Nuevo interés por la vida en Marte
( Publicado en Revista Creces, Enero 1997 )

En 1960, la nave espacial Mariner que visitó Marte, comprobó la hostilidad de su ambiente. Su atmósfera era muy delgada, fría y seca. Ella estaba compuesta casi enteramente por dióxido de carbono y su presión atmosférica era sólo del 1%, en relación con la presión atmosférica de la Tierra a nivel del mar. Las cámaras del Mariner no evidenciaron ningún canal, ni agua, ni vegetación. Su superficie sólo estaba cubierta por cráteres y era tan seca como la de la Luna.

ión a la órbita de la Tierra, y su leve capa atmosférica, se puede calcular que la temperatura en la región del Ecuador sería de 60°Celsius (-70° Fahrenheit) y de -123°Celsius en los polos. Sólo a medio día el calor del Sol permitiría derretir el hielo en las latitudes tropicales. Pero si eso sucediera, el agua líquida se evaporaría casi instantáneamente, debido a la baja presión atmosférica.

Más tarde, la visita del Viking en 1970, reveló más detalles y hace suponer que no siempre el clima de Marte fue así. Las huellas parecen indicar que en el planeta, en algún momento, hubo grandes volúmenes de agua que fluyeron libremente sobre su superficie (Scientific American, Noviembre 1996, pág. 60). Tal vez en el pasado hubo suficiente atmósfera como para producir un efecto invernadero con temperaturas mas elevadas, lo que habría permitido la formación de agua líquida. Todo hace suponer que las condiciones se dieron en ese planeta, como para que surgiera la vida al menos en su forma primitiva.

Que ahora no hay vida parece una realidad. Marte es un planeta muy frío como para que exista agua líquida en su superficie y por lo tanto las posibilidades de vida, como nosotros la entendemos, son casi nulas. Pero la pregunta que se hacen los científicos, es que si las condiciones del planeta no fueron diferentes antes, y que por lo tanto, en el pasado, haya realmente existido vida allí.

Después del anuncio de NASA en Agosto de 1996, todo se ha revolucionado. Según esta agencia, existirían evidencias que en un pasado lejano habrían existido vidas primitivas en Marte son sus afirmaciones en el examen de un meteorito proveniente de este planeta (el ALH84001), que habría caído en la Tierra. La hipótesis es que hace 15 millones de años atrás, Marte fue golpeado por un asteroide que habría lanzado trozos del planeta al espacio. Uno de ellos habría orbitado mucho tiempo y habría caído finalmente en la Antártica hace 13.000 años. Este es el ALH84001, que fue descubierto allí hace 12 años.

El examen minucioso de este meteorito es el que hace suponer a NASA, que hace 15 millones de años atrás, habría existido vida en Marte. Basan su suposición en que el meteorito contiene glóbulos de carbonato, y que en su interior hay pequeñas estructuras tubulares, que se parecen a bacterias fosilizadas. Los glóbulos contienen también minerales de magnética y sulfito de hierro en concentraciones similares a las que contienen las bacterias en la Tierra. Contienen además hidrocarbonos aromáticos policíclicos (PHAS), que son moléculas oleaginosas que a menudo se forman durante la descomposición de los organismos vivos.

Esta noticia, en un comienzo, produjo un gran impacto y llenó los titulares de los periódicos. Pero ahora comienzan a aparecer opiniones de científicos disidentes. Una de ellas apareció publicada en la revista Geochimica et Cosmochimica Acta (Diciembre 1996) y proporciona explicaciones no biológicas para la aparición de partículas de magnetita en el PAHs. Según John Kerridge, científico de la Universidad de California, "la explicación biológica es cada vez menos posible".

Ralph Harvey del Case Western Reserve University de Cleveland que ha examinado al microscopio electrónico trozos muy delgados de los glóbulos de carbón encontrados en el meteorito, encuentra que los cristales que se han formado en una forma característica de tornillo axial, son muy raros de ver en las magnetitas de la Tierra y hasta ahora no se conoce que se produzcan en esta forma en los organismos vivos. En la única parte que se han encontrado en esta forma, es en las fumarolas de las emanaciones volcánicas que liberan gases calientes. En estas condiciones los gases se condensan para formar "pastillas" en la forma de escaleras. Esto ocurre en temperaturas entre 500 a 800° centígrados y no están relacionados con organismos vivos.

En otro artículo de la misma revista antes mencionada, Luann Becker y colaboradores de la Universidad de California, San Diego, afirma que el PAHs encontrado en el meteorito puede ser contaminación del hielo de la Antártica. Analizando hielo de la Antártica por medio de un espectrofotómetro de masa, encuentra el PHAs similar al del meteorito en numerosas muestras de hielo de la Antártica. Más aún, examinando muchos otros meteoritos encontrados en la Antártica y que no provendrían de Marte, también encuentra los mismos PAHs. Según Becker, el que haya estado el meteorito durante 12 mil años en la Antártica, le ha dado tiempo mas que suficiente para acumular PHAs.

Con todo, Hojatolla Vali, miembro del equipo de la Universidad de Montreal que hizo el anuncio de vida en Marte, se mantiene en su afirmación original. Él insiste que la actividad biológica es la mejor explicación para que en el PHAs se hayan acumulado juntos magnetita, sulfito de hierro y carbonatos (New Scientist, Diciembre 21 de 1996, pág. 4).


