Bondades y riesgos del ultrasonido
( Publicado en Revista Creces, Marzo 1983 )

La ecografía tiene innumerables bondades como método diagnóstico; sin embargo, estudios ponen algunas luces rojas a su uso indiscriminado.

El uso del ultrasonido como herramienta de diagnóstico, ya se ha hecho rutinario. Ahora ya está en todas partes y en Chile ya son numerosos los centros privados que disponen de él. ¿Es realmente necesario?, ¿Se abusa de esta tecnología?, ¿Está libre de riesgos para el feto?

Al comienzo se utilizó para diagnosticar algunos defectos del crecimiento y desarrollo fetal y enfermedad de Rh. Hoy se emplea para ayudar a diagnosticar cualquiera otra alteración que compromete el desarrollo fetal o para embarazos tubarios.

En el año 1982 se realizó un simposio en Nueva York, patrocinado por The March of Dimes y el Departamento de Pediatría de la Universidad de Columbia, con el objeto de analizar los posibles riesgos de esta tecnología. En la primera parte se examinaron antecedentes experimentales que podían sugerir que el ultrasonido provocase defectos fetales a largo plazo o en las generaciones futuras.

Dos estudios, uno realizado por Douglas Miller, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vermont, y otro por Morton Miller, de la Universidad de Rochester, sugerían que el ultrasonido podría provocar problemas de salud en el feto. El primero, afirmaba que, en las dosis corrientemente usadas de ultrasonido, se alteraba la capacidad de agregación de las plaquetas. Por otra parte, Morton Miller encontró que el ultrasonido destruía las células vegetales de las raíces de algunas plantas.

Otro trabajo, realizado por Doreen Liebeskind, profesor de Radiología de la Escuela de Medicina de la Universidad Albert Einstein (Nueva York), afirmó que al aplicar ultrasonido a ratas, los fibroblastos (células del tejido conectivo) sufrían alteraciones y que podían transformarlas en células cancerosas. Ellos inyectaron estos fibroblastos transformados a otras ratas y algunas de ellas (una de cada cinco) desarrollaron un cáncer.

En la literatura, por lo menos otros tres estudios experimentales publicados por el mismo autor (Science Sep. 21, 1979), Radiology, Feb. 1981 y British Journal of Cancer, 1982), sugieren que el ultrasonido, aplicado al feto, podría afectar las células de futuras generaciones. En estos experimentos el ultrasonido produjo alteraciones en la arquitectura de los fibroblastos, pero ello vino a hacerse evidente sólo después de 10 generaciones celulares.
También describieron alteraciones de los linfocitos (células de la sangre que tienen que ver con la inmunidad) que afectaba su DNA (el material genético de las células). Liebeskind afirmó que el ultrasonido aplicado en las dosis que se usa corrientemente para el diagnóstico, produce alteraciones genéticas, cuya trascendencia aún no comprendemos.

En el simposio también se presentaron otros trabajos que sugieren que el ultrasonido, en las dosis usadas corrientemente, no producía ninguna alteración demostrable en el feto. Edward Lyon, de la Universidad de Manitoba (Canadá), hizo un seguimiento a 10.000 niños a los cuales se les aplicó ultrasonido en la etapa fetal y no encontró que tuvieran más malformaciones que otro grupo de niños control, a los que no se les aplicó ultrasonido.

A igual conclusión llegó Louis Hellman, de la Universidad del Estado de Nueva York. Otro investigador, Peter Scheidt, del Food and Drug Administration (Washington), concluyó que el ultrasonido no altera el crecimiento fetal. Sin embargo, ellos esperan seguir controlando esos niños hasta que cumplan 21 años.

De todo esto se puede resumir que los estudios experimentales parecen demostrar algún daño que se produciría a largo plazo, pero esto no se ha confirmado por la observación directa de los niños que han sido sometidos a ultrasonido.

La gran conclusión indica que hay que ser prudentes y usar esta tecnología sólo cuando sea indispensable. No debemos olvidar que cuando se comenzaron a usar Rayos X durante el embarazo, se pensó que eran inocuos. Posteriormente se demostró lo contrario.


Posibilidades futuras

La interrogante de los riesgos que pueda acarrear la aplicación de ultrasonido para el feto es importante responderla, porque es cierto que esta nueva tecnología ha abierto interesantes posibilidades para la acción médica preventiva. Se ve como muy posible que esta tecnología ayude a corregir problemas fetales por una intervención directa en el vientre materno, y prevenir que el niño nazca con defectos más avanzados o que muera en el útero.

Así, por ejemplo, el Dr. Roy Filly, un radiólogo de la Universidad de California, está utilizando esta tecnología para extraer orina del feto que presenta obstrucción de la vejiga. Normalmente, la orina que se forma durante la edad fetal se vacia al líquido amniótico. Kenneth Gottesfeld, obstetra, y Carol Rumach, radiólogo, ambos de la Universidad de Colorado, en Denver, se han basado en el diagnóstico por ultrasonido para ayudar a extraer el exceso de líquido cefalorraquídeo de fetos con hidrocefalia, una enfermedad en la que se produce un exceso de líquido en las cavidades cerebrales y genera deficiencia mental o convulsiones por compresión del tejido nervioso.

Jason Birnholz, radiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, piensa que el ultrasonido puede ser útil para tratar la desnutrición intrauterina del feto. Con él se puede detectar el retardo del crecimiento con bastante precisión e inyectarse nutrientes al líquido amniótico, donde el feto podría ingerirlos junto con dicho medio.

El ultrasonido puede detectar también los movimientos del feto y por lo tanto podría ser útil para conocer el desarrollo del sistema nervioso central. Actualmente se pueden indagar también los constituyentes normales y anormales de los movimientos de los ojos, con el fin de correlacionarlos con el desarrollo cerebral. Se ha observado que si se produce un zumbido, el feto ya a las 28 semanas aleja la cabeza del zumbido. Pero si hay retraso del desarrollo cerebral, no se produce este reflejo.

David Harvey, de la Matemidad Queen Charlotte de Londres, publicó en Pediatrics (marzo 1982) un trabajo en que, utilizando el ultrasonido, pudo detectar la edad gestacional y aun predecir las deficiencias mentales. Según él, con el ultrasonido se puede llegar a predecir la personalidad que el feto va a tener después que éste nazca.

Previo a todo esto, es necesario saber con certeza si el ultrasonido es potencialmente peligroso o no. Si es inocuo, podría llegar a ser un arma terapéutica y diagnóstica extraordinariamente útil.


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada