La familia: una visión para el siglo XXI
( Publicado en Revista Creces, Enero 1991 )
El impresionante avance tecnológico ocurrido durante el siglo xx, en particular en su segunda mitad, no ha dado tiempo para que los individuos asimilen los cambios en forma adecuada. Estos cambios tampoco han ido aparejados con el desarrollo social necesario para enfrentar el desafío que han impuesto las nuevas tecnologías. Este desajuste ha perturbado el accionar de muchas instituciones sociales, especialmente en países desarrollados, provocando cambios fundamentales en la más fundamental de todas ellas: la familia.
En ese contexto surgió la iniciativa de organizar el seminario " La familia para el siglo XX" : un desafío para el siglo XX", organizado por el Dr. Arturo Roizblatt (Facultad de Medicina, Servicio de Psiquiatría Sede Oriente) y la autora de estas líneas, ambos de la Universidad de Chile. Uno de los objetivos centrales que se propuso esta iniciativa fue estudiar la evolución y cambios sufridos en la familia de los países desarrollados. El segundo objetivo fue despertar la conciencia de los profesionales que trabajan con la familia, con el propósito de analizar lo que sucede en los países desarrollados, especialmente a nivel de pobreza y familia actual, de modo de aprender de sus logros e impedir repetir experiencias negativas. Aunque el desarrollo pudiera llevarnos a cambios semejantes en nuestra realidad familiar, tenemos la ventaja de ir un poco más atrás, lo que abre la posibilidad de poner atajo a ciertas características de la vida de familia que hoy día consideramos nocivas para nuestra realidad e idiosincrasia.
Este seminario abordó la problemática de la familia desde el inicio de la vida de familia, es decir, con hijos menores; luego la adolescencia, y finalmente desde una perspectiva de la pobreza y búsqueda de soluciones.
Participaron en calidad de invitados los expertos en problemas de familia y pobreza Dra. Chilman de EE.UU. gracias al patrocinio de la Fundación Andes, y el Dr. Jon Bernardes, del Reino Unido, con el patrocinio del Consejo Británico. Los invitados nacionales fueron los Drs. A. Pemjean, R. Florenzano, Psiquiatras, ambos profesores de la Universidad de Chile, y J. Mpodozis, de la Facultad de Ciencias de la misma Universidad.
En esta ocasión analizaremos las ponencias de los invitados extranjeros, ya que nos permiten comparar con nuestra realidad.
La familia en la pobreza:
La experiencia de la Dra. Chilman respecto a este tipo de familia en los EE.UU. es muy convincente. Desde un punto de vista económico, ella distingue tres tipos de familias pobres:
- La familia de trabajadores pobres: aquella que tiene trabajo, pero es mal remunerado y no alcanza para la familia, aun trabajando ambos padres.
- La familia pobre a corto plazo: aquella en que el jefe de hogar ha perdido el trabajo, o se acaba de divorciar o tienen una situación de emergencia, como sería un enfermo grave, que desequilibra el presupuesto. Esto ocurre en un 14% de las familias pobres en los EE.UU.
- La familia pobre crónica o a largo plazo: aquella que generación tras generación se mantiene en la pobreza. En EE.UU. existe un 5% de este tipo de familias. Ellas viven en bolsones de pobreza. Pueden estar en la zona rural o en la periferia marginal urbana. No tienen trabajo, no cuentan con buenos servicios sociales o educativos, abunda la delincuencia entre sus miembros y viven en lugares de alta peligrosidad. Las familias se caracterizan por tener muchos divorcios, cohabitaciones y alto desempleo.
Considera a las familias pobres como muy débiles y carentes de poderes sociales, políticos, etc., lo cual se agrava dada la continua reducción de programas de ayuda a los más necesitados. La política oficial en vigencia supone que los pobres deben tratar de salir adelante sin tanta ayuda, ya que de otra manera se transforman en dependientes permanentes. Actualmente, EE.UU. tiene más pobres que hace 10 años, y una de las causas de esta situación ha sido la discriminación racial contra negros y portorriqueños. Sin embargo, los grupos urbanos han tenido éxito en la segunda generación. Han educado a sus hijos y han llegado a ser profesionales.
