SIDA: demasiado optimismo
( Publicado en Revista Creces, Abril 1997 )

Durante este último tiempo, numerosos titulares de prensa han exagerado el optimismo respecto al tratamiento del Sida. Algunos, incluso, han sostenido que 1996 fue el año en que se derrotó al Sida.

Contrariamente a ello, los delegados del Cuarto Congreso de Retrovirus y Enfermedades Oportunistas, celebrado en Washington DC, no están tan optimistas: "se ha avanzado, pero estamos lejos de haberlo derrotado".

El optimismo ha nacido por la efectividad demostrada por un cocktail de drogas que hace desaparecer al virus de la sangre en poco tiempo. Pero ello no significa que el enfermo se haya curado, porque esté bien ya que puede estar oculto en otros tejidos, como los ganglios linfáticos. De hecho la enfermedad vuelve a repuntar, a veces al día siguiente de la suspensión del tratamiento. En otros casos, los resultados con el mismo cocktail no son tan espectaculares. Más aún, otros estudios presentados recientemente sugieren que el sistema inmunológico de estos pacientes queda definitivamente dañado, incapacitándolo para operar con eficiencia frente a otras infecciones (New Scientist, Febrero 1997, pág. 14).

Por otra parte, los médicos aún no se han puesto de acuerdo en como usar este cocktail, siendo el problema más importante el que los pacientes tienen que tomar hasta 12 drogas diarias para mantener a raya a los virus en la sangre. Frecuentemente se producen efectos colaterales y algunos pacientes deben tener dietas especiales para tolerarlas. Pero la mayor limitante es que estas nuevas drogas son tan caras, que nunca van a estar disponibles para la mayoría de los pacientes de Sida.

Pero o que más hace dudar es que los pacientes tengan que tomar tantas drogas a intervalos regulares de muy determinados y largos períodos de tiempo. Así se ha visto que muchos de ellos abandonan el tratamiento apenas si se sienten mejor, igual que sucede con el tratamiento de la tuberculosis. Más aún si se tiene en cuenta que la mayor parte de ellos son drogadictos o gente muy pobre y carecen de educación.

Si el cocktail no se toma en forma continua y en dosis adecuadas, el virus tiene una magnifica oportunidad para desarrollar una resistencia a ellas. El esquema que actualmente se usa, se ha diseñado en forma tal que si el virus desarrolla resistencia a una, otras lo continuarán atacando. Pero si se deja de tomar una de las drogas, lo probable es que se dé oportunidad a virus que se han hecho resistentes a las otras. El riesgo mayor es que los virus que se han hecho resistentes, posteriormente se propaguen y estas no hagan efecto en los nuevos enfermos.

Pero no todo es pesimismo, ya que los científicos han comenzado a entender los trucos del virus, pues ya conocen las enzimas necesarias para que este se reproduzca y pueden así rápidamente, fabricar nuevas drogas contra él.

De hecho, las llamadas drogas "inhibidoras de proteasas" se fabricaron con extraordinaria rapidez.


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