La energía para vivir proviene del sol
( Publicado en "Energía para vivir", Bruno Günther y Enrique Morgado,
1998, Editorial Universitaria )
La energía que se requiere para vivir proviene en primera y ultima instancia de un astro muy distante, el Sol, desde el momento que la radiación solar es indispensable para la fotosíntesis de los organismos fototrofos (los más importantes de ellos se encuentran en el Reino Planta), y son los que aportan la energía química para la vida de los otros Reinos (algunos Eubacterios, algunos Protistas, Hongo y Animal). Esta sinopsis, al parecer trivial, revela la dependencia de todos los seres vivos de fenómenos extraordinariamente complejos que suceden en el Universo, y que en el presente caso se pueden circunscribir específicamente al sistema solar.
Es por estas razones que este estudio debe forzosamente comenzar con los procesos fisicoquímicos que ocurren en el interior del Sol, los que se realizan a temperaturas extremadamente elevadas (alrededor de 108 ºK, es decir, de 100 millones de grados Kelvin), en donde cuatro átomos de hidrógeno (H) - por fusión nuclear- dan lugar a un átomo de Helio (He), con liberación de positrones, y simultáneamente con emisión de ondas electromagnéticas, que se acostumbra simbolizar como h x v, en donde h es el "quantum de acción" del físico alemán Max Planck (1858-1947), y v la frecuencia de la radiación.
Después de complejas transformaciones, esta radiación es transformada en fotones (quantums de luz), los que son irradiados por el Sol, alcanzando finalmente a los planetas del sistema solar, incluyendo naturalmente a la Tierra. La distancia promedio entre el Sol y la Tierra es de aproximadamente 150 millones de kilómetros, demorando la luz un poco más de 8 minutos en recorrer esta distancia, a razón de 300.000 km por segundo.
En síntesis, la energía para vivir, en el más amplio sentido, proviene exclusivamente del Sol.
Dr, Bruno Günther