El concepto de pobreza es relativo, ya que depende del standar de vida de cada país. Actualmente, en los EE.UU. la línea de pobreza es 12.000 dólares al año y existe un 13% de la población bajo esta línea. La pobreza es responsabilidad del sistema pero no se puede tener la actitud de achacar todo al sistema, hay que buscar en todos los niveles y sectores la forma de afrontarla. Fundamentalmente, hay que considerar que las características psicológicas de las familias pobres están dadas preferentemente por las características genéticas y ambientales. Otras causas derivan de la economía del país ( posibilidad de empleos, tipo de impuestos las políticas y los gobiernos), del tipo de población que se tiene. La pobreza responde a aspectos psicológicos, biológicos y sociales, por lo tanto hay que tomar en cuenta, la economía, la educación ( el factor más importante), la biología ( salud) y el ecosistema. Todos estos sistemas deben estar interconectados y trabajar en pos del mismo objetivo.
Propone la Dra. Chilman una forma de tratar a los pobres para que dejen de ser dependientes que supone el fortalecimiento de la familia por dentro. Es necesario descubrir cuáles son las actitudes y las motivaciones que mueven a la familia y de este modo tener éxito y ser independientes. En la práctica hay que tener y conocer diferentes alternativas de intervención para diferentes tipos de familias y de personas. Hay que fomentar la autoestima con cosas que funcionen. Lo correcto es educar y capacitar, pero siempre y cuando se tenga la posibilidad de encontrar trabajo.
Con los cambios que han ocurrido en el sistema de Bienestar Social, las mujeres deberán salir a trabajar, pero la sociedad no ha previsto un sistema para el cuidado de los niños. Esto último es esencial, porque no se puede seguir llevando de casa en casa a los niños para que sean cuidados.
A pesar de que EE.UU cuenta con un sistema de Seguridad Social desde 1930, el nivel actual de prestaciones deja bastante que desear. En la actualidad el Bienestar Social protege a los que no tienen Seguridad Social y son los llamados "pobres dependientes" (Aid Social Dependent Child), pero estos programas ya no se aceptan como antes, porque se considera que las madres deberían trabajar y enviar los niños a las salas-cunas. A su vez, hay una crisis en el cuidado infantil. En estos momentos hay en los EE.UU un tercio de la población que no tiene cobertura médica, lo cual constituye una falla del sistema de seguridad social que ha obligado ha aumentar la cobertura del Bienestar Social.
En el otro extremo del ciclo vital, la ancianidad vive una situación muy diferente dado su gran poder derivado de la Seguridad Social. Al jubilar, el ciudadano obtiene una pensión que es proporcional al tiempo y tipo de trabajo realizado. Gracias a la acción de los sindicatos, las pensiones son relativamente buenas y además tienen otras garantías como: salud (Médical Aid, para los más pobres, Médical Care para los ancianos y seguros privados para los que permanecen activos), cultura, tarifas rebajadas de locomoción, etc. Existe además una actitud positiva de la gente hacia la ancianidad, lo cual les da una seguridad de no perder sus garantías y les da tiempo para participar en las reuniones de sus asociaciones, la mayoría de ellas muy poderosas. Además, existen organizaciones de jóvenes y de ancianos actuando conjuntamente.
La Dra. Chilman explicó que en los EE.UU los programas comunitarios no se practican, ya que sería muy difícil sobrevivir económicamente. El tiempo está destinado fundamentalmente al trabajo y el resto debe compartirse en las labores familiares. Si se organiza a la comunidad y se fomenta acciones que después no se pueden llevar a cabo, a la larga, produce más problemas. Sólo algunas iglesias están preocupadas en este sentido.
