La vida en Marte y sus proyecciones
( Publicado en Revista Creces, Enero 1997 )
Dos hechos ocurridos en el año 1996 hacen abrigar alguna esperanza de que no estemos solos en el universo.
El primero de ellos, es que se descubrió por primera vez la existencia de planetas que orbitaban alrededor de una estrella. En ese mismo año se descubrieron ocho, lo que hace suponer que la existencia de planetas alrededor de estrellas no es un hecho infrecuente. En las estrellas, obviamente no puede haber vida, pero si en los planetas si se dan las condiciones exactas de tamaño y distancia con respecto a la estrella de la cual orbitan (ver (De que se formó el Sol y los planetas). Desgraciadamente, de acuerdo a los datos disponibles, estas condiciones no parecen claras en los planetas descubiertos. Con todo, es posible que se presenten en otros planetas que pudiesen descubrirse en el futuro.
El otro hecho, fue la noticia dada por NASA, acerca de la suposición de la existencia de vida en base a fósiles primitivos encontrados en un meteorito, que presumiblemente provino del planeta Marte.
Estos dos hechos, que sin duda son trascendentales, permiten concebir que ha sido posible la vida en otros lugares del Universo. Pero esto no necesariamente significa que se haya demostrado la existencia de vida avanzada, ni menos civilizaciones tecnológicas como la nuestra.
Muy por el contrario, aun no existe ninguna evidencia ni sugerencia sobre la existencia de vida inteligente en alguna otra parte del Universo. El programa SETI (de búsqueda de vida extraterrestre) de NASA, hasta ahora no ha tenido ningún éxito para detectar señales de radio extraterrestre. Con todo, cabe señalar que hasta ahora la búsqueda se ha limitado a escasas estrellas y que la amplitud de la frecuencia radial utilizada en la búsqueda, ha sido también limitada. Por otra parte, las numerosas denuncias de visitas de extraterrestres, no han soportado ninguna verificación científica. Por miles de millones de años, la Tierra ha estado disponible para visitantes externos, y no hay ninguna evidencia demostrativa que ello haya sucedido.
Según los estudios de la evolución biológica de la Tierra, la vida habría comenzado en nuestro planeta hace 4 mil millones de años, y se calcula que la edad de la Tierra es de 4 mil quinientos millones de años. El hecho que la vida haya surgido tan tempranamente, hace pensar que es fácil es desarrollo de esta primera etapa de la vida. Ello es consistente en la opinión del Premio Nobel Christián de Duve, que afirma que "la vida aparece en cualquier parte, tan pronto como se den las mismas condiciones que se dieron en nuestro planeta hace 4 mil millones de años" (en su libro, Vital Dust, escrito en 1995). Si en el planeta Marte se encontró vida, esta hipótesis parece confirmarse.
Sin embargo, si la vida primitiva tuvo una fácil aparición, la evolución subsiguiente a fases más avanzadas, parece ser muy difícil. Esto porque la vida multicelular en la Tierra apareció sólo hace 700 mil años atrás. Es decir, por más de 3 mil millones de años, la Tierra estuvo poblada sólo por microorganismos unicelulares. Esto haría pensar que si la vida simple, "unicelular", parecería tan frecuente, la vida organizada multicelular sería mucho más escasa, y muy probablemente haya ocurrido en muy contadas circunstancias, o tal vez no haya ocurrido nunca (a excepción de la Tierra). Por eso, no hay que entusiasmarse demasiado por los hallazgos de otros sistemas planetarios, ni tampoco por el hallazgo de vida primitiva en Marte.