Disminuyen los crímenes en Estados Unidos
( Publicado en Revista Creces, Marzo 2000 )

Desde la década de los 90, en los Estados Unidos, han estado disminuyendo notablemente los actos criminales. No esta claro a que atribuirlo, pero investigaciones tratan de explicarlo por el incremento de los abortos, dado que debido a ello estarían naciendo menos niños no deseados.

En los Estados Unidos, desde el comienzo de la década de los 90, los crímenes han estado disminuyendo de año en año. En el último el descenso fue de un 7%. Muchos se preguntan el por qué de la disminución de la criminalidad, pero no se encuentran respuestas satisfactorias. En la ciudad de Nueva York, la disminución se había asociado a la mayor rigidez policial impuesta por el alcalde de esa ciudad (tolerancia 0). Sin embargo, igual o mayor disminución se ha observado en otras ciudades, como es el caso de Los Angeles, donde no ha habido un mayor incremento de la rigidez policial.

Las posibles razones que se esgrimen, más bien traducen las diferentes formas de enfocar el problema, según sean los principios filosóficos, religiosos o de posición política. Algunos afirman que hoy hay más policías en las calles, otros piensan, en cambio, que han aumentado las gentes en las cárceles. Otros creen que la economía ha mejorado. Otros afirman que ha disminuido el uso de droga como el crak. Están también los que atribuyen la disminución a que se han incrementado los sistemas de guardias y de alarmas. Pero para algunos investigadores especialistas del tema, ninguna de estas explicaciones parece ser enteramente satisfactoria y arguyen otras.

Steven Levitt de la Universidad de Chicago y John Donoue de la Universidad de Yale, investigando las posibles causas, han entregado una razón alternativa: "la legalización del aborto en el año 1973 habría producido un menor número de niños no deseados". Según los investigadores, los niños no deseados tienen mayores posibilidades de llegar a ser más tarde criminales. Tienen razones para afirmar su punto de vista, ya que la criminalidad comenzó a descender en el año 1982, cuando los primeros que murieron por aborto debieran ahora estar cumpliendo 18 años. Como la mayor parte de los crímenes los cometen adultos entre 18 y 24 años, los investigadores afirman que la ausencia de millones de niños no deseados explican la disminución de los crímenes que en la actualidad se está observando. Concluyen afirmando que sus cálculos les permiten afirmar que al menos el 50% de la disminución de la criminalidad sería debido a esta causa (Scientific American, Diciembre 1999, pág. 13).

Este trabajo ha levantado grandes polémicas, especialmente a los que se oponen a la legalización del aborto. Afirman que los resultados no son creíbles y manifiestan su preocupación de que se llegue a tomar el aborto como un sistema de limpieza social. Aunque el trabajo no ha sido todavía publicado, ya muchos cuestionan su metodología. Otros afirman que los resultados son sugerentes, pero en absoluto, concluyentes.

Los autores encuentran una correlación muy positiva entre un número de abortos y la disminución de los actos criminales (violencia, asaltos a la propiedad, asesinatos) durante la década recién pasada (Fig.). Afirman, además, que en aquellos estados donde el aborto se aceptó antes que la Suprema Corte decidiera su legalización (1973), como fueron los Estados de Nueva York, Washington, Alaska y Hawai, los índices de criminalidad comenzaron a descender antes que en el resto del país.


El niño no deseado

La observación de que el niño no ha sido deseado constituye un factor adverso para su desarrollo personal, es algo que ya se había descrito. Phillip Levine, economista del Wellesly College, publicó un trabajo en Enero de 1999 (Quarterly Journal of Economics) en el que afirma que los niños que fueron abortados tenían entre un 40 a 60% de posibilidades de vivir en familia con un solo padre, en condiciones de pobreza y con un mayor riesgo de enfermar y morir prematuramente.

Otros trabajos señalan que los niños no deseados, provenientes de familias pobres, con mayor frecuencia presentan un menor peso de nacimiento y también más frecuentemente son sometidos a abusos. También se ha descrito que los niños no deseados tienen mayor tendencia a problemas psiquiátricos y dificultades en su comportamiento.

El niño no deseado es el producto de un embarazo no deseado, ya sea por razones económicas o sociales y está muy relacionado con el embarazo durante la adolescencia.

Es probable que el niño no deseado deba enfrentar un mayor riesgo social, por el resquebrajamiento de la familia. Por otra parte, la mayor parte de los embarazos adolescentes corresponden también a madres solteras. En un artículo aparecido en "Pediatrics" el año 1998, se señala que el embarazo en la adolescencia en los Estados Unidos ha disminuido en un 13% entre los años 1991 y 1995. Si es así, el número de niños no deseados no habrían disminuido sólo por la legalización del aborto, sino por el menor número de embarazo en esas edades.

En nuestro país, contrariamente a lo que ha acontecido en Estados Unidos, durante las últimas décadas se han incremento notablemente los embarazos en la adolescencia, como también se han incrementado los hijos de madre soltera, o en familias no legalmente constituidas. Paralelamente se han incrementado también los niños no deseados y el maltrato infantil. Si el incremento de niños no deseados fuese la razón de nuestro aumento de la criminalidad, la solución no estaría sólo en la represión policial, ni en el incremento de las cárceles, sino más bien en la prevención del embarazo de la adolescencia, en el combate a la pobreza, en la consolidación de la familia y en la búsqueda de alternativas para el niño no deseado (adopción).


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