La crisis de la familia en los países desarrollados
A juicio del Dr. Jon Bernardes, los dramáticos cambios ocurridos en Europa Occidental en los últimos 40 años, junto con generar un fenómeno de rápido crecimiento y de una creciente riqueza, han traído aparejados algunos problemas, Examinemos algunos:
- Cambios demográficos: a nivel demográfico se han producido cambios en el Reino Unido (UK), tales como:
- Aumento de la edad media del primer matrimonio (21.4 años en 1971 y 23.3 en 1987), con tendencias similares en el resto de los países europeos.
- Aumento de la cohabitación (1 por ciento en 1970, 7 por ciento en 1979 y 48 por ciento en 1987). Gran Bretaña tiene la segunda tasa más alta de cohabitación después de Dinamarca.
- Aumento de los hijos nacidos fuera del matrimonio (12 por ciento en 1980 y 25 por ciento en 1988). Nuevamente es Dinamarca, con un 40 por ciento, el país que presenta la mayor tasa de nacimientos fuera del matrimonio.
- Disminución de los hijos legítimos menores de 16 años viviendo con sus padres: 83 por ciento en 1979 y 70 por ciento en 1985.
- Aumento de las tasas de divorcio y vuelta a contraer matrimonio: en 1970 esta cifra alcanzaba el 6 por 1.000, y en 1980 el 12 por 1.000. Si las tasas de divorcio continúan como en 1980, en el futuro el 37 por ciento de los matrimonios terminarán en divorcio y uno de cada cinco niños experimentará el divorcio de sus padres. Gran Bretaña posee tasas similares a las de los EE.UU; Dinamarca es la más alta y la sigue Alemania. En Gran Bretaña más de la mitad de los hombres y mujeres que se divorcian se vuelve a casar dentro de cinco años, y un número sustancial de mujeres cría a los hijos sola y más tarde se casan.
- Hay un:
- Aumento de los padres con hijos dependientes, viviendo solos: en 1961 un 6 por ciento y en 1988 un 16 por ciento.
- Aumento de hogares de una persona: 11 por ciento en 1961 y 24 por ciento por ciento en 1985.
- Aumento de ancianos mayores de 85 años: la cifra de 500 mil que había en 1981 se doblará en el año 2001. En la actualidad hay 6 millones de ancianos desvalidos a cargo de cuidadores.
- Disminución del trabajo en los jóvenes: 60 por ciento en 1975, 20 por ciento en 1988, conjuntamente con un aumento del tiempo total dedicado a la educación y entrenamiento.
- Aumento del número de mujeres que trabajan: 10 por ciento en 1931 y 68 por ciento en 1987. En más de la mitad de los casos de mujeres casadas con hijos, trabajan ambos cónyuges. Pese al aumento de la actividad económica de la mujer, muchas tareas del hogar (limpieza, lavado...) todavía son realizadas por la mujer, aún cuando tenga un trabajo de jornada completa. La mayor parte del trabajo de cuidado de los niños y el 60 por ciento del cuidado de los ancianos está más en manos de la mujer que del hombre.
Una de las características más impresionantes de los últimos años ha sido la forma en que la "cuestión de la familia" se ha trasladado a la agenda política, tanto en el plano nacional dentro de Europa como a nivel de la Comunidad Europea. Esta preocupación, en parte, se debe a los resultados obvios de los cambios demográficos (como el número de ancianos), pero también refleja un cambio fundamental en el pensamiento. Muchos gobiernos occidentales aceptan ahora la cuestión de la familia como algo importante, y continuará siéndolo en el futuro.
Estos antecedentes muestran los cambios sufridos en la estructura de la familia que llevan a rechazar el concepto "de familia" como teóricamente adecuado, y a reconocería enorme dificultad de estudiar los actores involucrados.
