Que sucedió en el siglo que terminó
( Publicado en Revista Creces, Marzo 2000 )

Cuando pase el tiempo y se mire retrospectivamente el siglo XX, seguramente que lo caracterizarán como el siglo en que se inició la "Revolución Científico - Tecnológica", que tan grandes cambios ha traído a la sociedad. Digo "el inicio" porque lo probable es que el torbellino de nuevos conocimientos continúe en el presente y en los siglos venideros, con nuevos y más trascendentales cambios de la sociedad. Si en los más diversos campos es mucho lo que ya se conoce, es más aún lo que queda por conocerse.

Basta recordar los inicios del siglo para aquilatar la trascendencia de los cambios. Recién cuatro años antes de comenzar el siglo XX, Marconi patentó la telegrafía sin hilo. En 1901 se transmitió el primer mensaje transatlántico, que sólo envió tres líneas (la letra S del morse). También, a comienzos del siglo comenzó el desarrollo del automóvil. Hasta entonces nuestros abuelos viajaban a caballo o en coche, y eran los menos los que en su vida se habían desplazado a más de 20 kilómetros de distancia de donde habían nacido. Recién entonces comenzaron a volar los primeros aviones.

En física, Max Plank, estudiando la radiación que se escapaba de un cuerpo caliente, jugaba con la idea que la energía venía en pequeños paquetes, o "quantum". Pocos años más tarde, Albert Einstein hacía públicos sus primeros pensamientos acerca de la relatividad, basándose en la noción de que la velocidad de la luz es la misma para todos los observadores, no importando cuán rápido ellos se estuvieran moviendo.

El siglo XX cambió fundamentalmente el concepto que se tenía del Universo: ¡El tiempo era relativo y la energía y la masa eran intercambiables! Extraños conceptos que cambiaron completamente la física y condicionaron al mundo como hoy vivimos. De ellos se llegó a la bomba atómica y a los chips de silicon, y a los enormes progresos de la computación.

Hasta el año 1923, en el cielo sólo se conocía una galaxia (la Vía Láctea). Fue en esa fecha que el astrónomo Edwin Hubble describió la existencia de otra galaxia; la "Galaxia Andrómeda", ubicada más allá de la Vía Láctea. Ahora se sabe que las galaxias son millones y que están a enormes distancias, formando el Universo. Se conoció también que el Universo se estaba expandiendo y se sospechó que en algún momento estuvo todo junto en un punto y de allí la "Gran Explosión".

A mediados del siglo hizo su aparición la televisión en colores, expandiéndose rápidamente a todos los hogares. Más recientemente apareció la televisión por cable, y simultáneamente el cambiador automático, que permitió buscar los canales sin moverse del asiento.

En 1957 el mundo despertó con la noticia de que la Unión Soviética había colocado un satélite en órbita alrededor de la tierra. Se trataba del Sputnik 1. Luego miles de satélites poblaron el espacio, algunos hasta con animales como pasajeros. Luego el Mundo presenció la llegada del hombre a la luna, y más tarde numerosas naves partieron a visitar los planetas vecinos comenzando a escudriñar sus misterios, su historia y su origen.

Ahora, recientemente, y como nadie lo habría podido predecir, hizo su aparición Internet, que creciendo a una velocidad extraordinaria, ya está llegando a todos los lugares y a millones de hogares, con toda la información que uno se puede imaginar.

Pero tal vez el cambio más reciente y trascendental ha estado en la biología. Comenzó con la aparición de los antibióticos para combatir las infecciones bacterianas. Fue así posible el tratamiento de las enfermedades infecciosas. Hoy son muchos y se usan con tanta frecuencia que las bacterias han aprendido a desarrollar resistencia a ellos, lo que constituye una amenaza.

La mitad del siglo quedó marcado por el descubrimiento de los secretos de la vida. Se descifró el misterio de cómo la célula guarda la información para toda la actividad que debe desarrollar, y para transmitir esta información a otra célula cuando ésta se divide. Fue así como en el año 1951 se descubrió la estructura de la molécula del DNA (doble hélice) y más tarde el código que ella emplea para guardar la información (código genético). Se descubrió también que este código era común para todas las especies vivas de la Tierra, agregando un argumento contundente a la "Teoría de la Evolución", hasta entonces sólo fundamentada en las observaciones de Darwin en el siglo anterior. Se descubrió cómo las órdenes emanadas de ese código eran traducidas y ejecutadas por las proteínas. En fin, se descubrió cómo se desarrollaba la vida.

Nació el concepto de "genes", como las partículas que mucho antes había supuesto Mendel que existían. La medicina comenzó a enriquecerse con el conocimiento que todas las enfermedades tienen un trasfondo genético. Ahora está claro en aquellas enfermedades debidas a la alteración de un solo gene, pero también se puede deducir de las producidas por fallas de múltiples genes, que se relacionan con el medio ambiente.

En 1972, investigadores de California encontraron los medios para cortar trozos del DNA en virus y bacterias. Más tarde se pudo intercambiar genes de una especie a otra. Así se pudo producir en bacterias, hongos, o en leche de vaca u oveja, proteínas humanas de uso médico que ya están en el mercado. Del mismo modo se trasplantaron genes a plantas, para que éstas adquirieran caracteres que antes no tenían (plantas transgénicas), y actualmente se ha logrado también que las plantas produzcan sustancias químicas, reemplazando a la industria tradicional.

En 1977 se logró introducir espermios humanos en óvulos humanos, para luego implantarse en el útero, naciendo así el primer niño de probeta. Muchos criticaron esta técnica porque era como jugar a Dios, pero en realidad los médicos no tenían esos delirios de grandeza.

El 5 de Julio de 1996, la noticia impactó al mundo: se había producido el primer nacimiento virginal. A partir de la información genética de una célula adulta de la ubre de una oveja, había nacido una oveja igual a la madre (Dolly). Se confirmaba así que cada célula de un organismo multicelular contenía la información completa como para producir otro animal. Luego esta clonación se repitió en una variedad de animales: ratas, cabras, vacas, toros, etc.

Ahora se inicia la terapia de genes, consistente en reemplazar genes defectuosos que provocan enfermedades, por genes normales. Aun cuando todavía los resultados son cuestionables, no cabe duda que procedimiento llegará a ser rutinario en el futuro.

En todo este abrumador cambio aparecen los críticos, temerosos por lo que el hombre está haciendo y por las modificaciones que ha provocado en la sociedad. Sin embargo no se puede negar, que gracias a los nuevos conocimientos de este siglo, al controlarse mejor los riesgos ambientales, el hombre está viviendo más y mejor. La expectativa de vida al nacer está alcanzando en el mundo, un promedio de 66 años. Antes de este siglo era de 32 años. La nutrición ha mejorado ostensiblemente, disminuyendo el porcentaje de individuos desnutridos, aun cuando se ha incrementado el número total debido a la explosión demográfica. Es cierto también que el hombre está impactando negativamente el medio ambiente, pero para solucionarlo, más que detener la génesis de conocimiento, nuevos conocimientos se necesitan para corregir los daños producidos y prevenir otros.

Termina un siglo, pero no es el final de los tiempos. Ante cada nuevo descubrimiento aparecen otras interrogantes y nuevos misterios provocar la búsqueda de su solución. Sin duda que el instinto humano por conocer más, nos llevará más lejos y más rápido en la solución de ellos. Lo que me parece es que, mientras más conocemos, más evidente se hace el Creador. Si algún día se llegara a conocer todo, tal vez en ese momento nos daríamos cuenta que estamos a los pies del Creador. ¡Pero falta tiempo para eso!.




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