Nuevas esperanzas para corregir errores genéticos
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1999 )

En la molécula de DNA, contenida en los núcleos de nuestras células, donde está toda la información necesaria para que la vida sea posible. Pequeñas secciones del DNA constituyen los genes. En la célula humana se estima que debe haber aproximadamente 100 mil genes diferentes, que en total forman lo que se ha llamado el genoma humano (que ahora se trata de descifrar). Ya se sabe que cada gene codifica una proteína diferente, la que al sintetizarse en el citoplasma de la célula (en los ribosomas) se responsabiliza de cada uno de los diferentes procesos bioquímicos que requiere el desarrollo vital de la misma (El código genético)

Para guardar toda la información el DNA utiliza un código (código genético) basado en cuatro letras, cada una de ellas constituida por una base química o nucleótido. Estas bases son la adenina, la guanina, la citocina y la timina. Todo el sistema es de una enorme complejidad y requiere de gran exactitud en su lectura. Con frecuencia en ella se cometen errores. Afortunadamente el sistema tiene también mecanismos propios de corrección de los mismos. Pero factores ambientales pueden impactar en el DNA alterando la posición de alguna de sus bases, produciéndose así lo que se ha llamado una mutación, la que queda incorporada en el genoma, traspasándose ésta de generación en generación.

A veces basta que una sola base (nucleótido) esté mal colocada en la estructura de un gene para que se produzcan graves alteraciones. Ello puede traducirse en la síntesis de una proteína incorrecta que no va a poder desempeñar su función metabólica respectiva. Si ésta es esencial, se producirá un bloqueo metabólico que producirá una enfermedad genética. De ellas ya se conocen más de 5000 enfermedades diferentes que se han denominado "enfermedades monogenéticas", ya que sólo un gene es el que está involucrado. ¿Habrá, entonces, posibilidades de enmendar ese error y colocar en ese lugar preciso la base correcta para que así se llegue a sintetizar la proteína exacta, corrigiéndose así la mutación?. A primera vista parece imposible. El DNA de una célula humana contiene 30 mil millones de bases, y éstas están contenidas en un espacio de unos pocos milimicrones (milésimas de milímetros). Más aun, en un organismo multicelular el error está en todas las células, y por lo tanto habría que corregirlas todas, o al menos una buena parte de ellas. Esta tarea que parece imposible, es lo que actualmente se está logrando. Algunos investigadores han estado trabajando en 1o que se ha llamado "terapia génica", es decir, reemplazar genes anómalos por genes correctos, que poseen una secuencia correcta de sus bases. Ellos han alcanzado avances importantes al lograr introducir al núcleo de la célula un gene correcto, con una secuencia normal de las bases. Se ha conseguido no sólo introducirlo, sino también que éste se exprese y llegue finalmente a codificar la proteína correcta. Pero, sin embargo, el éxito hasta ahora ha sido relativo. Ese gene que hay que introducir a la célula utilizando un virus, no siempre se ubica en una posición correcta en el genoma, y no siempre queda sujeto a los mecanismos de regulación propios de un gene normal. Sucede, entonces, que éste puede activarse en un tiempo equivocado o puede que se exprese en cantidades inadecuadas. Por otra parte, no deja de tener peligro el utilizar virus como transportadores del gene, ya que éstos se pueden activar y multiplicarse dentro de la célula.

La tecnología que ahora se ha desarrollado es diferente. Ya no se trata de agregar un gene completo, sino que llegar a corregir la mutación especifica. Es decir, cambiar la base errónea por una base correcta. Para ello no es necesario introducir a la célula el gene completo, sino un pequeño trozo del DNA, el cual es complementario al trozo donde se encuentra la mutación. Este trozo, lleva la base correcta, y es capaz de inducir el cambio deseado. Para ello no se necesita un virus transportador, sino que un pequeño compuesto lipídico, llamado liposoma, que envuelve y transporta el pequeño trozo de DNA dentro de la célula.

La tecnología llamada "quimeroplastia" parece ser mucho más eficiente y más segura que el reemplazo convencional de genes, ya que el pequeño trozo se ubica específicamente donde está la mutación y es sólo allí donde Se produce el cambio de la base. Se abren así enormes posibilidades para lograr un tratamiento radical de las enfermedades genéticas actuando específicamente sobre la causa última de las mismas. No seria raro que más adelante incluso se llegue a intentar actuar sobre las células somáticas y corregir en ellas la mutación causante de enfermedades genéticas, con 1o que se podría llegar a eliminar las mutaciones no deseadas existentes en el genero humano. Una vez más la ciencia hace posible 1o que parecía imposible.


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