Aspectos teóricos
Paulatinamente el concepto de familia nuclear está siendo rechazado en favor de un reconocimiento de una enorme variedad y diversidad de formas en la familia. Por largo tiempo los expertos en familia (médicos, psicólogos, sociólogos, etc.) han insistido en el hecho de que hay una sola forma de vida de "familia sana": manteniendo a toda costa el matrimonio, obligando a los padres/maridos a mantener a sus mujeres e hijos, obligando a las madres/esposas a cuidar a sus hijos primero y poner cualquier otra cosa en segundo plano. Parte de este modelo, también, rechazaba como anormal la violencia física y sexual, rechazaba como antinatural que una mujer corriente no estuviera satisfecha con el amor y cariño del marido y de sus hijos. Recién ahora se ha revelado que esta supuesta "conducta normal" resultó en muchos niños y mujeres/esposas que negaban toda clase de abusos físicos y sexuales. Los años 80 han marcado un cambio fundamental en los patrones familiares en Gran Bretaña en términos de cohabitación, crianza, divorcio, aumento de padres solos (padre con hijos, madre con hijos) y de los ancianos dependientes siendo esto válido para los otros países europeos.
Uno se cuestiona si instituciones tales como el Bienestar del Estado u otros sistemas legales podrían prever y buscar el modo de resistir los continuos cambios sociales, o deberían responder acomodándose a dichos cambios. De hecho, hay muchos cambios que no pueden resistirse: tratar de reducir o de oponerse al divorcio, madres solteras o padres solteros.
Muchas de estas variadas familias van en camino de ser aceptadas, y en la mayoría de las conferencias se comienza a debatir dicha naturaleza y se comienza a dar forma a las políticas de familia.
El Comité Europeo estableció lo que se llama "Observatorio de Políticas de la Familia Europea" en el cual un grupo de expertos nacionales dirige cambios en la vida de familia y da una serie de recomendaciones sobre cómo desarrollar "políticas familiares" para poder acomodarse a estos cambios. Lo importante es que muchos expertos en políticas han reconocido que no hay un solo modelo de familia hacia el cual las políticas familiares deberían dirigirse, sino más bien es necesario precisar la naturaleza de la "vida de familia", a fin de ir formando una "política familiar". Más que imponer políticas sobre la base de modelos abstractos, la tendencia es establecer cuál es la "vida de familia" y hacer una "política familiar" adecuada a estas tendencias.
En este contexto, el Dr. Bernardes planteó que es necesario contar con especialistas para profundizar hasta el menor detalle de los componentes de la familia sin perder el sentido del todo, de la unidad de nuestras vidas y las vidas de nuestros sujetos. Esto requiere un nuevo enfoque de los estudios sobre familia para proteger la sociedad y beneficiarla. Estudios que promuevan cambios en nuestras vidas y que incluyan desde el abuso del niño y consejo de divorcio hasta la calidad del cuidado del niño y las relaciones entre generaciones.
También, a juicio del investigador británico, el costo de los "problemas familiares" son tan grandes que debemos urgentemente desarrollar un enfoque completamente nuevo en "Política Familiar". Este argumento está derivado de varias iniciativas actualmente en marcha en Europa. En la actualidad se hacen esfuerzos por estimar el costo que significan para la nación los niños con dificultades en los colegios, las disputas y violencia maritales, la separación, el divorcio, los problemas relacionados con las adicciones, vivienda, disputas por propiedades, abuso físico y sexual de niños. Todos estos problemas tienen un costo humano, semanas y años de miseria y pérdida de oportunidades. Es una insensatez económica no tratar de prevenir la violencia, las separaciones y el divorcio, el abuso de los niños, etc. Podemos demostrar que un sistema de política social será económicamente efectivo y eficiente si previene estos problemas.
Análisis de estos enfoques
De la visión que presentaran nuestros invitados queda en claro que los cambios que han sufrido las sociedades desarrolladas han sido, en muchos casos, muy drásticos, y que, producto de ello, el concepto de familia ha sido modificado por la propia realidad.
