarrollado orientando la industrialización dentro de ellos mismos, al mismo tiempo que intercambiando bienes industriales. Tales naciones, calificadas como "países del Centro", han pasado a ser potencias tecnológicas y han concentrado las fuentes de poder y decisión. Otros países, ricos en recursos naturales, han orientado su desarrollo dependiente de la explotación de sus recursos y los han vendido a los países del Centro. Sus precios de exportación han tendido a subir más lentamente que las manufacturas que ellos importan de esos países del Centro. Estos países se han considerado como pertenecientes a "la Periferia", con una situación que ha derivado en una creciente desigualdad económica y dependencia tecnológica.

Frente a esta experiencia se ha planteado que la única posibilidad que tendrían los países tecnológicamente más atrasados de participar con aportes propios en el "frente avanzado de la generación de tecnologías" - y para tomar parte en el mercado internacional de conocimientos técnicos como vendedores- es la rigurosa especialización en unos pocos campos, como serían los relacionados con sus recursos naturales.

Aceptar este desafío implica tener la suficiente visión como para identificar las oportunidades que se presentan para ocupar posiciones ventajosas en la producción de bienes y servicios -comercializables a nivel internacional- dentro de un esquema competitivo.


Innovación

Si bien la competencia por el mercado se basa en los precios (lo cual es estrictamente cierto para los productos primarios de igual calidad), para los productos elaborados en base a estas materias primas la competencia se basa, principalmente, en la innovación tecnológica.

Quien sea capaz de innovar ventajosamente, tiene el futuro en sus manos. Esto significa crear, modificar o adquirir tecnología, esto es, el conjunto ordenado de conocimientos utilizados en la producción y comercialización de bienes y servicios, la que mediante la innovación permite desarrollar nuevos procesos autónomos y autóctonos.

De esta forma, la innovación tecnológica se presenta como otro nuevo desafío, ya que hace necesario vencer la conducta imitativa en el consumo y en la producción. Tal conducta ha caracterizado a los países subdesarrollados de la periferia, con su secuela de dependencia tecnológica.

Cuando hablamos de tecnología autónoma nos referimos a aquella que puede producir y comercializar bienes y servicios con un grado aceptable de independencia, tanto de políticas regulatorias como de presiones del exterior. Ejemplos de tecnología dependiente y no autónoma son los paquetes adquiridos "llave en mano". Tecnologías autóctonas, por el contrario, son aquellas nuevas generadas y desarrolladas en el país.


El marco nacional

Esta rápida visión de la experiencia internacional permite visualizar una orientación para actuar respecto de los recursos naturales del país. Es el caso del litio. Útil resulta entonces determinar el marco de referencia nacional con el cual se debe hacer este análisis.

Una de las metas de la política económica y social para cumplir los objetivos del Gobierno, es lograr un crecimiento alto y sostenido de la economía. Para impulsarlo en cualquier país, es necesario aumentar la cantidad y calidad de los factores productivos, esto es, el capital físico, el capital ordinario y las alternativas de uso y de explotación de los recursos naturales. Para ampliar las alternativas de uso de tales recursos - cuyo destino es servir para el consumo de la actual generación y de las que vengan- se ha dejado a la libre iniciativa económica privada el acrecentar los beneficios del bien común.

Dentro de los cambios observados por la apertura de nuestra economía al mercado internacional, se advierte la mayor exigencia del mercado interno hacia los productos nacionales, pero también esto ha abierto los mercados externos a productos con ventajas comparativas permitiendo el aprovechamiento de las economías de escala y de la tecnología moderna.

Todo lo anterior implica que un desarrollo económico acelerado debería buscarse prioritariamente por la vía de las aplicaciones industriales con base en nuestros recursos naturales, en los que el país cuenta con ventajas comparativas, preservando la libertad de su utilización por chilenos tanto de la actual como de futuras generaciones.

Vale decir que para el máximo aprovechamiento de nuestros recursos naturales no renovables, deberían desarrollarse todas aquellas tecnologías que proporcionan un máximo valor agregado por nuestro trabajo, explotando tales recursos a un ritmo óptimo con objeto de evitar su agotamiento prematuro.

El litio, como recurso natural no renovable abundante en el país, por sus perspectivas de demanda previstas en el campo energético y la incipiente tecnología de producción y utilización, da la oportunidad de ser utilizado como modelo para abordar el problema del desarrollo de nuestros recursos naturales.


Identificación del problema

Uno de los escollos detectados en el proceso de transferencia de tecnología a países en desarrollo es, entre otros, la identificación de problemas y la individualización de alternativas tecnológicas.

Tales razonamientos nos permiten una primera aproximación a formular el problema en relación al litio: desarrollar oportunamente el recurso y sus tecnologías autónomas en forma de productos o materiales que lo contengan, o en aplicaciones industriales que usen litio. Es deseable que en el desarrollo ligado a este rubro se logren innovaciones tecnológicas que permitan la participación de la industria nacional en el mercado internacional.

