Dosis bajas de alcohol en la madre dañan el cerebro fetal
( Publicado en Revista Creces, Enero 1997 )
Una madre bebedora excesiva que se embaraza, corre serios riesgos de que su hijo salga seriamente dañado. Ello se manifiesta en alteraciones físicas que se manifiestan en sus facies un aspecto más o menos característico, y en un daño cerebral importante, que es muy difícil de recuperar. Parece ser que las células nerviosas del feto son muy sensibles al alcohol.
En una reunión científica en el año 1997, organizada por Research Society on Alcohol Abuse en Washington, se realizó una serie de trabajos realizados en animales de experimentación, que parece demostrar que dosis muy bajas de alcohol también pueden dañar las células cerebrales fetales (Science, vol.273, pág.738, Agosto 1996). Si esto sucede en animales, muy probablemente también suceda lo mismo en fetos humanos.
En madres bebedoras excesivas se presentaría el síndrome con toda su sintomatología. Probablemente con dosis menores (algunas copas diarias), no aparecerían las alteraciones faciales, pero sí en algún grado se afectaría el desarrollo del cerebro, lo que se traduciría más tarde en dificultades para el aprendizaje y disminución de la capacidad de memorización. Ello sin duda constituye una voz de alarma que hasta ahora no se había considerado, y que se necesitará de mayor investigación.
En los animales de experimentación (ratas), pequeñas dosis producen un daño cerebral que se evidencia después de nacer por un menor rendimiento en los tests de aprendizaje. A nivel histológico en las mismas ratas, se observan menos conexiones dendríticas, especialmente en el hipocampo que es la región en donde se almacena la memoria. Más aún, en las conexiones sinápticas de la región, se producen menos químicos. Se sabe que la inteligencia, tanto en hombres como en animales, está muy relacionado con el número de sinapsis (conexiones interneuronales) que se producen entre las diferentes neuronas.