Ambos expositores coincidieron en que uno de los problemas básicos de este tipo de sociedades era el vivir para tener cosas, o sea la sociedad de consumo cuyo materialismo ha hecho perder los valores familiares, incluyendo los valores religiosos. Es aquí donde nosotros, como sociedad que va en vías de alcanzar un desarrollo adecuado, podríamos ponerle atajo a esta situación para no caer en los excesos de estas sociedades. Tenemos la ventaja de saber lo que ellas han vivido para remediar lo que no es adecuado y aceptar los cambios del desarrollo sólo en aquellas áreas que benefician la vida de familia y el desarrollo de sus miembros.
Primeramente haremos una comparación respecto de los tipos de familias pobres estadounidenses que planteó la Dra. Chilman. En nuestro país se pueden encontrar los 3 tipos de familias pobres, siendo el último (la familia pobre crónica) la que causa mayor problema a la sociedad, porque son muy dependiente y resulta difícil modificar su sistema de vida. Los otros tipos tienen un carácter de transitoriedad y pueden mortificarse si las condiciones de trabajo mejoran o la emergencia desaparece.
Indudablemente, estos dos últimos tipos de familia (trabajadores pobres y de corto plazo) están muy ligados a la situación económica y los beneficio que la sociedad otorga en dichos casos (seguridad social, posibilidades de mejores salarios, etc.). Pero no todo puede atribuirse al sistema, como lo planteó claramente la Dra. Chilman, ya que hay aspectos psicológicos, biológicos y sociales que están influyendo en la pobreza. Lo importante es saber enfrentarla, partiendo por fortalecer la familia por dentro, y esto se podría lograr en gran medida mejorando la auto estima de cada uno de los miembros. Este es un trabajo lento, pero dará sus frutos si va acompañado de una educación o entrenamiento para trabajos que sirvan en el mercado. En este punto es importante hacer hincapié respecto a nuestro sistema educacional, que en muchas áreas está absolutamente desfasado de la realidad y de las necesidades que el mercado de trabajo tiene. Faltan muchas profesiones a nivel intermedio (técnico y especialidades) que permitan estar en la línea de la demanda del desarrollo. Para las familias en la pobreza, si no se integran a través del sistema educacional, comenzando con sus hijos, la historia de pobreza y de dependencia continuará por generaciones. ¿Cuánta preocupación existe en las escuelas por saber las causas por las cuales desertan los educandos?, ¿Hay posibilidades de dar un oficio a aquellos que no pueden estudiar por incapacidad mental?. Estas son interrogantes que nuestra sociedad debería responder.
Cabe señalar que la Dra. Chilman fue crítica frente al sistema de Seguridad Social de los EE.UU y aún manifestó que existe un porcentaje de la población que no tiene ninguna previsión y es dependiente del Bienestar Social. Sin embargo, aseguró que la Seguridad Social era óptima respecto a la ancianidad, que las pensiones eran adecuadas y que existían ayudas en salud y otros beneficios. Esto es algo que debería pensarse en forma seria en nuestro país, ya que las expectativas de vida están subiendo día a día y ya contamos con un seis por ciento de la población sobre 65 años. Las pensiones de los ancianos son conocidas por no alcanzar para los mínimos gastos, como tampoco es necesario olvidar que en esa edad se gasta mucho más en salud que en la época adulta, por lo que habría que ir pensando el modo de cubrir esos mayores gastos que nos van a llegar en el año 2 000.
En relación a los cambios que ha sufrido la familia en Europa Occidental, según lo expuso el Dr. Bernardes, podemos decir que no estamos lejos de llegar a situaciones semejantes respecto a la cohabitación, que aquí se llama "convivencia" en el nivel bajo de nuestra sociedad, y que es bastante común y aceptado. Es probable que las razones para llegar a esta cohabitación en nuestro país sean diferentes de las de los países desarrollados, pero el hecho es el mismo. Aquí también ha habido un aumento de la adolescente embarazada, y muchas de ellas tienen los hijos fuera de¡ matrimonio. El aumento de la ilegitimidad de los hijos es menor, todavía, pero ¿Hasta cuándo?.
