Alarmantes suicidios en China y parte de Asia
( Publicado en Revista Creces, Junio 1997 )
Las mujeres Chinas se están suicidando a un ritmo alarmante. Las causas no están claras y parecen ser diferentes a las observadas en el mundo occidental.
En China y otras partes de Asia, el número de suicidios parece excesivamente elevado. Se estima que desde 1990 a la fecha, se han suicidado 2 millones de personas, lo que es equivalente a casi la mitad de la población de Santiago (New Scientist, Marzo 22, 1997).
La verdad es que no se conocen exactamente las tasas de suicidio en China, pero el análisis de las estadísticas demuestran que las causas son diferentes a las que provocan el suicidio en Occidente. La última estimación confiable con los datos de suicidios en todo el mundo sólo llegan hasta el año 1990. Allí aparece China, que teniendo el 22 % de la población mundial, aporta el 40% de suicidios de todo el mundo.
Del análisis de estas cifras, saltan a la vista situaciones muy particulares. Mientras en el mundo Occidental se suicidan preferentemente hombres, en proporción de 4 a 1, en China la mayoría de los suicidios corresponden a mujeres. Más aún, en las mujeres chinas con edades que fluctúan entre 15 y 44 años, una de cada cuatro causas de muerte corresponden a suicidio.
Otra diferencia curiosa es que en el mundo Occidental la mayor frecuencia se observa en las poblaciones urbanas. En China, en cambio, los suicidios se observaron preferentemente en poblaciones rurales, de modo que allí son tres veces más elevados que en poblaciones urbanas. Finalmente, en el mundo Occidental, la mayor parte de los suicidios están asociados a depresiones graves y otras enfermedades mentales. No hay razones para pensar que en China sean más frecuentes que en otras partes del mundo, las enfermedades mentales que conducen al suicidio, por lo que necesariamente hay que buscar otras causas.
El cinturón de suicidio
Es cierto que, de acuerdo a los datos de 1990, la tasa de suicidios en China es alta, pero también lo es en otros países de Asia, como son los casos de Sri Lanka, Hong Kong y Taiwán. Tanto es así que la región se ha ganado el nombre de "cinturón de suicidios”.
El peor lugar de todos es Sri Lanka, con 36 suicidios por cada 100.000 habitantes y por año. Las cifras absolutas son menores que las de China, dado quo este país tiene solo 18 millones de habitantes, mientras que China sobrepasa los mil doscientos millones de habitantes. En China la tasa es de 30 por cada 100.000 habitantes. Estas tasas son muy diferentes a las observadas, por ejemplo, en Inglaterra, Estados Unidos o Australia, que oscilan entre 8 a 12 suicidios por 100.000 habitantes. El promedio en América Latina es de 5.1 suicidio por 100.000 habitantes y en Africa de 3.1 suicidios por 100.000 habitantes.
Con todo, hay que dejar en claro que no es fácil contar con cifras exactas de las verdaderas tasas de suicidios en los diferentes países. Rachel Jenkins, psiquiatra del Instituto de Psiquiatría de Londres, afirma que: "hay cifras oficiales, que son diferentes de las no oficiales. En algunos países las cifras oficiales aparecen como menores, porque el suicidio es ilegal, o porque se oculta, ya que en alguna forma el suicidio es un estigma”. Es así como los investigadores Chris Murray y sus colaboradores de la Universidad de Harvard estiman que las cifras reales de China, son un tercio superiores a las que se entregan oficialmente.
Estas cifras no dejan de ser alarmantes, y sin duda que significan un grave problema interno. En todos los países, el suicidio es el accidente terminal, pero detrás de ello hay un número mucho mayor de suicidios frustrados. Así, por ejemplo, en Inglaterra, por cada 5.500 muertes por suicidios, se calcula que hay 100.000 casos que terminan frustrados.
¿Dónde están las causas?
Los numerosos estudios realizados en los países occidentales, han demostrado que el 90% de las personas que cometen suicidio sufren de serios trastornos psicológicos, especialmente depresiones graves o desórdenes afectivos bipolares (depresión maniaca). Según Jenkins, “el suicidio racional y pensado de una persona normal, es prácticamente inexistente”.
Entre los jóvenes y adolescentes, también los suicidios se deben a otros factores, como el abuso de drogas o desequilibrios de la personalidad. Tampoco se puede negar que hay otros factores predisponentes de orden social. Así, por ejemplo, aumentan los suicidios cuando aumentan las tasas de desempleo o cuando aumentan las separaciones matrimoniales. Otros, expertos en suicidios, señalan que la mayor parte de los suicidios ocurren en las ciudades.
Estas son todas características que no se dan en China, donde los suicidios parecen seguir otros patrones: son más las mujeres que los hombres que se suicidan; son más los suicidios en zonas rurales que en zonas urbanas (tres veces más altos en zonas rurales) y, finalmente, nada hace pensar que allí exista una mayor frecuencia de enfermedades mentales que condicionen el suicidio.
Familias infelices
Según especulaciones de Michael Phillips, un psiquiatra canadiense con base en el hospital Hui Long Guan de Beijing, las familias de la China rural viven en circunstancias muy diferentes a las familias rurales del Occidente. Una de ellas es la existencia de muchos matrimonios infelices, por la presencia constante de una suegra crítica que vive en el mismo hogar o por las muy precarias condiciones económicas que las afligen, ya sea por los bajos ingresos o por el juego, que es muy popular en las zonas rurales. También para las madres es difícil, par el arduo trabajo agrícola que tienen que realizar diariamente. A ella hay que agregar la distorsión que se ha producido en la familia, al exigir el Estado que tengan un solo hijo. Sólo como un dato, en China están naciendo más varones que niñas, lo que se estima que se debe a que, ante la obligación de tener un solo hijo, parece que se abortan o matan algunas de las niñas recién nacidas.
Pero tal vez podrían también ser otras las razones de las altas tasas de suicidios en China. Tal vez sea debido a la alta aceptabilidad del suicidio en la sociedad china. Así, por ejemplo, el país tiene una larga y frondosa historia de suicidios honorables, al menos en los estamentos militares. También en algunas interpretaciones del confusionismo, en que con frecuencia se afirma que una muerte honorable es mejor que vivir sin honor.
Tal vez la explicación de los suicidios rurales es más simple. El método más común de suicidarse es ingiriendo insecticidas, que se encuentran en casi todos los hogares rurales o son fácilmente accesibles para ellos. Tal vez también la atención médica no es oportuna, lo que podría explicar que muchos intentos de suicidios, que en otras partes podrían recuperarse, en China terminen falleciendo. En todo caso, un problema tan importante requiere de mayor estudio, para conocer las causas e implementar medidas para prevenir tanta muerte inútil y dolorosa.