La trombosis cerebral y su pronóstico
( Publicado en Revista Creces, Julio 1999 )

La trombosis cerebral es la enfermedad causada por el enclavamiento de un trombo sanguíneo en el interior de una arteria del cerebro, lo que deja una zona del tejido cerebral correspondiente, sin irrigación sanguínea y por lo tanto sin oxígeno. A consecuencia de ello mueren las células afectadas, lo que se traduce inmediatamente en diversos síntomas neurológicos (parálisis, trastornos mentales, etc.). Pero hay que hacer notar que en una trombosis no sólo mueren las células directamente afectadas por ella, sino que también mueren por solidaridad muchas otras alrededor de éstas, produciéndose así mayores síntomas que los debidos específicamente a la zona sin irrigación. Si la muerte de éstas últimas se pudiera evitar, los síntomas de la embolia, y por lo tanto la recuperación, sería mucho más evidente.

El hecho que no tiene explicación clara es que, 48 horas después de la embolia, muchas células que están alrededor también mueren, y a veces esto causa más daño que la misma zona afectada. Según Maiken Nedergaard y Jane Lin del New York Medical College en Valhalla, los culpables de estas muertes adicionales de neuronas serían los astrocitos. Ellos son células más pequeñas, que también están en el cerebro. Curiosamente allí hay más astrocitos que neuronas (Funcionamiento cerebral y la mente). Estos a diferencia de ellas, no se comunican entre sí por impulsos eléctricos, por lo que muchos expertos piensan que su función dentro de la masa cerebral sería sólo de soporte para las neuronas vecinas. Sin embargo, ellas parecen estar comunicadas entre sí por uniones directas que permiten el paso de iones y pequeñas moléculas. (New Scientist, Febrero 1994, pág. 23).

Nedergaard piensa que este tipo de comunicación de los astrocitos sería el culpable del daño que se produce alrededor del infarto cerebral. Para comprobar su hipótesis desarrollaron una investigación en ratas. A células de un grupo de ellas (astrocitos), introdujo un gene que retarda el suicidio (apoptosis). A otro le introdujo un gene que induce la formación de uniones entre ellas. Luego estudiaron cuanto se demoraban estas células modificadas en morir, después de someterlas a varias situaciones de estrés. Demostró que las primeras vivían más, pero que cuando estaban muy comunicadas (segundo grupo), morían más rápidamente. De acuerdo a esto, sería obvio que existiría una comunicación entre ellas que explicaría el suicidio colectivo.

De acuerdo a estos resultados, los investigadores piensan que hay un malentendido acerca del daño que se produce a consecuencia de la trombosis cerebral. "Esta sería una enfermedad de los astrocitos, más que de las neuronas", dicen ellos. De aquí se podrían derivar importantes conclusiones para el tratamiento. Así, ellos han demostrado que se pueden reducir las muertes de estas células si se bloquea la comunicación entre ellas, cosa que Nedergaard ha logrado en cultivo de células (astrocitos) in vitro. Para esto usa algunas sustancias químicas específicas que bloquean estas uniones. Desgraciadamente, dice él, son muy tóxicas como para usarlas en humanos. En todo caso se abre un camino para continuar investigando.


(Nature Neuroscience, vol. 1, pág. 494, año 1999).


0 Respuestas

Deje una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados.*

Buscar



Recibe los artículos en tu correo.

Le enviaremos las últimas noticias directamente en su bandeja de entrada