Que terminó con la civilización egea (Minoans) en Creta
( Publicado en Revista Creces, Abril 1998 )

Hace 3.500 años, un acontecimiento cataclísmico termino con la floreciente edad de bronce en la isla de Creta, en el mar Egeo. Todo parece indicar que el culpable fue un volcán de la isla Santorini, ya que se sabe que durante aquella época tuvo una gran erupción. Pero ¿Cómo un volcán de una isla que está a 120 kilómetros de distancia, mato al Minoans en Creta? Hasta ahora ello es un misterio que se ha tratado de aclarar durante los últimos 60 años sin mucho éxito. Pero ahora parece haberse encontrado una respuesta.

La erupción volcánica en la isla Santorini tendría que haber sido la más grande de la historia. Los volcanólogos, estimando la cantidad de material eyectado, tratan de formarse una idea comparando esta erupción con lo que ha sucedido con otras erupciones más recientes. La erupción volcánica más destructiva de los tiempos modernos ocurrió en Indonesia en el año 1883, cuando explotó un volcán en la isla Krakatoa. Por comparación, según los volcanólogos, la erupción de la isla Santorini habría arrojado tres veces más rocas y cenizas que aquella. Es decir, habría sido una tremenda erupción.

En la década de 1960/1970, los arqueólogos pensaban que el Minoans habría terminado por las cenizas calientes que habrían caído en la isla de Creta después de la erupción. Sin embargo, la exploración geológica del fondo del mar Egeo mostró que la mayor parte de las cenizas del Santorini cayó al este del mar Egeo y en Turquía, siendo la isla de Creta muy poco afectada.

Pero también hay otras formas en que los volcanes pueden ser muy destructivos. Así por ejemplo, la erupción en la isla Krakatoa produjo un tsunami gigante que se desplazó a través del estrecho Sunda, entre las islas indonésicas de Jaba y Sumatra. En esa ocasión, la ola barrió del fondo del mar, arrastrando aproximadamente 600 toneladas de coral y las depositó en las playas. La misma enorme o la desbasto a la población ribereña, matando a 36.000 personas. ¿Pudo el Minoans sufrir la misma suerte?.

El problema es que muy pocos vulcanólogos han estudiado los tsunamis. Ellos más bien se concentran en otros aspectos, por ejemplo cómo se desarrolla la explosión, o cómo se dispersan las columnas de gases producidos por la erupción. Por ello pocos pueden decir de esta otra alternativa. Para analizarla, habría que construir algún modelo matemático y ver si calza con la realidad. Desgraciadamente existen muy pocas herramientas matemáticas que permitan elaborar un modelo, considerando los complicados procesos que ocurren cuando se forma un tsunami. Por ello los científicos tienen que confiar sólo en aproximaciones muy crudas.

Con todo, John Monaghan, un matemático aplicado de la Universidad de Monash, en Melbourn, se ha aventurado a estudiar esta posibilidad, aplicando un modelo matemático basándose en los antecedentes que pudo encontrar.


Suave flujo

Monaghan afirma que con sus estudios pueden aportar nueva luz, basándose en sus modelos matemáticos, para llegar así a esclarecer que ocurrió hace 3.500 años en ese lugar. Su modelo que fue elaborado con otros científicos en la Universidad de Cambridge (Inglaterra) en la década de 1970, lo llamó "suave hidrodinámica de partículas" (SHP). El modelo es muy conocido por astrofísicos que lo utilizan para entender los fenómenos que ocurren en las explosiones de las supernovas. Sólo que ahora lo aplica para explicarse otros fenómenos, como son las consecuencias de las erupciones volcánicas, y específicamente en la erupción de Santorini. De este modo, él ha estado calculando el tamaño aproximado de la ola que se debe haber formado y como ella se habría deslizado sobre la isla.

En todo caso, el desarrollo del modelo no es fácil, ya que hay que realizar complejos cálculos, considerando la interacción de tres faces o materias: la explosión de polvo, roca y gases calientes de la erupción (lo que se conoce como flujo piroclástico); la forma con que todo esto interactúa con el aire alrededor del volcán; y finalmente como interactúa con el agua del mar para formar la ola. Como si fuera poco, hay que calcular también la quebradura de la ola, lo que a su vez significa una interacción entre el agua del mar, el fondo del mar y la atmósfera.

La forma matemática convencional de aproximarse para modelar este fenómeno, es usar una técnica conocida como "el método de las diferencias finitas". En todo caso la aplicación del modelo señala que la formación de tsunami depende fuertemente de la densidad del flujo piroclástico. Si el flujo es menos denso que el agua de mar, simplemente corre sobre la superficie del océano y se disipa. Pero si el flujo es marginalmente más denso, sucede algo más dramático: el flujo se hunde dentro del mar llegando al fondo, y "empuja el agua como un pistón", dice Monaghan. Esta tremenda transferencia de energía crea el tsunami.

El modelo predice que la ola que se debe haber formado debe haber sido por lo menos de la altura de la que se produjo con la explosión en el Krakatoa, es decir 40 metros de altura o más, viajando a una velocidad de 300 kilómetros por hora. Según los mismos cálculos, la ola se debe haber orientado hacia el noreste de la isla de Creta, con una altura de más de 40 metros (un edificio de 12 pisos). Esta debe haber entrado en la planicie de la isla, penetrando varios kilómetros, dejando a su paso, todo sumergido, además de muchos otros restos flotantes, para luego chocar contra las montañas del fondo. En esta resaca del agua, es cuando la acción es más destructiva, tanto por la fuerza de la misma, como por todos los restos que arrastra de vuelta.

Lo probable es que el tsunami haya desbastado sólo una parte de la isla. Muchos deben haber muerto, pero otros también deben haber sobrevivido. Monaghan argumenta que el tsunami provocó la caída del Minoans. La ola gigante habría salinizado los campos, impidiendo las cosechas por muchos años, y también las cenizas del volcán habrían contaminado el agua del mar, lo que había afectado a los peces. Todos estos factores deben haber debilitado el Minoans y lo debe haber dejado muy vulnerable a los ataques externos. Toda la alfarería que más tarde se ha encontrado en la isla, parecen confirmar esta hipótesis. Con todo, los arqueólogos creen que el Minoans continuó viviendo allí después de la erupción por otros 25 años. En esta forma, el Santorini debe haber contribuido indirectamente a la caída de la civilización minoanica.


Alimentos escasos

El volcán debe haber producido una disminución de los peces, lo que se sumó al daño del campo causado por la salinización, todo lo cual debe haber reducido el abastecimiento de alimentos. No es raro que todo ello haya producido una revuelta, en que las fabricas de la civilización Minoans habrían sido saqueadas y quemadas. Más tarde, invasores externos sacaron provecho del caos.

Hasta aquí las teorías, que necesitan mayores evidencias para afirmar categóricamente que Creta fue golpeada por un tsunami. Según Monaghan, estas podrían encontrarse perforando a través del sedimento de la isla, para buscar material marino que la ola haya depositado. Pero encontrarlas no va a ser fácil, ya que ello sucedió hace 3.500 años, y durante este tiempo las aguas de las montañas habrían regularmente lavado la superficie de la isla. En todo caso esto es lo que Monaghan pretende hacer en adelante.


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