La resistencia a los antibióticos dejaría sin tratamiento enfermedades comunes.
( Creces, 2018 )
Algunas infecciones urinarias, de la piel y diarreas son parte de las patologías para los cuales los antibacterianos están dejando de hacer efecto en el país. Infectólogos llaman a toda la población a tomar medidas urgentes.
“Podría llegar el momento en que cualquiera pueda comprar penicilina en las tiendas. Entonces existe el peligro de que el hombre ignorante pueda fácilmente autodosificarse y al exponer sus microbios a cantidades letales del fármaco, los vuelva resistentes”.
Estas palabras pronunciadas por Alexander Fleming en su discurso de aceptación del Premio Nobel en 1945 terminaron por convertirse en una alarmante profecía.
“El uso inapropiado de lo antimicrobianos hoy no solo se verifica en el ámbito de la salud, sino también en la producción animal y la piscicultura”, dice la doctora Jeannette Dabanch, pastpresident de la Sociedad Chilena de Infectología (Sochinf), que hoy conmemora los 136 años del natalicio de Fleming con un fuerte llamado a tomar conciencia sobre el riesgo que representa el uso indiscriminado de antibióticos.
“Estamos ante un escenario en que nos estamos quedando sin alternativas terapéuticas en el país para tratar enfermedades tan comunes como infecciones urinarias por E. coli, diarreas por Shigella, infecciones de piel y partes blandas por Staphyloccocus resistente y gonorrea, que ha aumentado en 200% en los últimos cinco años, según datos de vigilancia del ISP. En estos casos, los antibióticos de primera línea están con niveles de resistencia altísimos”, advierte la doctora Mónica Lafourcade, microbióloga y actual presidenta de la Sociedad Chilena de Infectología, Sochinf. “Esto es transversal para adultos y niños, y centros de salud públicos y privados”, agrega.
El problema preocupa a nivel mundial al punto que en 2014 la OMS advirtió que, de no tomarse medidas urgentes, la resistencia a los antibióticos será la primera causa de muerte en 2050, con 10 millones de fallecimientos atribuibles a esta situación.
Uso incorrecto
Entre los principales factores que están llevando las bacterias a hacerse resistentes a los antibióticos está el uso incorrecto de estos fármacos. Un error habitual, por ejemplo, es emplearlos para tratar infecciones virales, como el resfrío común, la influenza, la mayoría de los dolores de garganta, la bronquitis y sinusitis e infecciones de oído.
También preocupa la aplicación de antibióticos para tratar y prevenir enfermedades de animales que comemos -como vacunos, cerdos y aves- e incluso para engordarlos. En estos casos, los antibióticos llegan al ambiente o son ingeridos al consumir la carne.
El doctor Jorge Pérez, infectólogo coordinador del Comité de Antimicrobianos de la Sochinf, señala que el problema se ve agravado porque “en los últimos años la industria farmacéutica prácticamente no ha producido antibióticos nuevos, pues no es rentable, considerando que su vida va a ser corta, porque rápidamente se puede generar resistencia”.
Es por ello, dice la doctora Dabanch que “hablamos de los antibióticos como 'un recurso no renovable'. Si la bacteria a la que ataca se hace resistente, lo pierdes. Y cada vez tenemos menos”.
Para enfrentar esta situación y cumplir con el compromiso hecho por Chile ante la OMS en 2015, la semana pasada la ministra de Salud, Carmen Castillo, aprobó el Plan Nacional contra la Resistencia a los Antimicrobianos, que reconoce este problema como una prioridad nacional y establece 74 acciones para enfrentarlo. Esto incluye promover la vigilancia de resistencia a los antimicrobianos y su uso adecuado en la salud humana y animal.
“Pero lo principal es que toda la población tome conciencia de que este es un problema grave en el que todos tenemos que participar. Si no actuamos hoy, no habrá cura mañana”, subraya la doctora Lafourcade.
Pacientes responsables
"Lo que quisiéramos es que cuando un médico prescriba un antibiótico, el paciente le pregunte si es realmente necesario. Que sea parte activa de la decisión, porque estos son la respuesta a todo y mal indicados pueden causar efectos adversos que van desde reacciones alérgicas y diarrea hasta presionar a los microorganismos a que se hagan resistentes", advierte el doctor Jorge Pérez.
Otras recomendaciones son tomar el antibiótico recetado exactamente como lo indique el médico, no saltarse dosis ni suspender el fármaco antes de lo indicado, no automedicarse antibióticos y nunca presionar al personal de salud para que se los recete.
PAULA LEIGHTON El Diario El Mercurio
6 de agosto 2017.