Hormonas en la menopausia femenina
( Publicado en Revista Creces, Septiembre 1996 )

Parece que ya es un hecho que el tratamiento hormonal (estrógenos) en las mujeres durante la menopausia, disminuye en ellas el riesgo de enfermedades coronarias cardíacas. Lo curioso es que la causa de este menor riesgo, radicaría en que la hormona favorece una mejordistribución de las grasas en el cuerpo. Al mismo tiempo, esto haría que las mujeres aparecieran más esbeltas, dándoles el aspecto de mayor juventud.

En el reciente Congreso Europeo de Obesidad, celebrado en Barcelona, la investigadora Katherine Samaras del Garban Institute of Medical Research de Sydney, demostró que el tratamiento de reemplazo de hormonas durante la menopausia, es el mejor factor en la prevención del riesgo de las enfermedades coronarias de la mujer (New Scientist, Mayo 18, pág. 10, 1996).

La autora cree que la hormona actuaría disminuyendo la concentración de grasa en la parte central del cuerpo. Se estudiaron 560 mujeres en la etapa post-menopáusica, a las que se administró estrógenos y se comparó con igual número de pacientes que no recibieron el tratamiento hormonal. Las que recibieron hormonas tuvieron menos depósitos de grasa en el cuerpo pero, lo que es más importante, acumularon un 10% menos de grasa alrededor de su abdomen.

Sabemos que cuand la grasa se acumula alrededor del torso, se incrementa el riesgo de enfermedad coronaria cardíaca, hipertensión y diabetes. Al acumularse la grasa alrededor de la cintura, resulta una figura que se ha denominado “en forma de manzana”. En contraste con “la figura en forma de pera”,cuando la grasa se acumula en las nalgas y muslos. En el primer caso, coincide que hay además dificultad en la respiración, mayor frecuencia de diabetes y también mayor elevación del colesterol sanguíneo.

Pareciera ser que cuando la grasa se acumula en la cintura y torso, esta se moviliza más rápidamente al torrente circulatorio. Lo contrario sucedería cuando la grasa en las nalgas y en los muslos, depositos que parecen ser más estables.

Adicionalmente, la autora señala que por estas razones es importante medir la cintura. Ella afirma que si esta mide en la ujer más de 80 centímetros, es como para preocuparse. Si mide sobre 88 centímetros, se necesita actuar con más urgencia. También en el hombre sucede igual cosa que en la mujer. Si en estos la cintura mide más de 94 centímetros, es como para preocuparse. Si mide más de 120 centímetros, hay que actuar.



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