Hay que ir a Marte a buscar la respuesta

El dilema planteado no se podrá aclarar hasta cuando no se vaya a Marte y se obtengan muestras directas de su suelo. Allí se podrá saber si lo encontrado en el meteorito caído en la Antártica es de Marte o es una contaminación. Ello, sin duda, es un programa de largo aliento, y varias otras misiones tendrán que servir como exploración previa, con el objeto de despejar algunas incógnitas.

En Noviembre de 1996 se envió el Mars Global Surveyor, que orbitará Marte en Junio de 1997, con el objetivo de preparar un mapa en detalle de la superficie marciana (en la foto, el instrumental del Surveyor cuando estaba listo para ser lanzado).

Desgraciadamente el satélite ruso que en colaboración con Alemania, Francia, Finlandia y otras naciones, estaba planificado para viajar a Marte, fracasó el 16 de Noviembre cayendo presumiblemente al Pacífico o en nuestro territorio (Creces, Diciembre 1996, pág. 8). El satélite debería haber quedado orbitando Marte y dos aparatos debían descender suavemente en la superficie de Marte, mientras otras dos debían penetrar mas profundamente su superficie. El fracaso del lanzamiento retraso todo este programa y no se está seguro si se pueda repetir.

En el mes de Diciembre, el National Aeronautics and Space Administration lanzó el "Mars Pathfinder". En Marzo debía llegar y descender en la superficie de Marte, en la boca de un antiguo canal de desagüe. Una vez en la superficie, debía liberar un pequeño vehículo de seis ruedas, para explorar el terreno alrededor del lugar de aterrizaje (ver foto).

Se han programado diversos viajes a Marte. En 1998 Mars Surveyor, debía orbitar el planeta con el objetivo de localizar en la superficie depósitos aislados de dióxido de carbono. Mientras tanto, otro aparato descendería en Marte y exploraría la región del polo sur. En 1998, también Japón enviaría una nave para investigar la atmósfera alta de Marte. En el año 2001 otra nueva nave se enviará a Marte, tanto para orbitar el planeta, como para descender y hacer estudios de la superficie. Rusia por su parte, planea enviar otra nave en el año 2001. Está también deberá descender, y probablemente también lleve un vehículo. En el año 2003, Estados Unidos enviará otra nave que también explorara la superficie, en aquellas áreas en que se estima que en el pasado existió vida.

Para el año 2005 deberá viajar otra nave (Mars Surveyor 05), cuyo objetivo será descender en Marte, extraer rocas y volver a la Tierra. Este es el viaje más importante y más difícil. La nave tendrá que ser capaz de transportar suficiente cantidad de hidrógeno (un elemento convencional liviano), como para que le sirva de combustible para su vuelta a casa.

Para ello la nave deberá reabastecerse con oxígeno (elemento más pesado) que se necesita para quemar el hidrógeno en su viaje de vuelta. Este tendrá que conseguirlo en Marte, donde tendrá que obtenerlo a partir del dióxido de carbono que, afortunadamente, es muy abundante en la atmósfera Marciana. Todo ello involucra un complejo proceso tecnológico. En fin, hay que seguir investigando y esperando. Claro que cada una de estas etapas cuesta miles de millones de dólares.


HASTA DONDE CONOCEMOS MARTE

Las imágenes que tomó el Viking, mostraron que la superficie de Marte es de dos tipos. Una está llena de cráteres que probablemente son debidos al choque de meteoritos que ocurrieron aproximadamente hace 3.5 billones de años durante la formación del primitivo sistema solar. El otro tipo de superficie es mas joven y plana. Probablemente debido a un proceso geológico que la ha estado aplanando en función del tiempo. En la primera la superficie de los cráteres está muy bien definida, lo mismo que en nuestra luna. Pero en las otras superficies parecería que ha habido una erosión que los ha suavizado cambiando así el paisaje. Incluso los cráteres de entre 15 y 25 kilómetros de diámetro, casi se han aplanado completamente. Algunos en sus cimas se ven como cortes, cosa que solamente lo pueden haber hecho torrentes de agua.

Por otra parte los valles de Marte sugieren que en algún tiempo, el agua corrió por su superficie. Incluso se surcaba por diferentes brazos, semejantes a los que se producen en un sistema tributario de ríos. Pero si es así, ¿porqué el agua se desvaneció?. Probablemente cuando se calentó, parte del agua se evaporó y escapo al espacio.

Pero también es posible que haya filtrado al subsuelo. En algunos terrenos se observan largos canales, que parecen que irrumpen de debajo la superficie. Estructuras similares se observan también en la Tierra en los lugares que el agua aflora. Todo ello se cree que corresponden a períodos de inundaciones. En otra parte se ven canales que provienen de un probable gran lago congelado, que en algún momento se drenó cuando subió la temperatura. Todas estas observaciones sugieren que, probablemente hay una buena cantidad de agua bajo la superficie marciana. Si ello fuera así, no sería raro que aún en las profundidades existieran rastros de vida vegetal. Desde luego la temperatura en el interior del suelo marciano sería más elevada.


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