Tenemos una diferencia respecto a los hijos viviendo con sus padres hasta la edad en que son capaces de independizarse económicamente. ¿Cambiará esto una vez que la situación económica de los hijos les permita separar casa antes de contraer matrimonio o de vivir en pareja?.
En relación a la violencia familiar y niños abusados, también existen en nuestra sociedad, pero tal vez no se ha estudiado lo suficiente como para dar una información acabada. Las constancias que quedan manifiestas en las tenencias de Carabineros, y los niños golpeados que llegan a los hospitales, son sólo la punta del iceberg. En ese sentido, nuestra sociedad presenta esa característica y ello representa un tema urgente de investigación. Estos estudios debieran permitir legislar sobre la materia, porque nadie puede desarrollarse como ser humano si vive en un ambiente de violencia, por más "cultural" que se la considere.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿ Queremos llegar a cambios tan drásticos en la familia de nuestro país?, ¿ Podemos evitar que el desarrollo nos lleve a estas altas tasas de divorcio, de cohabitaciones, de personas viviendo solas? Uno se pregunta: ¿ De qué sirve la cohabitación si después los mismos que cohabitaron terminan en divorcio?, ¿Qué experiencia les aporta este tipo de convivencia sin compromiso y que muchas veces se legaliza por causa de la llegada de un hijo y posteriormente termina en separación o nulidad?, ¿Por qué se presenta tanta violencia familiar y niños abusados en sociedades que no tienen grandes problemas de subsistencia?, ¿No están demostrando todos estos cambios una pérdida enorme de valores en la sociedad?.
En nuestra realidad sobre la familia podríamos decir que todavía nos quedan valores, no los hemos perdido, pero podríamos olvidarlos y podrían terminar por desaparecer si nos dejamos llevar por la sociedad de consumo. Un comentario que hicieron ambos expositores fue la enorme influencia de la publicidad. Cómo ella puede modificar la vida familiar, simplemente por insistir en el bien que ofrece. Según el Dr. Bernardes, los hijos manipulan a los padres a fin de obtener lo que se promociona en la TV. En ese sentido, me parece que aquí no estamos lejos de sufrir lo mismo. ¿Cuántas veces los niños exigen a sus padres la zapatilla o el pantalón de tal marca?, y los padres, con tal de demostrar que quieren a sus hijos, les compran, aún endeudándose, lo que ellos piden. En este sentido, lo que falta, tanto en los países desarrollados como en el nuestro, es que los padres sepan cumplir con sus deberes de tales y sean responsables de lo que significa ser padre y madre.
Nosotros podríamos ir desde ya preparando a las generaciones futuras en la enseñanza de ser padre y madre. Esto es lo único que no se estudia en ninguna parte, y se llega a tal rol siguiendo los modelos parentales recibidos, que muchas veces no fueron para nada positivos. Es por esto que nuestro Seminario tenía como objetivo conocer lo que ocurría en los países desarrollados y aprender lo positivo y evitar lo negativo. Entonces, ahora nos corresponde, a todos los que tienen un interés especial por salvaguardar los valores de la familia, formar personas capaces de ser independientes y con una sólida formación de responsabilidad para ser padre y madre. Esto le corresponde tanto a la propia familia como al sistema de educación formal (formación en la responsabilidad, por ej.), al sistema de salud (consejo genético, educación sexual) y a todas las religiones, pues ellas siempre han sido defensoras de los valores familiares. Resulta más económico prevenir los problemas familiares que tratarlos posteriormente. No se puede seguir cerrando los ojos a esta realidad que ya viven los países ricos y que nosotros podríamos prevenir. Esto es una cuestión de voluntad y de decisión política para que se vaya considerando el tema y se le de la prioridad que requiere.