La condición que necesariamente debe cumplir este desarrollo es ir adecuando la capacidad de producción industrial con la infraestructura científica y tecnológica del país, de modo que una refuerce a la otra y todo esto dentro de las posibilidades de mercado de la industria nacional. Cabe hacer presente que el proceso de transferencia de tecnología debe ser acompañado permanentemente por la búsqueda de la innovación tecnológica, de modo de producir bienes y servicios con una relación calidad/costo más conveniente a la existencia en los países del Centro.

La selección de las tecnologías apropiadas en base al litio exige una cuidadosa investigación previa de las tecnologías alternativas que pueden ser desarrolladas ventajosa y oportunamente en el país.

El cuadro 1 muestra los usos actuales convencionales del litio con sus respectivos niveles de consumo, y con un desarrollo comercial que deja pocas oportunidades para entrar a competir en forma autónoma en los mercados internacionales. Además de estas aplicaciones, en el exterior existen fuertes programas de investigación y desarrollo de tecnologías que buscan utilizar este recurso en la fabricación de baterías secundarias para vehículos eléctricos y en la optimización de baterías primarias para el almacenamiento de energía. De lograr éxito en estos programas, la demanda del litio crecerá significativamente antes de 15 años.

Como se aprecia, la fabricación de baterías de litio está muy próxima para desarrollar oportunamente la infraestructura científico-industrial de la que se pueda esperar el éxito para Chile como país proveedor de tecnología autónoma, aunque pueden existir innovaciones tecnológicas específicas que, si son aplicadas oportunamente en el país, podrían proporcionamos un espacio en el mercado de productos de tecnología de avanzada.


Energía

La situación es menos apremiante en la aplicación que busca producir energía a partir de la fusión termonuclear controlada de deuterio y tritio, que consume deuterio y litio como combustible primario (deuterio extraíble del agua de mar). De lograr éxito en los fuertes programas de investigación y desarrollo que se realizan actualmente en el exterior, dentro de los próximos 20 años podrá iniciarse la producción experimental de esta energía y la demanda del litio por esta aplicación aumentará después del año 2015.

El período de 20 años no es muy grande, tratándose de programas de alta tecnología que exigen el desarrollo previo de una serie de tecnologías de sostén que contribuyan a la fusión, y de las cuales el litio es un material básico para una de ellas. Al mismo tiempo, este período alcanzaría para desarrollar infraestructura, criterios y conceptos de participación industrial y nacional para iniciar programas de investigación y desarrollo de tecnologías en base a recursos naturales del país.

De esta forma, las bases de estrategias de desarrollo deben buscarse en la investigación científica y tecnológica de nuestros recursos naturales, cuyo último objetivo sea su preservación y la maximización del valor agregado a éstos.

Se hace necesario entonces crear y optimizar las condiciones que permitan a científicos e ingenieros proponer las respuestas que el país necesita. Esto puede lograrse a través de un organismo que agrupe a profesionales de la química tales como ingenieros, científicos, técnicos, educadores y ejecutivos que laboren en diferentes actividades y áreas de la disciplina, además de otros profesionales con intereses particulares estrechamente relacionados, cuyos objetivos sean poner la química, sus conocimientos y habilidades personales al servicio del desarrollo del país.

Los desafíos están planteados. Su logro no deja de exigir una cuota de creatividad y agresividad, con positivismo en abundancia a quienes han aceptado estos retos como propios.



Miguel Córdova

Comisión Chilena de Energía nuclear.



Para saber más


1. Ley Nº 18.248, Código de Minería. Diario Oficial del 14 de Octubre de 1983.

2. Ruiz, C.: Geología y Yacimientos Metalíferos de Chile. Editorial Universitaria (1965).

3. González, A: Riquezas Minerales de Chile a Nivel Mundial. Universidad de Chile (1983).

4, Piñera, J.: Bases para el Desarrollo de la Minería. Realidad 3 (28) 41-46 (1981).

5. Prebish, R.: Sobre el Desarrollo del Capitalismo Periférico. Estudios Internacionales 11 (43) 3-25 (1978).

6. Contreras, C.; Transferencia de Tecnología a Países en Desarrollo. Instituto Latinoamericano de Ciencias Sociales. ILDIS (1979).

7. Sábato, J.A~: ¿Laboratorio de Investigación o Fábricas de Tecnologías? Editorial Ciencia Nueva (1972).

8. Sagasti, F.R.; Políticas de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo. Estudios Internacionales 13 (49) 86-111 (1980).

9. Programa de Desarrollo del Estado de Chile 1983-1989. Oficina de Planificación Nacional. ODEPLAN (1982).

10. Gabano, J.P.: Lithium Batteries. Academic Press (1983).

11. Kunasz, I.A: Lithium-How much? Foote Prints 43 (1) 23 (1980).


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